IV

1.5K 185 3
                                    

-¿Alguien sabe dónde están Park, Choi, Kang, Eun y Yoon? -preguntó el maestro viendo a los alumnos. Ellos fueron los únicos que no habían contestado al pasar lista.

Se escucharon cuchicheos que no lograba entender. Una alumna entró al salón, corriendo asustada.

-Maestro, un chico me dijo que están golpeando a Jimin en el baño de hombres -dijo la chica sin aliento.

-No se levante nadie, Eun, te quedas a cargo de la clase -la chica asintió con la cabeza, mientras el maestro salía rápido del salón.

Su corazón latía a mil por hora, la ansiedad por lo que estaba pasando en ese baño lo estaba matando. Después de varios minutos llegó, abrió la puerta y se congeló por varios segundos. Jimin estaba tirado en el piso cubierto de golpes, su playera estaba rota, el cabello estaba revuelto y tenía el labio sangrando.

-¡Jimin!, despierta cariño -suplicó moviendo el cuerpo inerte. Asustado por no tener respuesta, lo tomó en brazos y lo llevó a la enfermería.

-¡Ayuda! -entró desesperado al consultorio.

La enfermera se dió cuenta que el maestro traía a un chico en los brazos y le señaló una cama para que lo acostara.

-¿Qué fué lo qué pasó? -preguntó la enfermera revisando al chico.

-Una alumna me avisó que lo estaban golpeando en el baño y lo encontré así -dijo asustado.

-Tranquilo, está respirando bien, parecen ser solo golpes, voy a revisarlo. Usted puede regresar a su clase.

El maestro asintió y salió, dándole una última mirada a su chico. Se preguntaba, si el motivo por el que lo golpearon era en el que estaba pensando.

Llegó al salón después de haberse dado un momento para tranquilizarse por los pasillos. Tomó asiento y volteó a ver a los alumnos, logrando ver a tres de los que faltaban cuando pasó lo de Jimin. Al terminar la clase se despidió de todos y les deseo una linda tarde, como todos los días.

-Maestro, ¿Jimin está en la enfermería? -preguntó Eun.

-Sí.

-¿Puedo llevarle su maletín para saber como está?

-Claro Eun, adelante.

-Gracias maestro -la chica hizo una reverencia y salió del salón con las cosas de Jimin.

-Choi, Kang y Yoon, necesito hablar con ustedes -los chicos voltearon y se dirigieron hacia el escritorio del maestro.

Una vez solos los cuatro en el aula, el maestro se levantó y habló.

-¿Ustedes golpearon a Jimin? -preguntó Jungkook.

Los chicos se voltearon a ver.

-¿Golpearon a Jimin?, no sabíamos que eso había pasado, con razón no lo vimos en clases -contestó Choi.

Jungkook se retorció de coraje al escuchar el tono de sarcasmo que había usado. Conocía al chico, porque todo el año había tenido problemas con su altanería.

-¿Por qué lo hicieron?

Choi levantó la cara y respondió.

-Porque aquí no se admiten chicos que gustan de hombres, eso es una aberración, ¿alguna otra pregunta?

-¿Cómo sabes eso?

-Profesor, los hemos visto a usted y a Jimin salir del gimnasio cuando no hay nadie ahí. Nos podemos imaginar que hacen solos en ese lugar.

Jungkook no sabía que responder a eso y se quedó varios segundos viéndolo a la cara.

-Serán reportados con el director por lastimar a un compañero. Éste tipo de cosas no deben pasar aquí, son jóvenes de 24 años, no pueden comportarse como niños.

-Como diga, m a e s t r o, ¿podemos irnos ya?

Jungkook asintió y se sentó en la silla, una vez que los chicos salieron del salón.

Por ahora Jungkook no quería pensar en lo que haría para solucionar eso, que ya se había salido de control. Por lo pronto, necesitaba saber que Jimin se encontraba bien.

Salió del salón rumbo a la enfermería. Tocó y entró. Su alma volvió al cuerpo, al ver a su pequeño despierto, regalándole una hermosa sonrisa, aún con todos esos golpes en su cara y cuerpo. Él devolvió la sonrisa y solo pensó en cómo le pudieron hacer daño a alguien tan lindo.

-¿Cómo estás Jimin?

-Ya me siento bien profesor.

-Ningún golpe fué grave maestro, ya le hice curación y se quedará en casa mañana viernes para descansar. El reporte de que fué golpeado ya lo hemos enviado al director para que tome cartas en el asunto.

-Gracias -respondió Jungkook.

-¿Ya me puedo ir? -preguntó Jimin a la enfermera.

-¿Te sientes con fuerzas para caminar ya?

Asintió con una sonrisa en su cara.

-Entonces puedes irte. Estas pastillas son para el dolor, probablemente más tarde te dolerán los golpes.

-Gracias enfermera Kim.

Jimin se bajó de la cama, tomó las pastillas y le hizo una reverencia a la mujer para salir del lugar, tomando su maletín.

-Vamos, te acompañaré a casa.

-No, maestro, le agradezco su preocupación, pero creo que no es conveniente.

Jungkook se entristeció, pero sabía que tenía razón.

-Iré mañana a ver como sigues -susurró en su oído.

Jimin asintió, le regaló una sonrisa y se encaminó rumbo a su casa.


La cuenta pendiente con mi alma gemela [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora