La cuenta pendiente con mi alma gemela [Kookmin]

LII

Yoongi se encontraba manejando su patrulla a las afueras de Busan, acompañado de su hermano. Seguían investigando el paradero de Lee, se encontraban muy frustrados por no localizar al mafioso y hacerle pagar la muerte de su madre. Pero nada los detendría, lo iban a encontrar sí o sí.

Varias veces lo habían seguido a la salida de la empresa de Kim & Park Technology, pero parecía que sabía que lo perseguían, porque siempre se esfumaba entre los vehículos.

Ahora se encontraban a un lado de la carretera buscando una de las ubicaciones, donde varios informantes confirmaban que Lee estaba escondido. Aunque muchas de las pistas habían sido falsas, tenían la esperanza que alguna de ellas sí los llevará a donde el mafioso se encontraba.

En cuestión de segundos, dos camionetas con hombres encapuchados se frenaron frente a la patrulla y bajaron con armas rápidamente. Yoongi y Sang no tuvieron tiempo de reaccionar, aunque ambos se resistieron tratando de desenfundar sus armas, fueron sometidos rápidamente. Los sacaron a la fuerza del vehículo y ahora se encontraban atados y sedados dentro de las camionetas

Tres horas más tarde, Yoongi y Sang estaban abriendo los ojos de a poco, tratando de despertar sus sentidos.

El lugar donde se encontraban, tenía poca luz, cajas apiladas y sólo una ventana. Sus pies y manos estaban atados. Los hermanos ya despiertos se voltearon a ver desconcertados. ¿Quién sería el que se atrevió a secuestrar a dos oficiales de la policía?

—Hasta que despiertan dormilones —se escuchó una voz.

—¿Están listos para platicar? —dijo Hoseok saliendo de un rincón.

—Te estás metiendo con oficiales de policía, ¿estás consciente de eso? —gritó Yoongi furioso, tratando de liberar sus manos.

—Ya, tranquilo oficial, solo queremos hablar con ustedes pacíficamente. Parece que ambos tenemos deudas pendientes con Junseo Lee —dijo Namjoon entrando a la habitación junto a Jungkook que permanecía serio.

—Hablen ya —dijo Yoongi viendo fijamente a Jungkook.

—Nos enteramos lo que Lee le hizo a su madre, en verdad lamentamos su pérdida. Él ahora tiene secuestrados al hijo de los Kim y al de los Park, y nos ha pedido las armas que tienen ustedes en su bodega, a cambio de la vida de esos chicos —habló Hoseok.

—¿No será que ustedes quieren esas armas de regreso y están inventando toda ésta mierda para que los ayudemos? —cuestionó Sang.

Hoseok bajó la mirada varios segundos y volteó a ver Jungkook, recibiendo la aprobación para que le confesara esa parte vulnerable de él.

—El día del tiroteo a donde llegó Lee, en el cual Jungkook casi pierde la vida por salvarte —volteó a ver a Sang— fue baleado y tuvo un fuerte golpe en la cabeza, eso provoco que perdiera varios recuerdos, entre ellos está ese día y Park Jimin, de quien se había enamorado y había rescatado de las manos de Lee.

Yoongi ladeó su cabeza tratando de comprender lo que estaba escuchando. Namjoon se acercó y desató a ambos hombres que sacudieron las manos y permanecieron sentados en el piso.

—Pero ellos se iban a casar, ¿de que lo iban a rescatar?

—La empresa de Kim & Park Technology tiene negocios ocultos con Lee, por eso iban a casar a su hijo con él, posiblemente era la mejor forma de fortalecer sus lazos y desviar la atención hacía la pareja. Los Park enviaron a Jimin a vivir con él antes de casarse, Lee lo golpeó y trató de abusarlo sexualmente. Jungkook lo sacó de ese lugar. Por desgracia pasó lo de la entrega frustrada y demás cosas. Lo importante aquí es que ambos podemos saldar las cuentas pendientes con ese loco. Ustedes lo matan y nosotros rescatamos a esos chicos —terminó Hoseok de exponer la idea.

—¿Pero te estás escuchando?, Jungkook es parte de los mafiosos que estoy buscando para ponerlos tras la rejas y ¿me están pidiendo ayuda? —Yoongi bufó molesto.

—Hermano —dijo Sang en un susurro, tocando su hombro y viéndolo de forma suplicante. Ambos sabían que a Jungkook le debían algo y sí, deseaban matar a ese maldito que acabó con la vida de su madre.

Yoongi dejó de ver a su hermano para perderse en sus propias batallas mentales. Su mirada estaba dirigida a Jungkook que se mantenía serio.

—¿Por qué salvaste a mi hermano Jungkook? —soltó la pregunta que se había hecho desde ese día.

—No lo sé, ni tampoco sé porqué quiero dar mi vida por Park Jimin, pero algo aquí adentro me lo está suplicando —dijo Jungkook apuntando con su dedo índice al corazón— le propongo algo mejor oficial Min Yoongi, salvar a esos chicos y matar a Lee, a cambio de que me lleve preso.

Todos en la habitación voltearon sorprendidos a ver a Jungkook. No podían creer lo que acababan de escuchar. Hoseok y Namjoon no habían acordado que él se entregaría, pero ya no podían volver el tiempo atrás. Jungkook se estaba entregando.

—Bien, ¿qué plan tienen? —preguntó Yoongi quedándose en silencio para escuchar a los hombres frente a él.

Ya era de madrugada y los hermanos Min estaban haciendo su guardia correspondiente del día, protegiendo las armas en la bodega de la corporación.

Tres camionetas llegaron al lugar abriendo fuego contra ellos. Respondieron el ataque, pero los otros fueron más rápido y los tomaron desprevenidos.

Ambos oficiales yacían en el suelo cubiertos de sangre, mientras varios hombres salieron de los vehículos. Dispararon repetidas veces a la chapa que mantenía cerrada la bodega, entraron y la vaciaron sin dejar ningún arma olvidada.

Se fueron del lugar rápidamente y dejaron a los uniformados tirados en el piso con varios impactos de balas.

—Señor, unas camionetas llegaron por las armas y mataron al oficial Min Yoongi y a su hermano —reportó Chan desde su celular.

—Excelente, ven a la bodega a prepararnos para la entrega —contestó un Lee muy sonriente. Dos menos, pensó.

—Sí, señor.