XVIII

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Después de una entrega de mercancía programada a un político y una ducha relajante, Jungkook llegó al bar. Portaba unos jeans negros ceñidos que dejaban apreciar los prominentes muslos de sus piernas, la camisa oscura llevaba varios botones abiertos y su cabello aún húmedo caía sobre su perfilado rostro, se veía tan malditamente sexy como siempre. Se sentó en la mesa reservada solo para él y dió un sorbo a su whisky en las rocas.

Hoy no iba a pensar en Jimin, ya había tenido suficiente de su recuerdo, solo se llevaría a alguna chica a la cama y listo, olvidaría la noche anterior.

Se recargó en su asiento, con las piernas cómodamente separadas, viendo con detalle a la gente del lugar. De forma inconsciente, empezó a buscar la cara de Jimin, se regañó mentalmente y siguió con la cacería.

Una hermosa joven de cabello castaño, busto prominente y hermoso trasero, le guiñó un ojo a Jungkook, él aprovechó la oportunidad, le ofreció un brindis al aire y le sonrió con un gesto seductor. La chica empezó a caminar hacía él exagerando el movimiento de sus caderas, su esbelta figura, junto a su diminuta cintura, dejó sin habla a muchos hombres del lugar, pero curiosamente en Jungkook no provocó absolutamente nada.

El guardaespaldas se interpuso en el camino de la chica, hasta que recibió la autorización de su jefe.

—Déjala pasar Woo Jun.

El hombre se hizo a un lado y la chica se acercó a Jungkook.

—¿Te gustaría un poco de compañía? —preguntó la chica enredando uno de sus dedos en su cabello.

—¡Claro!, toma asiento —contestó Jungkook señalando a su lado con los ojos.

—¿En el sillón o en tus piernas?

—Donde estés más cómoda.

La chica sonrió, se sentó en sus piernas, rodeo el cuello del pelinegro con los brazos, se acercó a sus labios y lo besó. Jungkook la tomó de la cintura correspondiendo el beso, no le agradó la sensación que le recorrió el cuerpo, era como si lo que estaba haciendo, estuviera mal, no lo entendía. Pero ya estaba decidido y se la llevaría a la cama.

Cerró los ojos tratando de buscar placer en ese beso, mientras sus lenguas se enredaban. Acarició su espalda y llegó a su trasero para apretarlo. Por un segundo imaginó que ese cuerpo era el de Jimin, casi podía oler su aroma y sentir su piel. Su corazón comenzó a latir rápido, mientras la excitación aumentaba. Era una locura.

🌓

Después de un corto viaje, ambos amigos llegaron al bar. Hoy no estaba la seguridad en sí mismo de Jimin, ni la alegría que Tae desbordaba al ver a su novio.

Con un nudo en la garganta, Tae se fue directo a su chico, para terminar con él. Jimin le dio su espacio mientras caminaba hacia la barra.

El rubio no lograba entender porque la vida podía ser tan cruel. No era un chico malo que mereciera cosas desagradables. Su corazón se aceleró y empezó a sentir un poco de náuseas, junto a un nudo en la garganta. Sus ojos encontraron a Jungkook besando a una chica del otro lado del bar.

¿Qué esperaba?, ¿qué fuera un amor como los de los Fanfics?, ¿qué Jungkook recordara su vida pasada y corriera tras él?, idiota, se decía mentalmente.

Respiró profundo y siguió su camino, retomando el papel de la noche anterior. Pidió un vino tinto, lo pagó y le dio un sorbo, mientras veía la pista de baile, era todo lo que podía hacer.

No pudo aguantar las ganas y volteó de nuevo. Le dolió ver la forma en que Jungkook devoraba los labios de esa chica, deseaba estar en el lugar de ella.

Dió otro trago a su vino y lo pasó por su garganta, al igual que las lágrimas que ya se anudaban ahí.

Decidió salir de ese lugar, no podía manejar el dolor de ver al pelinegro con otra persona. Volteó por última vez antes de salir del bar, sus ojos y su corazón dijeron adiós en silencio, agradeciendo a la vida, por haber conocido a su alma gemela y haberla tenido entre sus brazos por unas cuantas horas. Ahora, debía ahogar el dolor y seguir con la vida que sus padres habían planeado para él.

Jungkook abrió los ojos, aún con sus labios unidos a los de la chica y vio a Jimin a lo lejos. El golpe que lo trajo a la realidad, fue doloroso. Jimin clavó su mirada en el pelinegro y sonrió amargamente mientras se despedía con ese gesto. Salió del lugar y no volvió a ver atrás.

El corazón de Jungkook se aceleró y su pecho se llenó de angustia. No debería sentir eso, pero ya estaba en su sistema. Interrumpió el beso y bajó bruscamente de sus piernas a la chica. Se levantó para tratar de alcanzar a Jimin, salió del lugar pero no logró verlo por ningún lado.

El pelinegro se sintió un completo idiota, debió haberle hecho caso a eso que sentía. Jimin irradiaba una energía hermosa, todo lo referente a él fue mágico y probablemente sería irrepetible. Se dio cuenta que ya no podía seguir más con esa farsa. Había entendido y aceptado, que su corazón había sido robado por un ladrón que jamás olvidaría.

—Vámonos Woo Jun, la diversión ha terminado para mí.

El guardaespaldas hizo una leve reverencia y ambos se dirigieron a la camioneta para salir de ahí.

Jimin se escondió en unos arbustos cerca del bar para llorar sin ser visto. Solo deseaba ver a Jungkook por última vez y lo hizo, pero a un alto costo. Su corazón estaba roto. Tenía claro que no tendrían un futuro juntos, por eso no salió a su encuentro cuando lo vió buscándolo. No volver a verse, era lo mejor para ambos.

Le mandó un mensaje a su amigo para decirle que se iría a casa. Tae le pidió que lo esperara para irse juntos, a Jimin le pareció extraño, pero esperó a su amigo.

Después de algunos minutos, Tae salió del bar y Jimin de su escondite haciéndole señas para que lo encontrara.

—Pensé que pasarías la noche con tu novio.

—Ex novio, Mimi, ex novio, ¡es un idiota! —expresó Tae molesto cruzando los brazos.

—¿Qué pasó? —cuestionó Jimin preocupado.

—Casi nada, le platiqué mi triste historia, ya sabes, la vida planeada por mis padres y todo eso, ¿sabes qué me dijo?

—¿Qué? —preguntó Jimin sorprendido.

—Pues que casualmente iba a hablar conmigo, porque se había enamorado de una compañera de su trabajo, ¿y sabes que fue lo peor?, que ahí estaba en el bar a unos pasos de nosotros esperándolo.

—Hay amigo, de verdad lo siento mucho, sé que estabas enamorado y sufriendo por que ya no lo ibas a ver.

—Estaba, Mimi, estaba, ahora me doy cuenta que no me merecía. Yo era el que lo buscaba, el que pagaba en nuestras salidas y el que lo ayudaba con sus gastos, seguro solo me tenía a su lado por mi dinero, pero soy tan estúpido que apenas me di cuenta.

—Pues fingió bien, porque yo pensaba que estaba enamoradísimo de ti.

—Na todo era una farsa, dejemos eso a un lado, ¿qué te paso a ti?, ¿por qué te ibas tan pronto?

—Vi a Jungkook besar a una chica y no lo soporté, me vio cuando salí y me siguió, pero me escondí. Lo mejor era no vernos más.

—Hay no, malditos hombres —dijo molesto— ¡vida de mierdaaaaaa! —gritó— hoy mandemos al carajo todo Jimin, vayamos a embriagarnos al departamento, lloremos, cantemos y enloquezcamos por última vez.

—Sí, hagámoslo, necesitamos desahogarnos.

Los amigos se fueron a su departamento, pasarían una noche que disfrutarían al máximo.

La cuenta pendiente con mi alma gemela [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora