XLII

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Todos le hicieron una reverencia a Lee y subieron a los vehículos para acercarse al lugar.

—Ya vamos por Jungkook —le avisó Sun Joon a Yoongi antes de subir a la camioneta.

—Enterado.

—Preparados, los rodearemos en cuanto Lee y Jeon estén juntos —habló Yoongi cargando su arma.

—Enterados —respondió su equipo.

Jungkook y su gente bajaron rápidamente de las camionetas. El chofer del tráiler abrió la caja y los hombres empezaron la descarga.

Los equipos de Lee llegaron quemando llanta en sus camionetas. Unos fueron por la carga, en lo que otros apuntaban con las armas a los hombres del pelinegro.

Jungkook, Namjoon y Hoseok, alcanzaron ocultarse a un lado del tráiler para sacar y preparar sus armas. Unos segundos después, empezaron a disparar a los hombres de Lee, sin perder más tiempo. Los otros respondieron el ataque dejando a varios hombres muertos. Las balas golpeaban el metal del tráiler sin herir a alguno de los tres amigos.

En ese momento Yoongi dió la orden y se acercó junto a su gente en las patrullas. Los uniformados bajaron y gritaron para que dejaran de disparar, pero fue inútil, se cubrieron tras los vehículos y respondieron al fuego que ahora se dirigía a ellos.

Los hombres de Lee dejaron de cargar las armas en sus vehículos, porque el fuego cruzado se los impidió.

El sonido de las balas golpeando los vehículos, era solo lo que se podía escuchar en el apartado lugar.

—¡Ríndanse de una maldita vez! —gritó Yoongi por un megáfono.

Nadie hizo caso, Lee sonrió mientras seguía disparando a los hombres de Jungkook y policías detrás de su camioneta.

Jungkook, vio por un espacio libre del tráiler a los uniformados, cada vez había menos, al igual que de sus hombres. Era una guerra que ganaría el más fuerte.

—¡Vamonos! —gritó Lee a su gente.

Unos cuantos subieron a las camionetas y encendieron los vehículos, sin dar tiempo a que abordaran los heridos. Jungkook siguió apuntándole a Lee con un ojo en la mirilla, pero no tuvo suerte, se había movido demasiado rápido.

—¡Alto al fuego! —gritó Jungkook- ¡vámonos!

La gente de Lee arrancó y Sang Min, corrió tras el último vehículo donde iba el mafioso. Tal vez podía acertar a los neumáticos, pensó. Moría de rabia, estaba harto de que siempre escapara y no pensaba dejarlo ir ahora.

Los hombres de Jungkook ya estaban en las camionetas, solo falta él.

En un movimiento Lee bajó el vidrio y sacó el torso para dispararle al oficial que corría tras el vehículo.

—¡Cuidado hermano! —gritó Yoongi asustado.

Jungkook vio la escena y observó al policía parado a un lado del tráiler, cargando su arma imprudentemente. Vio a Lee apuntarle al chico y corrió hacia él, lo abrazó y se aventó al piso con el policía, mientras se seguían escuchando varios disparos.

Lee río y entró de nuevo al vehículo mientras seguía avanzando. Casi podía asegurar que esas balas habían llegado al cuerpo del policía y del mafioso.

Ambos cuerpos cayeron al suelo. El impulso hizo que la cabeza de Jungkook golpeara fuerte sobre una piedra, haciéndole una gran herida en la frente. El disparo en su espalda ya lo estaba empezando a sofocar.

El hermano de Yoongi se estaba desangrando por la perforación en su abdomen, parecía que de nada había servido el movimiento del pelinegro. Como pudo, Jungkook se quitó el saco y lo colocó sobre la herida del policía. Uno de sus vehículos dio reversa, se acercó y dos hombres lo subieron cubriendo su espalda con armas en mano, debían salir rápidamente del lugar.

—¡Llamen a una ambulancia! —gritó como desquiciado a los dos policías que habían sobrevivido junto a Yoongi.

El oficial se apresuró a donde estaba su hermano herido y se fijó en el saco que estaba absorbiendo la sangre de la herida. Sólo se preguntaba, ¿por qué había hecho eso el mafioso?, ¿por qué arriesgar su vida y ayudar a su hermano? Él solo revivía la imagen de Jungkook salvando a su hermano y quitándose el saco para cubrir su herida. Sin duda se lo agradecía y aunque su trabajo era atraparlo, ahora, ¿cómo rayos iría por él?

Hombres muertos, heridos en el suelo y un tráiler con armas, era lo que se encontraba alrededor.

—Esposen a los que están vivos —ordenó Yoongi.

Los dos oficiales, hicieron una reverencia y checaron cuerpo por cuerpo, verificando si había sobrevivientes.

Uno de los policías, encontró a dos personas con sus brazos extendidos tocando sus dedos, ambos estaban mal heridos. Vio como se regalaron una sonrisa de despedida y como cerraron sus ojos para no volver a abrirlos. Sun Joon y Hwan Yangmi habían muerto en el lugar. Tal parecía que tenían algún tipo de sentimiento, porque ambos dijeron adiós con solo un roce.

—Rayos Jungkook, ¿cómo pudiste ser tan estúpido?, ¿por qué hiciste eso? —gritó furioso Namjoon tratando de contener las hemorragias del pelinegro, con unas mantas que estaban en el vehículo

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—Rayos Jungkook, ¿cómo pudiste ser tan estúpido?, ¿por qué hiciste eso? —gritó furioso Namjoon tratando de contener las hemorragias del pelinegro, con unas mantas que estaban en el vehículo.

Jungkook no podía hablar, estaba muy débil y se le dificultaba respirar.

—Vamos al escondite —dijo Hoseok oprimiendo auricular.

—Na am, cuida de Jimin —susurró Jungkook.

—Lo haré, aunque solo tú cuidarás mejor de él, así que sé fuerte —contestó Namjoon.

Jungkook cayó inconsciente y todos en el vehículo hicieron un silencio tortuoso, creían que tal vez en ésta ocasión no sobreviviría a esa lesión.

Llegaron al escondite donde ya los esperaba el médico. Hoseok se había encargado que dos de sus hombres, le informaran lo que había pasado y lo llevaran al lugar de reunión. Bajaron rápido a Jungkook y lo acostaron de lado para que el médico tuviera mejor acceso a la lesión de la espalda.

El facultativo checó los signos vitales y las lesiones rápidamente. Pasó su estetoscopio sobre la espalda y su pecho haciendo pausas. Revisó la herida de la frente y pasó una lámpara abriendo sus ojos para ver su reacción pupilar.

—Necesita cirugía, no hay lesión en los pulmones, pero no se puede descartar que algún órgano esté lesionado hasta encontrar el trayecto interno de la bala y aquí no puedo realizar el procedimiento. Además se deben hacer estudios de la cabeza y suturarla. Realmente necesita ir al hospital —habló viendo a los hombres frente a él, en lo que ponía una línea endovenosa en su brazo.

Namjoon y Hoseok se voltearon a ver.

—No podemos llevarlo a un hospital, Lee o Yoongi se entrarían.

El médico se quedó pensando por varios segundos. Sabía que la vida de Jungkook estaba en riesgo y debía hacer algo rápido.


La cuenta pendiente con mi alma gemela [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora