XLV

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Yoongi lloró desolado mientras le gritaba a su madre para que despertara. El personal del hospital se acercó y se la arrancaron de sus brazos para llevarla dentro del área de urgencias.

El oficial seguía sollozando mientras esperaba noticias de su madre en la sala de espera

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El oficial seguía sollozando mientras esperaba noticias de su madre en la sala de espera. Dos de sus compañeros se acercaron a él y preguntaron lo que había pasado. Les explicó todo a detalle, mientras uno de ellos llenaba el parte de lo ocurrido.

Después de varios minutos que parecieron eternos, salió un médico hacía la sala de espera, dirigiéndose al oficial.

—¿Cómo está mi madre doctor? —preguntó ansioso.

—Lo siento, la bala perforó un pulmón y una arteria, no pudimos hacer nada para salvarla.

Yoongi abrió los ojos y llevó sus manos a la cabeza. Caminó de un lado a otro sin poder creer que su madre había muerto.

—Es una broma, ¿verdad? —preguntó viendo al médico como rogando que se tratase de una.

—Lo siento —el médico bajó su mirada y se retiró del lugar.

Uno de los policías lo abrazó y Yoongi lloró amargamente arrugado el uniforme de su compañero. Su llanto era tan doloroso y desgarrador, que los que estaban en el lugar comenzaron a sentir un nudo en sus gargantas. Cualquiera que había perdido a un ser querido, sabía el dolor por el que ese hombre estaba pasando.

—Debo verla —le suplicó a su compañero en un gemido desesperado.

—Tranquilo, te llevaré.

Yoongi asintió y su compañero se encaminó abrazado a él. Sabía que no debía dejarlo solo en esos momentos.

—¿Podemos pasar a que se despida? —le preguntó el compañero al médico que atendió a la mujer.

El hombre afirmó con su cabeza señalándole el lugar. Entraron y Yoongi corrió para abrazar a su madre.

—Perdóname madre, debí cuidarte mejor —le decía mientras acariciaba su rostro ya pálido y sus lágrimas rodaban.

El compañero se retiró un poco dándole su espacio.

—¿Cómo podré vivir sin ti? —acarició su cabello gris y le dejó un último beso en la frente ausente de calidez.

El rostro de dolor desapareció de repente del rostro de Yoongi, instalándose uno de odio al recordar al culpable. Salió del lugar de forma apresurada sin voltear atrás.

—Espera Yoongi —gritó su compañero sin que el otro pareciera escuchar. Lo siguió viendo como se subía a su patrulla y se alejaba del hospital. Se quedó preocupado por lo que pudiera hacer en el estado en que estaba.

 Se quedó preocupado por lo que pudiera hacer en el estado en que estaba

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La cuenta pendiente con mi alma gemela [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora