Estaba amaneciendo en la gran ciudad, ya se podía ver a la gente caminar por la acera yendo a sus trabajos. Mujeres con sus hijos en los brazos y jóvenes sonriendo rodeados de sus amigos rumbo a la escuela. Chicos con periódicos en la mano gritaban las noticias más relevantes plasmadas en el papel, la gente se acercaba a comprarlos siendo una de las formas de enterarse de lo que pasaba en el mundo, aparte de la radio y la televisión que no todos tenían la suerte de tener.
En la calle se veían cada vez más autos, aunque eran muy ruidosos, la gente disfrutaba ver los últimos modelos que solo los adinerados podían pagar.
Había solo una tienda en la ciudad donde vendían artículos eléctricos, era fascinante pasar por ahí y ver imágenes en blanco y negro en un aparato de televisión.
En esa postal, estaba Jungkook esperando el autobús que lo llevaba cada mañana a su trabajo. Su mirada completamente perdida en el horizonte lo hacían revivir una y otra vez sus últimos momentos al lado de Jimin. Estaba triste, decepcionado de su destino, pero ansioso, seguro hoy vería al amor de su vida y eso sería suficiente para él. Deseaba con todas sus fuerzas volver a ver esa sonrisa que llenaba su pecho con el sentimiento más puro que jamás había sentido.
Las horas de clases pasaron y Jungkook seguía con la esperanza de ver a Jimin. Cada vez que un alumno entraba a su clase, su visión se clavaba en la puerta mientras su corazón palpitaba como loco, casi podía ver al rubio entrar al lugar regalándole una sonrisa y un buenos días, pero no hubo suerte.
Las semanas pasaron sin la presencia del rubio, era una tortura para Jungkook llegar al salón de clases y ver su pupitre vacío. Sabía que la separación iba a ser dolorosa, pero jamás imaginó su magnitud. No podía preguntarle a sus compañeros por temor a que los rumores de ellos continuarán y el rubio saliera lastimado de nuevo, así que solo se quedó en silencio manejando su dolor.
Los meses habían pasado, la clase estaba por graduarse y él seguía sin noticias de Jimin.
Jungkook cada día se veía más delgado, su piel se veía opaca, sus ojos dejaron de brillar, eran inexpresivos y se mantenían hundidos en sus cuencas. Todo él estaba marchito, lo peor era que no lo podía platicar con nadie, ¿decirle a su familia que se había enamorado de un chico y se sentía morir sin él?, imposible, él tragaba su dolor y en el fondo sabía que sus días estaban contados sin Jimin.
Mucha gente dice que la muerte se presiente y así era para él, podía sentirlo, algo le decía que su final estaba cada vez más cerca, no tenía miedo porque sabía que dejaría de sufrir, al fin de cuentas estaba muerto en vida. Todos los días le decía a su familia que los amaba, sabía que pronto dejaría de hacerlo, era su forma de despedirse.
🌓
Era martes y faltaba una hora para salir de la universidad. Jungkook estaba solo en su salón viendo a la nada, extrañando a su Jimin, cuando de repente ahí estaba la imagen del rubio entrando a clase tan sonriente y bello como el primer día en que lo conoció. Su corazón solo esperaba verlo por última vez y así se lo concedió el universo, ese recuerdo fue real para Jungkook. Una sonrisa apareció en sus labios y sus ojos acuosos volvieron a brillar haciendo que su corazón se desbordara de amor. Tocó su pecho por un fuerte dolor y calló al suelo, su corazón se estaba deteniendo. Su rostro tenía una enorme sonrisa, estaba feliz después de todo.
—Te encontraré y te amaré en otra vida cariño, lo prometo. Perdóname por ser tan cobarde —le habló a la imagen frente a él.
Sus últimas palabras junto a su última promesa fueron pronunciadas.
🌓
Jimin no podía levantarse de la cama, no tenía energía, no comía y se pasaba la gran parte del día durmiendo tratando de estar lo menos posible despierto. No estar cerca de su amado lo estaba consumiendo, la ausencia de Jungkook dolía demasiado, su cuerpo esquelético daba pena, pero hoy solo tenía un deseo, ver una última vez al amor de su vida.
Tomó fuerzas de donde pudo, se levantó de la cama, se duchó y se encaminó a la universidad. Solo tenía que ver a Jungkook de lejos una vez más.
Las horas pasaron y no lograba verlo por ningún lado, su corazón se encogió y un mal presentimiento se empezó a apoderar de él.
—Hola Jimin, ¿por qué ya no volviste a clases? —preguntó una compañera de su salón acercándose a él.
—Este.... yo.... tuve que ir a Busan con mis padres y apenas pude regresar.
—¿Todo bien?
—Sí.
—Es una pena que ya no te puedas graduar con nosotros.
—Lo sé, ¿alguna novedad?, ¿todos están bien?, ¿listos para la graduación?
—Pues estamos bien y listos para graduarnos, pero también estamos muy tristes por lo del maestro Jeon.
—¿Qué le pasó? —preguntó inquieto.
-—¿No te enteraste?
—Dímelo ya Eun —gritó angustiado
—Hace 4 días falleció de un infarto en uno de los salones, una chica que iba a su clase lo encontró en el piso, fue horrible. Lo siento Jimin, creí que sabías, ustedes tenían una amistad, ¿cierto?
El cuerpo de Jimin se congeló por completo, pensó que moriría en ese instante, sus manos temblaban y sus labios se apretaron para no gritar de dolor. Como pudo, trago el nudo en su garganta.
—¿Sabes en que cementerio está?
—Sí, muchos alumnos y maestros fuimos, está en el Cementerio Nacional bajo un cerezo, lo puedes identificar porque los alumnos dejamos listones blancos en sus ramas.
—Gracias, debo irme.
—Espera.... —la chica se quedó con las palabras en la boca.
Jimin corrió por las calles atestadas de gente sin mirar a nadie mientras sus ojos se vaciaban. Llegó a la banca de un parque y se sentó con el dolor más grande que jamás había sentido, lloró con su cabeza agachada por varios minutos. Sus lágrimas ya habían empapado el pantalón, mientras sus manos apretaban la fría banca de cemento abriendo heridas en sus dedos, ese dolor no se comparaba por el que su corazón estaba agonizando, apenas podía respirar y se lamentaba por seguir aún con vida. Su autobús llegó, subió como pudo debido al temblor en sus piernas, se sentó en un asiento apartado y esperó paciente llegar a su cita con el amor de su vida en el cementerio.
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La cuenta pendiente con mi alma gemela [Kookmin]
RomanceJimin y Jungkook vivieron cosas terribles en su primera vida juntos. Ahora, 5 décadas después, se vuelven a encontrar, pero, ¿se reconocerán sus almas?, ¿un mafioso heterosexual podrá fijarse en un chico? NOTA IMPORTANTE: Contiene dos escenas Jikook...