XXIX

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Tae volteó a ver al hombre que entró y se sentó en una silla frente a él. Era alto, de cabello negro un poco largo, llevaba varios tatuajes en una mano y tenía un brazo vendado. Su cara le parecía conocida, pero no recordaba donde la había visto.

-Ya que, te escucho -dijo subiendo los hombros.

-Primero que nada, me disculpo por traerte aquí de este modo, pero no queríamos que alguien se dieran cuenta que hablamos contigo. Me llamo Jeon Jungkook, conocí a Jimin en un bar de Seúl y pasamos una noche juntos.

Tae abrió los ojos asombrado, sabía que estaba frente al alma gemela de Jimin, pero debía disimular.

-¿Y? -cuestionó cambiando las facciones de su cara, como si lo que acababa de decir el pelinegro no fuera relevante.

Jungkook estaba muy nervioso. Primero, por tener que secuestrar al mejor amigo de Jimin para hablar con él. Por otro lado, debía ser honesto con Taehyung para ganar su confianza. Él sería una de las pocas personas que conocería como es en realidad al que muchos llamaban, "El temido mafioso Jeon Jungkook".

La mafia sólo era un trabajo como cualquier otro para el pelinegro, pero debía demostrar liderazgo y causar miedo para tener el respeto de la gente.

-Pues resulta que me enamoré de tu amigo, es difícil confesarlo porque jamás me había sentido atraído por un hombre -hizo una pausa para armarse de valor y seguir hablando.

-¿Eras hetero?, ¡increíble!, pues bienvenido al otro lado del arcoíris.

-¡No soy gay!, solo me gusta Jimin.

-Como sea, continúa -Tae rio un poco.

-He estado siguiendo sus pasos desde que me lo topé en un restaurante aquí en Busan. Ese día escuché a alguien llorar en el baño. Cuando salí del cubículo vi que era Jimin, le pedí que habláramos, pero llegó Lee y se lo llevó. En la mesa a la que llegaron había una pareja, así que me puse a investigar sobre ellos. Descubrí que eran sus padres y que lo estaban obligando a casarse con él. Quiero hacer todo lo posible para evitar que Lee lastime a Jimin.

-¿Conoces a Junseo Lee?

-Demasiado, es algo complicado explicar esto y tal vez al saberlo no me quieras ver cerca de tu amigo, pero debo decírtelo.

-¿Qué?, ¿eres un matón? -cuestionó con los ojos entrecerrados viéndolo de lado.

-Soy jefe de una mafia que hace compra-venta de drogas y armas.

-Eres un matón -confirmó con la cabeza.

-Solo en casos muy necesarios.

-Mmm, ¿y qué tiene que ver Lee contigo?

-Él también es un mafioso, pero es violento y muy peligroso.

-¿El viejo musculoso es un mafioso?, ¿en serio?

-Así es, los Kim y los Park..... -Jungkook hizo una pausa, no sabía como iba a reaccionar al enterase de lo que hacían sus padres.

-Dilo -animó Tae.

-Los Kim y los Park ayudan a Lee en su negocio de drogas y lo ocultan con la empresa que tienen.

-¿Nuestros padres ayudan a un mafioso? -preguntó sorprendido.

-Sí, también debes saber que descubrí por accidente algo sobre los Kim y los Park, esto no lo investigué, salió de una platica que tuve con la persona que me vio crecer.

-Hay no, tiempo, tiempo, necesito un trago, de seguro eso que dirás será muy malo.

Hicieron una pausa, Jungkook volteó a ver a Hoseok, que entendió lo que quería solo con la mirada. Salió del cuarto y regresó con un poco de vino en un vaso. Desató a Tae, le entregó la bebida y éste tomó todo el contenido de un solo trago.

-Va, échale -le dijo Tae ya armado de valor.

-Como te has podido dar cuenta, los padres de Jimin no se preocupan por él y hasta lo enviaron a vivir con Lee antes de casarse.

-Sí, el pobre hasta tuvo un ataque de ansiedad por culpa de su padre.

-Lo supe, de hecho, ese día me vestí de médico y entré a verlo para asegurarme que estuviera bien.

-¡Ha!, ya te ubiqué, sabía que te había visto en algún lugar, ¡que romántico! -suspiró levantando sus hombros.

-Pues así de enamorado me trae tu amigo -se sonrojó y sonrió tímido.

Cuando las mariposas revoloteaban en el estómago de Jungkook, éste se preguntaba si era merecedor de alguien como Jimin. Después de todo, aceptaba que había sido un desgraciado con las mujeres.

-Bueno, continúa -dijo expectante Tae, le había gustado la forma en la que el pelinegro hablaba y se sonrojaba cuando mencionaba a Jimin. Estaba feliz, ese hombre sería la salvación para su amigo.

El pelinegro hizo una larga pausa.

-¡Dilo!, ya hizo efecto el alcohol.

-Jimin y tú son adoptados -se quedó serio esperando su reacción.

Tae se quedó pasmado. No es que le sorprendiera mucho la noticia, porque para ser sinceros, sus padres no eran amorosos y comprensivos como los que sus conocidos tenían. Ahora podía entender todas esas cosas desagradables que Jimin y él habían vivido al paso de los años.

-¡Vaya! -Tae exhaló el aire retenido.

-Creo que no me correspondía decirte esto, no sé como te han tratado a ti los Kim, pero lo que los Park le están haciendo pasar a Jimin no es justo.

-¿Y cómo sé que todo esto que me estas diciendo es cierto?

-Mira, por el momento solo puedo mostrarte la clase de hombre que es Lee -Jungkook le entregó la Tablet donde se veían varias cámaras en vivo. En una de las imágenes se veía a Lee abusando sexualmente de un chico que parecía estar desmayado, mientras lo golpeaba como un loco sin control -eso está haciendo justo ahora, en el departamento que comparte con Jimin.

Tae abrió los ojos y se tapó la boca asustado con lo que estaba viendo.

-¿Cómo puedes ver esto?

-Mandé instalar cámaras ahí, debía vigilar a ese hombre. Eso le puede pasar a Jimin y quiero evitarlo. No sé si dejé huella en él, como lo hizo en mí cuando nos conocimos, pero realmente siento la necesidad de protegerlo.

-Vaya, creo que necesito otro trago.

Jungkook y Hoseok sonrieron, ambos estaban cautivados por el carácter del chico, ninguno de ellos pensó que podía ser tan fácil hablar con él.

-Y bien, ¿qué dices?, ¿me ayudarás a alejar a Jimin de sus padres y de Lee?

-Acepto, pero si le haces daño a mi amigo o le rompes el corazón, por muy matón y mafioso que seas, te voy a patear el trasero.

Jungkook y Hoseok volvieron a sonreír. En el aire se podía respirar algo que sin duda se transformaría en una hermosa amistad. Aunque para Hoseok, ese sentimiento se percibía diferente.

-Correré ese riesgo -dijo Jungkook sonriendo.

El pelinegro estaba feliz de que el amigo de Jimin tuviera ese carácter. Gracias a eso podría llevar a cabo el plan que había organizado para llevarse al rubio lejos de Lee y los Park.

-¿Y qué planeas hacer?, ¿cómo te puedo ayudar?


La cuenta pendiente con mi alma gemela [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora