LVI

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Jungkook estaba satisfecho por todo lo que había pasado. Jimin podría vivir una vida feliz sin la familia que solo lo utilizó, sin esa escoria que casi lo mata y sin ningún peligro a su alrededor.

Estaba sumamente agradecido con el destino. Le había puesto a Park Jimin en su camino y su vida, forma de pensar en el futuro, entre muchas otras cosas, habían cambiado desde entonces. El chico hizo latir su corazón de una forma hermosa y eso lo llevaría guardado dentro de su ser por lo que le restara de vida.

Jimin se movió un poco, con rastros de dolor en su cara. Sus ojos se abrieron lentamente, hasta que se acopló a la luz del lugar.

Volteó a ver los rostros de cada una de las personas y les sonrió como solo él sabía hacerlo.

—¿Cómo te sientes Jimin?, ¿duele mucho? —preguntó Jungkook acariciando su mano.

—Le mentiría si digo que duele solo un poco —dijo quejándose.

—Jimin, mis recuerdos han regresado, no hables formalmente, por favor —le dijo acariciando su mejilla.

—¿En serio? —preguntó con lágrimas en los ojos.

—Así es. Lamento tanto que hayas sufrido por mi culpa. Gracias por salvar mí vida. Con ese acto me demostraste todo el amor que sientes por mí, y ¿sabes? Yo también te amo. Te amé desde que te vi caminar en ese bar, vestido de negro. Te amé desde que besé tus labios y miré la profundidad de tus ojos. En verdad te amo Park Jimin.

El rubio sonrió y le extendió sus brazos soportando el dolor de su cuerpo. Jungkook se agachó y lo abrazó suavemente, sin causarle daño.

—Igual te iba a reconquistar, no te me ibas a escapar, Jeon Jungkook.

Jungkook se separó del abrazo, le sonrió y dejó un dulce beso en sus labios. Ambos recargaron su frente en la contraria y sonrieron con amor.

—Hay ¡ya!, van hacer que me den náuseas —bromeó Tae cruzando los brazos, estaba feliz por ver al fin despierto a su amigo.

Jungkook se levantó y golpeó el hombro de Tae con una mano.

—Voy a traerte algo de comer, mi pequeño —dijo Mi Rae— verás que con un caldito caliente mejorarás rápido.

—Gracias nana —contestó Jimin con una sonrisa.

El teléfono de Jungkook sonó con un mensaje.



YOONGI
Hola, ¿cómo está el chico rubio?, espero que bien, me gustaría platicar contigo, ¿me mandas tu ubicación para ir a donde estás?

JUNGKOOK
Hola Min, él acaba de despertar y está mejorando. Te envío la ubicación, te espero.


Jungkook suspiró y guardó el celular en su pantalón.

—¿Todo bien? —preguntó Jimin.

—Claro, los dejo solos un momento, necesito hablar con Hoseok —dijo Jungkook haciéndole señas a su amigo para que saliera con él del lugar.

Tae se sentó en la cama y le empezó a platicar a su amigo, lo que había pasado con Lee, con los Park y con los Kim.

Tae se sentó en la cama y le empezó a platicar a su amigo, lo que había pasado con Lee, con los Park y con los Kim

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—¿En verdad Lee está muerto? —preguntó Jimin sorprendido.

—Sí, Hobi me platicó que el muy maldito, mató a la madre de dos oficiales de la policía. Jungkook, Namjoon y él, se unieron a ellos para atraparlo. Lo planearon todo muy bien, nos rescatarían y los oficiales matarían a Lee. Y así lo hicieron. Lo que me parece raro, es que ninguno haya ido a la cárcel, al final de cuentas son mafiosos.

Jimin se quedó pensando —¿y si el acuerdo solo era ayudarlos para atrapar a Lee y luego dejarlos libres?

—No sé, pero debo confesarte que tengo miedo que Hobi vaya a la cárcel.

¿Y si Jungkook va a prisión también? Estará solo de nuevo. Ese pensamiento hizo estremecer a Jimin, pero se quedó en silencio.

—¿Y qué hay de nuestros padres? —cambió de tema para no pensar más en eso.

—¡Huy!, ni los tuyos, ni los míos, creo que vayan a salir del gran lío en el que se metieron al ayudarle a un mafioso.

—¿Abogarás por ellos?

—¿Lo merecen? —preguntó Tae serio.

El rubio bajó la cabeza, sabía la respuesta.

—Jimin, tu sabes que sin que ellos lo supieran, he ido a psicólogos para superar varios eventos sin éxito. Pero francamente, no haré nada. Los he perdonado, pero en mí cabeza siempre van a estar los recuerdos de toda la mierda que viví a su lado. Aunque fuéramos adoptados, no merecíamos lo que vivimos al ser parte de su familia.

Taehyung tomó las manos de su amigo.

—Hemos sufrido mucho a su lado y creo que deberíamos dejar que la justicia haga su trabajo.

Jimin volteó a ver a su amigo recordando los momentos difíciles, en los que siendo aún pequeños, ambos se consolaban por el maltrato de sus padres. Asintió, tenía que soltarlos para que de algún modo, pagarán el hecho de no darles una niñez como todo niño debía tener, rodeados de amor y momentos hermosos.

—Bueno ya, dejemos el tema —dijo Tae limpiando sus lágrimas— deja te platico lo que me hizo Hoseok, después del secuestro —susurró mientras Jimin sonreía. Amaba como su amigo cambiaba los temas para distraer a su cabeza.                                                                                  

Jungkook se sentó en uno de los sillones de la biblioteca. Recargó su espalda y echó la cabeza hacía atrás cerrando los ojos. Estaba agotado mentalmente.

—¿Qué pasa? —preguntó Hoseok, al lado de Namjoon que acababa de llegar. Ambos se fueron acercando a su amigo.

Jungkook abrió los ojos y contestó.

—Min Yoongi viene para acá, quiere hablar conmigo.

—Rayos, ¿tú crees que venga por ti? —preguntó Namjoon.

—Es lo más seguro, pero antes quiero pedirles varios favores.

—Los que quieras —contestaron los dos.

—Quiero que cuiden de Jimin en mí ausencia. No sé que vaya a pasar con la empresa de sus padres, pero saben mi número de cuenta para todo lo que él necesite. Hoseok, sé que tienes un futuro prometedor por delante con Tae y me gustaría que tanto tú como Namjoon dejarán éste negocio. Todos tenemos ahorros que podemos gastar casi por el resto de nuestras vidas. Hubiera deseado haber hecho esto antes, pero no tenía a alguien como Jimin que me hiciera sentar cabeza. Tengo fe, en que ustedes dos harán un buen equipo fuera del negocio de las drogas y las armas. Namjoon, por favor usa el dinero de mi cuenta para liquidar a todos los hombres que nos han ayudado a lo largo de estos años y hazte cargo del orfanato por mí.

—No te preocupes por nada Jungkook, Hobi y yo habíamos hablado sobre dejar el trabajo también. Él tiene a Tae y yo, pues, estoy saliendo con el oficial Seokjin. Realmente deseamos sentar cabeza, porque ellos lo merecen —contestó Namjoon.

—Gracias, en verdad estoy orgulloso de ustedes.

El celular de Jungkook sonó con un mensaje.


YOONGI
Estoy en la ubicación que me enviaste.

JUNGKOOK
Ya salgo a buscarte.

—Bueno chicos, voy a hablar con Yoongi, espero que me dé la oportunidad de despedirme de Jimin y Mi Rae.


La cuenta pendiente con mi alma gemela [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora