La cuenta pendiente con mi alma gemela [Kookmin]

EXTRA

DOS AÑOS DESPUÉS...

—Vamos —Baek señaló la montaña rusa frente a él.

Jungkook se quedó viendo la altura y se quedó callado. Definitivamente no subiría a ese juego.

Jimin se dio cuenta del temor en los ojos del pelinegro y sonrió.

—Yo iré contigo bebe —le dijo a Baek ofreciéndole su mano para subir al inmenso juego.

Baek asintió y tomó la mano de Jimin.

—Regresamos en un momento amor, ¿por qué no buscas algo refrescante para beber mientras volvemos? —le dijo al pelinegro.

—Bien cariño, diviértanse —contestó Jungkook sintiéndose aliviado.

Jimin y Baek se encaminaron felices a la montaña rusa, mientras Jungkook los veía alejarse.

Caminó por la feria para entretenerse un poco, observando los puestos. En uno ofrecían regalos a cambio de tiros, en otro debían reventaban globos en una pared y el que llamó su atención, fue una carpa roja donde ofrecían leer la mano, adivinar el futuro y hacer todo tipo de rituales para la buena suerte. A pesar de que el pelinegro no era fan de ese tipo de cosas, sintió curiosidad y se acercó.

—Bienvenido caballero, ¿en qué puedo ayudarlo?, ¿le gustaría saber su futuro?, no, tal vez, ¿desea ganar la lotería?

—No, yo solo estaba viendo los puestos.

—Tstststs —chasqueo la lengua en su paladar— todo pasa por una razón. Pase, tal vez hay algo que deba conocer de su vida pasada.

Jungkook se quedó pensativo y la curiosidad le ganó. Volteó a ver la rueda de la fortuna y entró a esa carpa. Se sentó donde le indicó el chaman y permaneció serio.

—¿Cree en las vidas pasadas? —preguntó el hombre sentándose frente al pelinegro.

—No realmente. Pero sí empecé a creer en el destino no hace mucho tiempo.

—Bien, ¿qué le parece sí checamos su vida pasada?, así podremos ver sí tiene algo que debe pagar en esta vida.

—¿Algo qué pagar? —preguntó ladeando la cabeza.

—¡Claro!, nuestra vida tiene objetivos por cumplir y deudas por saldar.

—O k e y.

—Comencemos. Tome esto y cierre los ojos. Va a ver y sentir parte de lo que vivió en su vida pasada. No es necesario que me lo describa, solo disfrute de la función —dijo el chaman, sabiendo a lo que se refería.

—Jungkook asintió escéptico. Tomó el objeto metálico, con cascabeles a un lado y listones de colores en el otro extremo. Cerró los ojos con la firme convicción, que no vería nada.

Jungkook abrió los ojos acostado en su cama, vio la luz del sol entrar por su ventana y sonrió con un cosquilleo en su estómago. Volteó a ver la fecha del calendario colgado en su cuarto. Era Junio de 1969, pronto llegarían las vacaciones.

Se levantó, se duchó, vistió su ropa, desayuno lo que su madre le preparó, tomó su maletín y salió rápido para alcanzar el autobús que estaba por llegar a la parada.

Las clases que tenía asignadas estaban por terminar, pero faltaba la última y por la que estuvo esperando ansioso toda la mañana.

Se paro frente a la puerta del salón con el corazón acelerado, seguro su cara tenía un sonrojo y no podía hacer nada para desaparecerlo. La sonrisa de felicidad que iluminaba su rostro, lo hacía parecer un chiquillo y no un adulto. Respiró profundo y entró.