El viernes había terminado y Jungkook estaba inquieto. No había manera de saber como se encontraba Jimin, así que estaba feliz de terminar con sus clases.
Se dirigió a la parada de autobús para ir a casa del rubio. Sentado mirando por la ventana, daba vueltas y vueltas a su cabeza. Era consciente que debía terminar con esa relación o ambos saldrían perjudicados. Pensar en no volver a Jimin, dolía de sobremanera.
Había pasado un año desde que las vidas del pelinegro y del rubio, se habían cruzado. Jungkook, un maestro que vivía con sus padres y su hermano mayor, inició dando clases de idiomas para el grupo de Jimin. Los padres del rubio, lo habían enviado de Busan a Seúl para estudiar, vivía solo en una pequeña casa que ellos tenían ahí para vacacionar.El día en que Jungkook entró a ese salón de clases y vio a ese hermoso rubio, cayó perdidamente enamorado. Siempre fue un hombre serio, reservado y dedicado solamente a su profesión, pero en ese momento pudo confirmar, que el amor a primera vista, si existía.
Para Jimin pasó lo mismo, ver el hermoso carisma y físico de ese maestro, fue como sacar a un rey de un relato de la dinastía Joseon y ponerlo frente a él. Sus delineadas facciones, su cabello negro y su sonrisa que iluminaba cualquier lugar, lo hicieron caer rendido a sus pies en la primera clase que les impartió.
Se dice que cuando menos lo esperas, aparece alguien que responde a tus deseos más profundos. Para ellos fue así.
Los dos soñaban con una pareja que inundaran sus corazones de amor verdadero, ese que te hace sonreír cada día con solo verlo y te hace querer ser mejor persona.
Ambos admiraban la belleza de las chicas como la mayoría de los hombres hacía, pero extrañamente ninguna lograba provocar ese cosquilleo en el estómago, que sintieron al conocerse.
Las personas que llegaban a declarar su homosexualidad en ese tiempo, eran humilladas, golpeadas y señaladas duramente por la sociedad. Era una aberración estar con alguien de tu mismo sexo.
Fue algo extraño para ambos, enamorarse de otro hombre, era algo que jamás pasó por sus cabezas, pero sucedió. Ese sentimiento se metió en cada poro de sus cuerpos, haciendo inevitable que floreciera un amor muy fuerte.
Después de varios meses de roces y miradas coquetas, ambos decidieron darse una oportunidad. Se escondían a la salida de la escuela para pasear y estar cerca. Un día se rindieron a la pasión y se entregaron. Era la primera vez para ambos y eso los unió aún más.
Jungkook estaba frente al departamento de Jimin. Su corazón casi se salía del pecho, pero ésta vez, no era de felicidad. Respiró profundo y tocó a la puerta.
-¡Kookie! -la carita magullada de Jimin se iluminó y lo apretó en un fuerte abrazo.
-¿Cómo estás cariño? -preguntó mientras acariciaba su cabello rubio.
-Muy bien, ya no me duele nada.
-Entremos.
-Sí.
Deshicieron el abrazo y entraron a la casa.
Jungkook se sentó en un sillón de la sala y se quedó viendo a su chico por largo rato. Jimin hizo lo mismo frente a él, pero un mal presentimiento empezó a invadir su pecho.
-¿Qué pasó en el baño cariño?
-Nada importante, los chicos se pusieron a jugar rudo y no aguanté, eso fue todo.
-No mientas y dime que te dijeron.
Jimin agachó la cabeza derrotado. Realmente no quería que Jungkook escuchara todas esas palabras hirientes que los chicos le habían dicho.
-Solo me dijeron que los hombres no deben andar con otros hombres y me empezaron a golpear.
-Ven acá -Jungkook abrió sus brazos.
Jimin se levantó, se sentó en sus piernas y se acurrucó en su cuello.
-Jimin, te amo.
-Yo te amo más, Kookie.
Nunca antes esas palabras se habían sentido con tanto dolor.
-No podemos seguir con ésta relación cariño. Daría mi vida porque nuestro amor pudiera ser aceptado por el mundo entero, pero ellos no están preparados para ver un amor como el nuestro -dijo Jungkook viendo a Jimin a los ojos.
-Podemos seguir viéndonos en secreto Kookie.
-No, siempre va estar alguien que nos vea juntos. En la escuela ya me cuestionaron por nuestra cercanía y luego lo que pasó con esos chicos.
-Rento otro lugar para irme de aquí.
-Cariño, si seguimos juntos, ambos saldremos perjudicados. Puedo buscar otro trabajo para que termines la carrera en donde estás o intentamos ser fuertes estos meses que quedan de clases, te graduas y regresas a Busan a trabajar en el negocio de tus padres.
Las lágrimas de Jimin rodaron como dos ríos por donde corre la creciente arrasando con todo.
Sabía que ese amor era imposible, pero, ¿cómo explicarle a su corazón?, era algo inútil hacerlo y entender que no podía estar al lado del hombre que amaba. Dolía como si le atravesaran una daga lentamente por el pecho. Y en esos pocos minutos, Jimin también había tomado una decisión.
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La cuenta pendiente con mi alma gemela [Kookmin]
RomanceJimin y Jungkook vivieron cosas terribles en su primera vida juntos. Ahora, 5 décadas después, se vuelven a encontrar, pero, ¿se reconocerán sus almas?, ¿un mafioso heterosexual podrá fijarse en un chico? NOTA IMPORTANTE: Contiene dos escenas Jikook...