—¡Contéstame, Louis!
La repetición de tan espantosa pregunta lo acorraló hacia el más profundo y tenebroso de los abismos. El temblor en sus manos era en demasía notorio, una sensación que se hacía presente en su cuerpo cada que algo lo superaba emocionalmente.
—¡Habla de una maldita vez, Louis!
Escuchar de nuevo esa voz lo ayudó a incrementar más el incómodo escalofrío que recorría sin pudor alguno cada rincón de su estático cuerpo. Las palabras no le salían de la garganta, tal parecía que estas no podían ser formuladas de una manera correcta, una que lo ayudara a defenderse de la marejada de problemas que lo arrastrarían a un llanto seguro. Y no lo lograba; su desarrollo psicomotor aparentemente lo había abandonado por completo.
—¿Por qué no me respondes?
Un ambiente denso cubría los momentos y el eco del horrendo silencio se mantenía latente en su audición. El miedo avanzaba veloz; apoderándose cada vez más de su espíritu, pues cada segundo transcurrido parecía una maldita perpetuidad que poco a poco le incineraba el alma.
—¡Respóndeme! ¿Te acercaste a mí para distraerme?
La situación se tornó para nada alentadora cuando de esas preciosas esmeraldas cristalizadas, una linfa transparente comenzó a aparecer humedeciendo aquel pálido y desencajado rostro; el rostro del cual Louis se encontraba perdidamente enamorado.
—Mi amor —logró pronunciar una torpe oración luego de casi dos minutos de mutismo— . Tengo una explicación.
—¡Ay, no, Louis ! ¡No, por favor! ¡No me hagas esto!
El sollozo desgarrador emitido por la garganta del chico hizo que uno suyo se escapara también, dejando en claro que la desesperación empezó a adueñarse de su razonamiento.
Estaba completamente convencido de que no quería perder a su ángel de los ojos verdes.
—Escúchame mi vida las cosas cambiaron en el camino….— Con las lágrimas empapando sus mejillas, se inclino hacia su lado y se aferró a el, no iba a soltarlo, no quería.
—¿Por qué me hiciste esto? — cuestionó el de esmeraldas con el alma rota.
Y fue a través de un fuerte abrazo sin respuesta contraria que Louis pudo percibir a la perfección cómo aquel torso se contraía a causa de un desolador llanto del cual era cien por ciento culpable. Una culpa que quiso enmendar desde el instante que aceptó que Harry Styles le había cambiado la vida en una plenitud indefinible.
—Mi amor —habló con desespero, necesitaba que este creyera en sus palabras.— Te juro por lo más sagrado que todo cambió.
—¡No te creo! —vociferó, apartándose bruscamente de ese abrazo. — No te creo porque nada tiene sentido. Tu enamoramiento por mí siempre fue tan surrealista, tan poco creíble para mi raciocinio; sin embargo, decidí confiar. ¡Por una maldita vez en mi vida decidí confiar! ¡Confiar en ti!.
—Harry, mi amor ... te amo, mi vida. —Quiso de nuevo atraparlo entre sus brazos, pero el menos alto se lo impidió. Luego, le dedicó una de las miradas más frías que Louis pudo ver jamás .
—Eres un desalmado ... No te importó en lo absoluto todo el amor que te profesé ... El amor que te profeso desde los malditos quince años. Te valió una mierda todo el daño que podrías causar con esto.
—Bonito ... fui un estúpido, ¡un imbécil! — El terror estaba allí ... Se revelaba claramente en su desgarrada voz y en sus intentos por unas desesperadas caricias. Pero te juro ...
—¡No me jures nada! —Con un fuerte manotón apartó los delicados roces que el contrario estuvo a punto de brindarle — Niall siempre tuvo la razón.
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Sobre Hielo [ Larry stylinson]
Fanfiction"Desde su adolescencia, Harry ha estado secretamente enamorado de Louis, un exitoso patinador profesional. Inspirado por este amor de juventud, decide seguir sus pasos en el mundo del patinaje artístico, sin imaginar lo que pasaría después. A medi...