Capitulo 26: " lo quiero de esa manera"

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Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete y ocho. Muy bien, Harry- exclamó la maestra de danza a la vez que juntaba ambas palmas con exuberante emoción-. Me encantan tus líneas, son extremadamente perfectas, cariño.

-Gracias -replicó con un deje de timidez y cansancio en su habla, echándole en el proceso una mirada disimulada a sus demás compañeros, pues los halagos en público siempre le ocasionaron un poco de nervios.

-La clase termina hoy, mis jóvenes ilustres del patinaje. Y recuerden, entrenen fuerte y tengan mucha suerte.

Los murmullos aliviados de los chicos resonaron por todo el salón. Aquellos jocosos balbuceos le causaron un poco de gracia al ojiverde, dado a que algunos allí presentes no gustaban de la danza; sin embargo, la realizaban por el simple hecho de formar parte obligatoria en el plan de entrenamiento.

Harry ató sus sudados mechones en una no muy bien elaborada coleta de caballo, al mismo tiempo que observaba a través del enorme espejo a sus demás compañeros abandonar el salón, listos para continuar con las siguientes labores que les indicaba el día. Shawn se retiró de último, no sin antes despedirse eufóricamente de él, por lo que de manera amable respondió a ese alegre ademán con otro similar.

Después que el salón quedara en completa soledad, Styles optó por terminar de guardar sus implementos deportivos, y seguido a eso, encaminar sus pasos al estacionamiento.

El reloj de puño marcó la una de la tarde exactamente. Los dolorosos ruidos provenientes de su estómago le lanzaron la cartilla que debía ingerir algo de alimento antes de marcharse al hotel o de lo contrario; no podría concentrarse en su examen, mismo que debía presentar dentro de hora y media.

-No molestes ahora - musitó con fastidio, dirigiéndose verbalmente a su estómago.

La puerta de cristal se abrió; permitiéndole de esa forma, mirar a través del reflejo del espejo al hombre que ingresaba con cautela al lugar. Los latidos de su corazón se aceleraron como una estampida descontrolada al grado de perder por unos segundos la respiración, tales sensaciones lo obligaron a inhalar automáticamente un poco de aire y luego expulsarlo de forma calmosa.

Examinó, ante la atenta mirada zafiros, cada paso que su chico daba. Vestía su atuendo deportivo, ese que lo hacía lucir simplemente hermoso. El color blanco de su chamarra inglesa en definitiva le sentaba a la perfección, ya que combinaba con el brillo radiante de sus bellos dientes.

-Hola, mi amor -saludó el castaño, dejando en su habla un claro rastro de timidez.

-Hola -La carencia de dulzura en la voz del menor logró que Louis se tensara un poco, pues no quería que el anterior altercado con Harry se prolongara más de lo debido.

-Vengo en son de paz. Desde ayer estamos peleados, Hazz. No quiero seguir así.

-No fui quien comenzó la pelea -se defendió con obviedad mientras colgaba el bolsón deportivo en su hombro -. Fuiste tú quien desató el problema.

"No lo atosigues".

Las sabias palabras de su entrenador llegaron a su mente como una epifanía; esa que le indicaba tomar un rumbo diferente a la conversación.

-Tienes toda la razón, no debí presionarte -espetó.

-Tampoco actúe de la mejor manera. Solo hay que olvidarlo y ya.

Pero por la mente de Louis no se cruzaba la idea de "olvidar". Aun así, actuar con mesura y sin presiones era la mejor opción para tratar con esa faceta nunca antes conocida de Harry.

-Está bien - expresó con dulzura. Retiró sus manos que segundos atrás habían permanecido en su espalda; pequeño obsequio que traía para su novio - Te compré un sándwich de pavo con lechuga y un licuado de papaya. Sé que no has comido y también sé que estás a punto de marcharte, entonces te tocará comerlo en el camino.

Sobre Hielo [ Larry stylinson] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora