Capítulo 3: El comienzo de un plan....

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Las calles londinenses adornadas por las lucecitas varias de la casi cercana navidad, iluminaban la noche y la marcha de los mejores amigos que yacían recorriendo la ciudad con el único fin de entretenerse y aprovecharla al máximo. Inglaterra había sido uno de sus mayores sueños, y fue gracias al talento en mixtura con el esfuerzo de Harry que ambos se encontraban ahí.

El rizado admiraba con detenimiento a cada transeúnte que por el lugar merodeaba. Su intensidad era tanta que incluso se ganó un par de regaños por parte de Niall , ya que según este lo tacharían de acosador. Y Harry defendió sus acciones expresando que los ingleses eran bastante atractivos.

Caminaron por un rato más hasta que decidieron regresar con el chofer del auto, quien los esperaba en el punto más céntrico de la ciudad. Era bastante tarde, y a Harry le tocaba entrenar al día siguiente, por ello decidieron acortar el paseo.

"Ya habrá tiempo", se convenció mentalmente Niall ante un loco pensamiento que surcó su cabeza.

La brisa casi congelada se filtraba con fuerza a través de sus fosas nasales; sin embargo, esa feroz helada no les molestó en absoluto, puesto que los dos eran originarios de Minnesota, uno de los estados más gélidos de los Estados Unidos.

Una vez adentro, el frío pareció mermar gracias a que la calefacción del auto empezó a hacer su trabajo. Harry se acurrucó un poco dentro de su abrigo color café a juego con una bufanda de la misma tonalidad. Su boca ya no expulsaba el humo helado que la intemperie de la extranjera ciudad le había provocado; fue entonces cuando permitió relajarse y suspirar ante la calidez del interior de aquella minivan asignada para su persona.

El bullicio navideño desapareció por completo y en su lugar, una hermosa melodía proveniente de la radio del coche se encargó de relajarlo aún más. Sus ojos cerrados y su mente en blanco indicaron que poco faltaba para que cayera dormido, pero la voz de su mejor amigo lo sobresaltó al grado de girar la cabeza y observar el motivo de su tono molesto.

—¿Ya revisaste tu Instagram? -preguntó con altanería. Harry negó con desinterés, esto debido a que no era amante de la tecnología.

-¿Para qué?

-Esto va a interesarte -le acotó con tono rayando en la amargura.

-No creo -dijo-. No me gustan las redes.

-¡Revisa, carajo!

-No me grites! -expresó con un deje de molestia, mientras rebuscaba en su mochila una liga para atar su cabello

-Harry, no seas rogado. Además, me interesa que mires para que te mentalices.

-Sabes perfectamente que no me gustan las redes-enunció con calma. Segundos más tarde encontró la colita que tanto buscaba, y dispuesto a hacer un moño en sus abundantes mechones, la colocó en su boca. Sus dedos ni siquiera se enredaron en su rizada cabellera, esa que Niall tanto amaba.

-No lo ates, no me gusta.

-Tu fetiche me asusta-musitó, a la vez que le daba la última vuelta a la liga en su ya recogido cabello.

-Sabes que lo voy a soltar, ¿cierto?

-Si lo haces, te golpearé.

Niall bufó molesto mientras guardaba su móvil en el bolsillo derecho de su llamativo abrigo de piel.

-Revisa tu teléfono.

-¡Eres molesto!

Sin despegar ni un solo momento la vista de su mejor amigo, sacó de su bolsillo el móvil que tanto le obligaba a usar.

-Ya-lo sacudió con obviedad

-Dije que lo revisaras, no que lo sacaras.

-Para revisarlo tuve que sacarlo primero, genio de la lámpara.

Sobre Hielo [ Larry stylinson] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora