Sobre Hielo [ Larry stylinson]

Capítulo 10: "No te involucres"....

-¡Repite otra vez, maldita sea!

El grito furioso de James retumbó por todo el Ice Hearthstone, llamando la atención incluso de los otros patinadores que se encontraban entrenando en ese mismo lugar.

Harry intentó de todas las formas posibles que los gritos de su entrenador no le afectaran los sentimientos; sin embargo, su propósito por mantener la neutralidad se fue al caño cuando la octava caída de la mañana se hizo presente en su rutina.

Escuchó otro alarido cargado de frustración por parte del couch, y eso le preocupó notoriamente. Sabía que tantas fallas en menos de una hora pondrían a su perfeccionista entrenador al borde de la histeria.

-Perdóname, James-expresó con evidente angustia.

-Harry-le llamó con una voz que a juzgar por su volumen, parecía que en cualquier momento estallaría en la más desproporcionada de las iras-acércate-El mencionado obedeció, por lo que el entrenador suspiró antes de preguntar-: ¿Qué rayos te pasa?

-No sé ―respondió con un hilo de voz. Sabía a la perfección que le ocurría, pero se negaba rotundamente a decir el porqué de su precaria liviandad -, no sé qué me ocurre, pero te prometo que me voy a concentrar.

-Hazlo de nuevo -le ordenó de manera tosca. Su pupilo solo asintió.

Con el dorso de su mano, el menor retiró de sus mejillas un par de lágrimas silenciosas que descendían a través de estas. Inhaló de forma profunda, y dispuesto a mejorar su rutina, regresó al hielo.

Su desplazamiento en reversa comenzó. Ejecutar un doble Axel era su propósito, mismo que se vio severamente frustrado cuando su mala postura en el aire lo mandó por novena vez al piso. Un sollozo lleno de aflicción se escapó de su boca, mientras que las lágrimas hacían de nueva cuenta su aparición.

-¡Basta de lloriquear! -gritó un furioso Corden -. ¡Levántate y continúa! ¡No logro entender qué carajos sucede contigo, mierda!

-No me llames de esa forma, por favor -habló con un doloroso nudo en la garganta.

-¡Entonces demuestra que no eres un pedazo de mierda!

-No lo soy, pero...

-¡No quiero excusas! ¿Dónde está tu livianez? ¿Dónde carajos la dejaste? --La piedad era nula en James; y cuando de perfección se trataba, no tenía compasión con nadie. Ni siquiera con Harry.

-Prometo hacerlo bien -susurró ahogando un sollozo -. No te enojes conmigo, por favor. -Sorbió su húmeda nariz, y con lentos movimientos, comenzó a desplazarse por el helado lugar. Se sentía tan frustrado y humillado. Se sentía como un niño de cinco años el cual su madre regañaba sin lástima por no saber qué número seguía después del diez.

Torpeza, falta de concentración y pesadez en sus saltos. Styles simplemente se había convertido en compendio de lo que hacía una noche, fue un gran patinador.

Y una cabellera castaña ingresando a la pista solo complicó más las cosas, ya que la acción por realizar de nuevo un doble Axel fue abruptamente impedida por un mal aterrizaje; uno que lo llevó a tambalear su cuerpo y seguidamente, caer por completo al hielo.

El castaño sonrió con basta sorna al percatarse de las dificultades técnicas por las cuales el rizado en esos momentos atravesaba. Sin embargo, su risa se desvaneció de golpe al escuchar los feroces y crueles regaños que su entrenador James le propinaba. Una fuerte punzada en su pecho tuvo cabida ante la condición del chico de los Estados Unidos. Ese llanto lleno de frustración le congeló la sangre, y el inusual deseo de protegerlo creció en él a la velocidad de un tren bala.