Entre las tibias sábanas de seda, descansaban dos hombres que hacía un par de horas habían demostrado su forma de amar a través de pulcras caricias y besos tan cálidos como los rayos del mismo sol. La cama fue testigo de su mayor entrega de amor, mezclada con un candente deseo; mismo que los arrastró a un precipicio de pasión.
Era Suave. La respiración de aquel indefenso castaño es tan suave como la melodía acústica de un sonoro violín. Dulce. El superficial sabor de sus labios rosas era similar al de un caramelo. Lento. El efímero parpadear de sus, en ese entonces cerrados zafiros, era lento como el despacioso caudal de una pequeña quebrada.
Nunca se había tomado el tiempo para apreciarlo, puesto que su despertar era siempre tardío; sin embargo, esa anarquista mañana decidió robarle unos minutos de sueño, mismos que le permitieron admirar la adónica belleza de la cual era poseedor su amado Louis. Sus verdes esmeraldas recorrieron cada rincón de su perfecto rostro, no omitiendo detalle alguno, ya que era imposible hacerlo... la hermosura de sus facciones estaba expuesta... tan clara como el agua de un cristalino manantial.
—Eres tan bello — habló en tono muy bajito, a la vez que su boca hacía una leve presión con la contraria —. Tanto por dentro como por fuera.
Repitió el procedimiento tres veces más, uno más profundo que otro; no obstante, el cansancio atestado en cada lánguido resuello le indicaron al menor que tendría más tiempo para seguir apreciando a su aletargada pieza de arte. Se removió un poco de entre sus brazos para elevar su rostro hacia aquellos sedosos y lisos cabellos; una vez ahí, enterró su nariz en ellos, aspirando todo lo que pudiera de ese hipnotizarte olor a menta que al parecer su hombre emanaba de manera natural. Posteriormente bajó hasta su blanquecino cuello, donde no se perdió de mucho pues el aroma era casi similar pero no dejaba de ser delicioso.
—Me encantas — susurró, con su faz perdida entre las sensaciones que ese chico le despertaba, con el deseo latente de robarle un beso a cada trecho de piel.
Y así lo hizo. Fue suave, casi un diminuto roce. Primero inhalaba su aroma; después, lo palpaba con sus labios, recorría con su nariz todo el perímetro de su piel y sus labios hacían la parada en esta, disfrutando de forma cada vez más humectante ese varonil cuello que de a poco iba nublándole el sentido.
—Louis —musitó, su aliento golpeaba cálidamente ese grato ser. Aun así, sus energías pasaron inadvertidas para el hombre que permanecía prisionero de la inconsciencia —, en ocasiones me cuesta creer que esto sea real. No tienes idea de cuánto te soñé. Día tras día, noche tras noche, imaginaba en mi cabeza escenarios ficticios en los cuales te enamorabas de mí.
Continuó con esa tersa estela de besos que, a un despierto Louis, habrían mandado directo al cielo. Para su mala suerte no lo estaba, por esa razón no pudo sentir como aquellos roces labiales se encontraban estacionarios en una de sus mejillas.
—Jamás creí que algún eso sucedería. —Cada húmeda caricia era lenta... tierna... delicada — Pero pasó, y de la mejor manera. Porque pude darme cuenta del hermoso ser humano que eres.
Porque Harry no solo se encontraba enamorado de su físico, también lo estaba de su alma, de todas y cada una de las acciones que ese hombre realizó hacia su persona. Estaba embelesado por su paciencia, por su tenacidad y por su perseverancia. Lo amaba con cada latido de su corazón, ese mismo que tenía por dueño al chico de bellos ojos azules.
Jamás en toda existencia había conocido un ser humano tan bueno como lo era él. Y solo podía dar gracias a cualquier entidad divina el haberle permitido cumplir el sueño de conocerlo…y en el proceso consumar la mutua aficción.
Louis era el protagonista de lo que sería su nueva historia... Y deseaba redactarla con todos los anhelos de un verdadero amor. Necesitaba hacerlo, porque no iba a desperdiciar el sentimiento que a cada segundo transcurrido su novio se encargaba de llenar de paz y armonía.
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Sobre Hielo [ Larry stylinson]
Fanfiction"Desde su adolescencia, Harry ha estado secretamente enamorado de Louis, un exitoso patinador profesional. Inspirado por este amor de juventud, decide seguir sus pasos en el mundo del patinaje artístico, sin imaginar lo que pasaría después. A medi...