Sobre Hielo [ Larry stylinson]

Capítulo 25: primer intento...

Un lúgubre cuarto de habitación fue testigo de aquel desmesurado ataque de ira. Cobijas en el suelo, la cama lejos de su lugar y la pequeña mesa de noche hecha totalmente pedazos, eran la clara señal de su celópata furia.

Su pecho subía y bajaba a causa del cansancio; canalizar su enojo por medio de la destrucción material no fue suficiente, ya que la cólera aún seguía vigente en su interior.

-¡Maldito ! ―jadeó un grito- . ¡Mil veces maldito ! ¡ Yo debería estar en su lugar ! ¡ Yo debería estar besando tus labios , no él ! ¡ Por qué lo prefieres !

Con su cuerpo apoyado en la pared fue deslizándose lentamente hasta llegar al frío suelo y una vez allí , poder ver la cantidad de fotografías que su reciente rabieta lo obligó a regar. Sus iris azabaches fijaron su atención en una en especial; por ello, se inclinó un poco para que su mano obtuviera la cercanía suficiente de recoger la bella instantánea.

Sus ojos admiraron esos sedosos rizos tan radiantes . Observó aquellos dos jades que perfectamente podrían hacerle la competencia al bonito color de un bosque en plena luz del dia, sus hermosas mejillas manchadas con la tonalidad de una hoja en pleno apogeo de otoño , su prístina sonrisa tan cálida y llena de vida como una mañana de primavera.

Y suspiró, suspiró ante tanta belleza reunida. El causante de su arranque de rabia había sido el mismo en tranquilizarlo.

-Eres simplemente precioso, Harry . ¿Por qué no te fijaste en mí? ¿Acaso no soy suficiente para ti?

Echó su mirada nuevamente hacia las cientos de fotografías , mismas que tenían retratado al bello chico americano; algunas extraídas de la página oficial del comité, otras tomadas cuando se encontraba distraído.

Su mano libre tomó el periódico deportivo de esa mañana y contempló de nueva cuenta la portada que tenía como protagonista el beso que los competidores de Inglaterra y Estados Unidos se habían dado. Cerró sus ojos fuertemente mientras con su extremidad arrugaba tan visual información.

-¿Es normal desearte tanto? -Con suma delicadeza acercó la otra foto hacia sus labios, depositando un profundo beso en el inerte retrato del ojiverde- . No lo sé, pero tu desamor lo pagarás muy caro. Te voy a joder la puta carrera de patinador... Te voy a joder la vida.

❄️❄️❄️

En el otro extremo de la ciudad , un chico dormía plácidamente entre las sedosas mantas de una amplia cama, bajo la mirada de un enamorado ingles que no podía despegar un solo momento sus orbes turquesas de la faz de su amante . Admiraba con interés y sumo alborozo cada rincón de aquel angelical rostro; y el recuerdo de la noche anterior después de los programas solo aumentaba más y más el latido de su corazón. Hacer el amor con Harry se había convertido en una de sus adicciones preferidas, realmente le fascinaba volverse uno en la intimidad con ese ángel anarquista .

Pero por más que haya disfrutado esa noche, hubo algo que no le permitió alcanzar el gozo en plenitud: El cuerpo de su amante. La delgadez en este era evidente a tal grado que su mirada fue testigo, por medio de las posiciones sexuales, cuán notoria era su frágil esbeltez. Su espina dorsal, la vista que más le preocupó, se remarcó a la perfección a través de su blanca piel, mientras que los huesos de su pelvis quedaron expuestos ante cada espasmo vívido.

Cerró sus ojos a la vez que acercaba sus labios a los cerrados del contrario y, con un suave roce, le transmitió todo el amor que en su corazón imperaba. El rizado no se despertó ante el tacto, cosa que facilitó los planes del mayor.

-Voy a prepararte un rico desayuno -susurró , poniéndose de pie en busca de alguna prenda que cubriera su desnudez- . Y luego de eso , tú y yo hablaremos seriamente.