Capitulo 7: ¿El descubrimiento de un problema?

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Ver comer a ese adorable rizado de ojos verdes, provocó en Louis unas enormes ganas de reír. Parecía que el chico no había comido en meses, que su entrenador lo mantenía atado en un oscuro sótano, siendo liberado solamente para los entrenamientos.

Y su pensamiento cobró vida cuando una traviesa risa se escapó a través de sus labios. Harry, por su parte, se mantuvo sumergido en las deliciosas sensaciones que el chocolate le brindaba a su paladar.

-Y cuéntame, ¿quién es Harry Styles? ¿Cuáles son sus sueños? ¿Qué le gusta? ¿Qué le disgusta? ¿Qué ama? -El castaño formuló esas preguntas, marcando una dulce sonrisa en su rostro. Acto seguido, a su boca, llevó un pequeño trozo de pastel de zanahoria.

Ante aquel par de interrogantes, un tímido ademán se dibujó en los labios del chico. Y después de unos cuantos segundos de auto convencimiento, decidió creer un poco en su nula capacidad para hablar de sí mismo, y respondió:

-Tengo veinte años, pero comencé en el deporte cuando apenas tenía diez. Mi segundo nombre es Edward, estudio biología, sé dibujar muy bien, me gusta el chocolate y me disgustan las mentiras ¿Mis sueños? Ganar el oro olímpico y después, la serie del Grand Prix. Respecto a lo que amo; amo lo que me causa felicidad: patinar y bailar. Canalizo todo a través del patinaje y la danza - tragó para seguidamente limpiar con una servilleta la comisura de sus labios-. De verdad amo esas dos cosas.

-Genial -musitó, sin borrar su fausta expresión-. Se nota demasiado que sabes bailar, tus movimientos en la pista te delatan -hizo énfasis en el anterior detalle del baile mencionado por el ojiverde.

Dicho comentario provocó que las mejillas del contrario se encendieran de un rojo intenso. Por su cabeza se cruzó la imagen del inglés estudiando meticulosamente cada desplazamiento suyo por la pista, y pensar nunca lo puso tan nervioso. Ese castaño tenía el poder suficiente para que una sencilla palabra enunciada de su boca lograra desestabilizar por completo la voluntad en sus acciones.

-Gracias -. susurró con la mirada pegada en su plato ya vacío.

-De nada, bonito -contestó con suficiencia disfrazada de dulzura.

La plática fue extendiéndose por unos cuantos minutos, mismos hablados por Louis, quien no pudo zafarse de los cuestionamientos hechos por el americano, pues su forma de pedir las cosas podría llegar a ser jodidamente adorable.

-¡No puedo creer que toques la guitarra y el piano! -expresó con efusividad-. Niall siempre lo sospechó. Él me decía que algunas melodías que danzabas eran creadas y ejecutadas por ti; sin embargo, nunca le creí.

-Niall es muy deductivo -mencionó con extrañeza en su voz.

-¡Lo es! -vociferó con desmesurada emoción, hablar de su mejor amigo siempre lograba ponerlo de buen humor-. Mi Nini es maravilloso, el ser humano más maravilloso que la vida pudo regalarme.

El contrario se tensó un poco ante semejante comentario tan lleno de euforia y admiración hacia una persona. Y por alguna extraña razón, eso le incomodó.

-Es genial que quieras tanto a tu amigo. Porque es tu amigo, ¿cierto?

-Niall es muchísimo más que eso. Niall es mi alma gemela. -El de zafiros se dejó caer en el respaldar de la silla; y con esa acción, caían todos sus planes. Porque si Harry estaba enamorado de su mejor amigo, nada funcionaría.

Aunque no entendía algo... ¿por qué el chico se ponía tan nervioso y embelesado con su presencia, si éste ya mantenía una relación amorosa con alguien más?

-Entonces, Niall es tu ... -disparó con curiosidad una pregunta a medias.

-Niall es como el hermano que nunca tuve -aclaró de inmediato.

Sobre Hielo [ Larry stylinson] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora