Capitulo 53 : El Límite del Dolor

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Lunes. Martes. Miércoles. Jueves. Viernes. Sábado...

Cada día transcurrido traía consigo una perpetua miseria visceral. La agonía desmesurada de su corazón no daba tregua en lo absoluto, solamente crecía más y más cual voraz flama en su interior, logrando incinerar por completo todo rastro de lo que alguna vez fue una alma completa. Nada quedaba ya. Sus radiantes luceros habían perdido su color natural; y en su lugar, la sombría angustia se reflejaba lúgubremente en ellas.

Era esa infernal molestia quien no lo dejaba en paz, una incesante intranquilidad sobre su ser que balanceaba su ligera vitalidad entre la perdición y el hundimiento total.

"No, Louis. El remitente no viene impreso en la demanda. Creo que Harry... Harry no quiere contacto contigo. Todo el proceso será a través de un apoderado legal".

Una semana desde que Mark fue el emisor de aquella desgarradora noticia que destrozó su último gramo de fortaleza y esperanza. Una información que arrasó con su casi agonizante e inexistente estabilidad emocional, dejándolo incluso peor que al principio. Ya no encontraba fuerzas para levantarse, la ilusión había desaparecido de su vocabulario; y en este, la desolación era lo único que se encontraba. A raíz de ello, sus lágrimas pronto se verían escasas, pues Louis Tomlinson comenzaba a saborear el límite del dolor. Un padecimiento que nada podría aliviar....

Solo la muerte.

Eran las constantes cavilaciones que atiborraban de manera silenciosa su cabeza, pues se negó de manera rotunda a que estas salieran a la superficie mediante una dolorida pronunciación. No. No quería preocupar aún más a su pobre y afligido padrastro, quien día y noche se había encargado de acaparar durante toda una semana todo tipo de tiempo que pudiese jugar a favor. Y también, consolarlo a lo largo de todo un ácido mes.

Su "papa" siempre buscaba algún detalle
que sirviera para su persona, algo que le ayudara a resolver la verdadera encrucijada que sería enfrentar aquel proceso tan desastroso; uno del cual sabía no era culpable, pero Harry se había encargado de llevar a cabo sin siquiera conocer razones.

Y menos pudiera pedirle una explicación. Al parecer, el ojiverde no quería ser localizado, actitud que lo dejó en un auténtico debate mental.

No.

No podía agobiar a su entorno con sus constantes lloriqueos. Suficiente hacían sus amigos con apoyarlo en aquel conflicto legal como para que les respondiese con más inconvenientes emocionales. Por lo que, decidido a callar, se sumergió en el solitario lago de un sofocante enmudecimiento.

❄️❄️❄️

—Louis — habló Fanny desde el otro del sillón, afinando los últimos detalles para lo que sería un pronto litigio —. Tiene que haber otra forma de comunicarte con él. Tú lo contrataste, ¿no?

El mencionado permaneció acongojado en el mutismo que flagelaba su mente. Intentando por todos los medios posibles adquirir un poco de convicción para enunciar una respuesta; sin embargo, la debilidad emocional lo mantuvo preso en una cárcel de malas actitudes en cuanto a la cooperación. Sus piernas se encontraban flexionadas, siendo estas rodeadas por sus frágiles brazos, mismos que sirvieron de apoyo para su pálida y áspera mejilla.

Lo que más pesaba era su mirada, esta lucía en total abandono, sus facciones no parecían haberse movido en siglos, justo como en ese momento, nada de él parecía tener un funcionamiento correcto. Esa vulnerable postura dio la señal que Louis estaba perdido en la inmensidad de un insoportable desconsuelo, sus ganas de vivir se le habían extraviado un treinta de diciembre.

Una ironía en demasía absurda, ya que esa noche ganó la medalla que siempre anheló. No obstante; unos minutos más tarde, perdería a su verdadero dorado. Perdió al amor de su vida, con el cual deseaba construir un maravilloso porvenir.

Sobre Hielo [ Larry stylinson] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora