XXIV. Hᴇʀɪᴅᴀs (ᴘᴀʀᴛᴇ ᴅᴏs)

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"The feeling that I'm losing her forever" - Slipping through my fingers (ABBA)

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12 de marzo, 1979

Ethan, Agnar y Rigel desayunaban en el comedor, charlando entre ellos.
Y, a pesar de que solo habían pasado unas cuantas horas, el instituto entero estaba al tanto del accidente entre Jacob y su compañero. No se les había vuelto a ver desde lo ocurrido.

-Buenos días, chicos -interrumpió Olivia. La pelirroja, que acababa de llegar al comedor, se acercó rápidamente a los tres amigos. Le saludaron al unísono, por lo que ella continuó.- Ethan, ¿podemos hablar un momento?

-Sí, claro -carraspeó el rubio, algo confundido.

-Vamos, machote -le empujó Rigel entre carcajadas, a lo que él le correspondió con un codazo.- ¡Oye!

-No tardaré, solo será un segundo.

Finalmente, Olivia y Ethan abandonaron la sala a paso rápido. Ella mantenía la mirada fija en el suelo, y una vez salieron, se cruzó de brazos.

-¿Qué pasa? ¿Qué querías decirme? -preguntó el chico, apoyándose en la pared.

-No pretendía molestarte, tan solo... -la pelirroja suspiró, aún cabizbaja.- Jacob me tiene preocupada. Aunque siempre ha sido un tanto violento, no quiero que se meta en más líos. Sabes que Henry, el chico con el que se peleó, era su compañero de dormitorio, ¿verdad?

El rubio asintió con la cabeza, esta vez arqueando una ceja.

-Sí, lo recuerdo, ¿por qué?

-Me gustaría pedirte que te trasladases a su cuarto. Henry ya ha encontrado otra habitación en la que dormir, pero Jacob no.

-¿Cómo dices? -Ethan se reincorporó rápidamente.- ¿No crees que estaría mejor solo?

-Sé que él y tú no os lleváis muy bien, pero confío en que puedas aportarle la tranquilidad que necesita -Olivia tomó las manos del chico, quien se ruborizó al instante.- Por favor, Ethan. Mi hermano se niega a hablar conmigo, y eres mi última esperanza.

El rubio, nervioso, soltó un prolongado suspiro.

-Está bien. Si tú me lo pides, lo haré -aceptó finalmente.

-¡Dios mío, gracias! -la chica le rodeó la cintura con los brazos.- Eres mi salvación. Te debo una.

Ethan apartó la mirada, pues sus mejillas ardían. Simplemente le dio un par de palmadas en la espalda, sin corresponder al abrazo.

-No hay de qué. Supongo.

•••

-La decisión está tomada. Te guste o no, me toca quedarme -Ethan cargaba con sus cosas, y apoyándose en la puerta de su nuevo dormitorio, le insistía al pelirrojo.

-Puedo estar solo perfectamente, ¿sabes? -rechistó Jacob, mientras se levantaba de la cama. Su pie aún estaba vendado, aunque parecía no darle importancia.

-Eso explícaselo a Olivia, que me ha pedido que venga aquí, contigo.

-¿Acaso te mola mi hermana?

El rubio negó con la cabeza, dejando su equipaje sobre la cama.

-Ella me cae bien. Tú no.

-Pues que sepas que acatas sus órdenes como un perrito faldero.

-Imbécil -le calló Ethan.

Ambos se mantuvieron en silencio durante unos eternos segundos. El rubio sacaba toda su ropa con rapidez, ansioso, mientras que Jacob le vigilaba con ojos penetrantes.

-Como se te ocurra tocar mis cosas, te la corto -resopló el pelirrojo, cruzándose de brazos.- Y no estoy hablando de tu cabeza.

-Yo sí que te la voy a cortar como se te ocurra espiarme mientras me cambio, o alguna mariconada así.

-¿Y por qué querría espiarte mientras te cambias?

-Ya que has estado con la mitad del curso, no me sorprendería. Pervertido.

-Descuida, que por tí no me voy a cambiar de acera, puto virgen.

-¿Sabes? Me iré fuera un tiempo -bufó Ethan.

-Haces bien.

El chico, una vez desempacó sus cosas, se aproximó a la puerta. Al otro lado, Olivia y Agnar estaban esperando.

-Hola -le saludó ella, para acto seguido asomarse.- Jacob, ¿podemos hablar?

-¿Qué quieres ahora? -rechistó el mencionado.

-Será mejor que nos marchemos y les dejemos solos -le murmuró Agnar a Ethan, aún presente.

-Sí, vámonos.

•••

-¿Por qué tienes que ser tan controladora? ¿Tan difícil te resulta no meterte en mi vida?

-¡Tan solo me preocupo por tí! Últimamente no te reconozco. Antes no eras así.

-¿Así, cómo?

-¡Así de agresivo! Ser tan violento solo te está trayendo problemas.

-¡Por Dios, Olivia! Si te llamaran drogadicta, harías lo mismo. Le reventarías la puñetera cara.

-Reaccionar así no te hace bien. Ni a tí ni a nadie.

-Reaccionaré de otra manera cuando dejen de recodarme la situación que nos arruinó la vida. Pareces no darte cuenta, pero ese infierno nos va a acompañar hasta la tumba.

-Jacob, por favor -la pelirroja sujetó el brazo de su hermano, quien se soltó al instante.

-No me toques. Vete.

-Escúchame, sé que te hace daño...

-¡Vete de una puta vez!

-¡Joder, es imposible hablar contigo!

Olivia, sollozando, abandonó la habitación. Afuera, Ethan y Agnar la esperaban.

-Liv, ¿está todo bien? -preguntó Agnar, sujetando sus manos con delicadeza. En todo momento le hablaba en un tono tranquilo, para no alterarla.

-Hijos únicos. Qué afortunados -murmuró ella, abriéndose paso entre los chicos.

-¡Olivia, espera! -exclamó el rizado, yendo detrás de ella.

Ethan se había quedado solo frente la puerta cerrada. Ningún sonido procedía del otro lado, pero había escuchado toda la discusión segundos atrás.
Suspiró, y finalmente, abrió dicha puerta con cuidado. La mirada de Jacob se cruzó con la suya fugazmente, aunque ninguno pronunció palabra.

•••

¡Hola! Mis disculpas por la inactividad estas últimas semanas, he estado muy ocupada entre exámenes y viajes. Sin embargo, estoy de vuelta, y seguiré actualizando como de costumbre. ¡Gracias por leerme! <3

★ '79𝚂 𝚖𝚎𝚖𝚘𝚛𝚒𝚎𝚜 ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora