XLVIII. Mɪʀᴀᴅᴀs

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"The look of love is saying so much more than just words could ever say" - The Look Of Love (Dusty Springfield).

Advertencia: lenguaje sexual, malsonante y contenido violento.

1 de julio, 1979

Desde que empezó a quedar con Jayden, Agnar era algo distante con Rigel. Quizás porque no quería darle demasiadas explicaciones sobre lo que estaba pasando en su vida en ese momento, quizás porque quería olvidarse de él definitivamente.
Así que, durante una temporada, apenas cruzaron palabra.
Sin embargo, los que sí que estaban muy interesados en la vida íntima del rizado eran Ethan, Giselle y Olivia, quienes le estaban acorralando aquella mañana.

-¿Cuántos años dices que tiene? -preguntó el rubio, haciendo un chasquido para llamar la atención de Agnar.

-Dieciocho -resopló él, aturdido.

-Y, que sepas que le lleva y le trae en coche -insistió la morena, balanceando a su amigo de un lado a otro.

-Ya veo -silbó.- Entonces, ¿fóllasteis en su coche?

-¿Qué? ¡Ethan! -exclamó el chico, con la cara roja de la vergüenza.- En su casa, idiota -susurró.

Mientras todos reían y Agnar deseaba que se lo tragase la tierra, apareció Rigel en el gran salón. Las miradas de los cuatro jóvenes se desviaron hacia el pelinegro, quien se acercó a ellos rápidamente.

-Buenos días, chicos -dijo el pelinegro, aunque todo el tiempo miraba a su compañero de cuarto.- Aggie, ¿dónde estuviste ayer?

-Hola, Rigel -musitó.- Por ahí. Tenía que hacer unas cosas.

-¿Unas cosas? Llevas varios días desapareciendo de la nada.

Agnar frunció el ceño, pues se sentía presionado por su amigo. Sin embargo, mantuvo la calma, como era habitual en él.

-Relájate, ¿vale? -suspiró, mientras jugueteaba con sus manos.- He conocido a una chica.

Los tres jóvenes se miraron entre sí, confundidos. Pero, de todos modos, decidieron seguirle el juego, respetando su decisión de privacidad.

-¡Ya era hora! -sonrió Rigel, y le dio un par de palmadas en la espalda.- Me alegro mucho por tí, Aggie.

El rizado suspiró, aliviado, y mostró también una sonrisa tranquila.

-Gracias.

-Y, dime, ¿cómo se llama la afortunada?

-Jane -escupió al instante.

-¿Cuántos años tiene?

-Los mismos que yo.

-¿Cómo la conociste?

Rigel fue interrumpido por Ethan, quien había observado cómo la espalda del rizado temblaba.

-Ya está bien, chaval. No le agobies con tanta pregunta.

Y, en un abrir y cerrar de ojos, Jacob también llegó. El que faltaba.

-Anda que avisáis de que estáis aquí, cabrones -bufó el pelirrojo.

-¿Sabías que Aggie tiene novia? -exclamó el pelinegro.

-No es mi novia, todavía -musitó.

-¿Y a qué coño esperas, entonces?

-Jacob, no insistas -le murmuró Olivia.- Déjale que haga lo que quiera.

Ethan, Giselle y Olivia le ayudaron a cambiar de tema lo antes posible, así que pasaron el resto de la mañana hablando de cualquier otra tontería que se les pasaba por la cabeza.
Agnar se mantuvo callado la mayoría del tiempo, pues reflexionaba sobre la moralidad de sus actos. No quería que Jayden fuera un secreto: quería gritar su amor a los cuatro vientos, y mostrarle al mundo entero lo orgulloso que estaba de haberle conocido. Sin embargo, encontraba la opinión de Rigel la cosa más aterradora del mundo.

★ '79𝚂 𝚖𝚎𝚖𝚘𝚛𝚒𝚎𝚜 ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora