XIX. Aᴍᴀʀɢᴏs ᴅɪᴇᴄɪsɪᴇᴛᴇ

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"I learned my passion in the good old-fashioned school of lover boys" - Good Old-Fashioned Lover Boy (Queen)

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3 de marzo, 1979

-¡Cumpleaañoos feeliiz, cumpleaaaños feliiz, te deseeaamoos todoos, cumpleeañoos feliiz!

Eran las ocho de la mañana de un sábado en el que Agnar tenía pensado descansar. Aunque, al ser su cumpleaños, supuso que sería difícil.

-Gracias, gracias -balbuceó él, todavía incorporándose de la cama, cuando el pelinegro le despertó cantando.

-Venga, vamos a desayunar -dijo Rigel, enérgico.

-¿No crees que es muy temprano? -Agnar bostezó, aún con los ojos entre cerrados.

-Hay que aprovechar el tiempo, Aggie. No se cumplen años todos los días.

-Me he dado cuenta.

Acompañado de un quejido, acabó levantándose de la cama. Se detuvo a analizar a Rigel, quien ya estaba vestido.

-Pero si yo voy en pijama -murmuró el rizado.

-¡Da igual, vámonos!

El chico tiró del brazo de su amigo, con la intención de llevarle hasta el comedor.

•••

A esa hora de la mañana, la gran sala ya estaba llena.
Rigel condujo al cumpleañero hasta la mesa en la que se sentaban siempre, en la que Ethan ya se encontraba desayunando.

-¿Qué haces en pijama? -preguntó el rubio, levantando una ceja al ver a Agnar.

-La señorita no me ha dado tiempo para cambiarme -se quejó él, sentándose a su lado.

-Pretendía quedarse durmiendo hasta tarde en su cumpleaños, como un bebé -se excusó Rigel.

Agnar apenas había probado bocado cuando, a través de los altavoces del comedor, empezó a sonar Rebel, Rebel de David Bowie.

-¿Qué te parece, Aggie?

-Me gusta la canción. Gracias.

-Sabes que no es necesario montar todo un concierto cada vez que alguien cumple años, ¿verdad? -interrumpió Ethan.

-¿Estás celosa, ricitos de oro? -replicó el pelinegro.

Mientras ellos dos seguían con su discusión, apareció Olivia. Llevaba un gran paquete entre las manos, y una enorme sonrisa en el rostro.

-¡Felicidades! -exclamó la pelirroja, abrazando a su amigo.

-Muchas gracias -dijo Agnar, con las mejillas coloradas. El abrazo le pilló por sorpresa, por lo que simplemente le dio un par de palmadas en la espalda.

-Toma, esto es para tí -añadió la chica una vez se separaron.

Le entregó el regalo que llevaba consigo. Era grande, y el envoltorio era rojo. El rizado lo agarró con remordimiento.

-No deberías haberte molestado. No hacía falta, de verdad -balbuceó.

-¡Pues claro que hacía falta! -gruñó Olivia.- De alguna manera, tenía que agradecerte que fueras mi pareja de baile -le guiñó un ojo entre carcajadas.- Vamos, ábrelo.

★ '79𝚂 𝚖𝚎𝚖𝚘𝚛𝚒𝚎𝚜 ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora