XL. Cᴏʙᴀʀᴅᴇs

10 4 10
                                    

"There's a girl right next to you, and she's just waitin' for something to do" – Love The One You're With (Stephen Stills).

•••

30 de abril, 1979

Ethan seguía ahí, sentado en el suelo del baño junto con Agnar, consolándole como buenamente podía.

–No es por hacerte la pelota –suspiró el rubio, mientras le acariciaba la espalda con sutileza a su amigo.– Pero creo que Rigel estaría mejor contigo que con Giselle.

Ese comentario hizo que en la cara de Agnar se dibujase una pequeña sonrisa melancólica.

–¿De verdad crees eso?

–Sí –confesó.– Además de lo que ya sabes que pienso de ella, me parece que le trata mal, o que no le valora. No sé, me da esa sensación.

–Ni idea, la verdad. Tampoco somos quiénes para meternos en su relación.

–Me la pela.

Ambos soltaron una prolongada carcajada, cuando escucharon cómo la puerta del dormitorio se abría.

–Rubia, dónde coño estás –se quejaba Jacob, mientras inspeccionaba la habitación. No tardo en entrar al baño, en el que se encontró a Ethan y a Agnar sentados en el suelo.– Joder, qué susto.

–¿No sabes llamar antes de entrar? –bufó Ethan, incorporándose al mismo tiempo que su amigo.

–Siento haber interrumpido vuestro momento romántico, pero las maestras nos han pedido que avisemos a todo el mundo.

–¿Para qué? –preguntó Agnar.

–Van a poner una película –explicó el pelirrojo.– Tiburón.

vDios, por fin algo nuevo. Siempre ponían la misma.

–Pero, ¿nunca habéis visto Tiburón

Ambos negaron con la cabeza, lo que hizo que el rizado se diera cuenta de que, probablemente, ninguno había ido al cine en años.

•••

Jacob guio a sus amigos hasta el gran salón. Horas antes, las maestras y algunos ayudantes se habían encargado de reorganizar los sillones, las sillas y los cojines, creando una especie de sala de cine casera. Al parecer, también habían comprado un nuevo proyector, más moderno y de mejor calidad. Todos los asientos estaban ocupados, por lo que los tres chicos se sentaron en el suelo, en una alfombra. Junto a ellos, ya estaban acomodadas Giselle, Olivia, Charlotte y Rigel.

–¿Dónde demonios os habíais metido? –dijo Giselle, en cuanto les vio llegar.

–Estos dos maricones estaban encerrados en nuestro baño, haciendo vete a saber qué.

Agnar suspiró, y se incorporó para cambiarse de sitio, y sentarse al lado de su amiga. Olivia le recibió con una sonrisa, y se preocupó por que estuviera cómodo.

–Imbécil –murmuró Ethan.

–¿Qué pasa ahora? –rechistó el pelirrojo, confundido.

–No le hagas comentarios así, no le gustan –explicó, pellizcándose el puente de la nariz.– No le gustan ni a él, ni a nadie. Es molesto.

★ '79𝚂 𝚖𝚎𝚖𝚘𝚛𝚒𝚎𝚜 ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora