XXXVIII. ᴘᴀsᴀᴅᴏ

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"The needle tears a hole, the old familiar sting. Try to kill it all away, but I remember everything" - Hurt (Johnny Cash).

Advertencia: en este capítulo, se tratan temas sensibles, como las adicciones, las drogas y el suicidio. Por favor, si este contenido es fuerte o doloroso para tí, pasa al siguiente.

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29 de abril, 1979

Aquella mañana, Agnar, Rigel, Ethan y Jacob fueron llamados por la directriz. Los jóvenes se encontraban desayunando en el gran comedor, como de costumbre, cuando Beatrice se acercó ellos.

-Ustedes cuatro, vengan conmigo ahora mismo -sentenció la mujer, con una siniestra expresión.

Los chicos cruzaron miradas, extrañados, y siguieron a la canosa, quien les condujo hasta el aula de castigo, la cual consistía en una pequeña sala con unas cuantas sillas. En ella, Giselle y Olivia les estaban esperando, cruzadas de brazos, y sentadas en dichas sillas.

-¿Qué hemos hecho ahora? -preguntó Jacob, frunciendo el ceño.

-Los señores Davies, Jones y Harvey están aquí por su vulgar vocabulario. Mientras que Kelly está aquí por difamar a un maestro sin haber asistido a sus clases, y las señoritas por su mal comportamiento.

La directriz abandonó la sala, y los cuatros se sentaron junto con las chicas.

-Esa vieja se inventa cualquier cosa con tal de castigarnos -bufó Ethan, a quien no le hacía ninguna gracia la penitencia.

-Ya. Es injusto -afirmó Rigel.

-Que le jodan. Ir a su despacho a gritarla fue increíble -dijo Giselle.

-Totalmente -carcajeó Olivia.

-Por si fuera poco, la muy perra ha esperado a que fuera domingo para tenernos aquí retenidos -se quejaba el pelirrojo.

Los adolescentes se mantuvieron en silencio durante unos largos minutos, aburridos, y frustrados por el castigo. Agnar se puso en pie, y caminó en círculos, analizando la sala. Las paredes estaban decoradas con corchos, carteles y un calendario. Y, según este último, abril estaba a punto de terminar.

-Justo en una semana es el día de la madre -murmuró el rizado, y todas las miradas se posaron sobre él.

-¿Qué quieres decir? -se volteaba Giselle.

-Nada -respondió, encogiéndose de hombros.- Simplemente es una curiosidad.

-¿Qué les pasó a vuestras madres? -preguntó el pelinegro, repentinamente.

-¿A qué viene eso?

-No sé, ya que ha surgido el tema...

-Yo no conozco a la mía -empezó Agnar.- Toda mi vida he vivido con mi padre, y nunca me ha hablado de ella.

-¿Qué hay de tu padre? ¿Cómo es él? -añadió Jacob, intrigado.

-Siempre hemos tenido una buena relación. Qué remedio, ¿verdad? -suspiró.- De todos modos, es el único familiar con el que me llevo bien. Al resto a penas les he visto

★ '79𝚂 𝚖𝚎𝚖𝚘𝚛𝚒𝚎𝚜 ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora