L. Eʟ ᴄᴏᴄʜᴇ

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"I couldn't stop so I swerved to the right, I'll never forget the sound that night"- Last Kiss (J. Frank Wilson).

Advertencia: contenido sensible.

20 de julio, 1979

Agnar, como era habitual en sus mañanas de verano, caminaba a toda prisa hacia la cabina de teléfono más cercana, con un par de monedas en la mano. Las introdujo en la máquina hábilmente, y después marcó el número de Jayden, el cual ya se sabía de memoria. El mayor tardó unos segundos en contestar.

-¿Hola? -preguntaba Jayden, desde el otro lado de la línea.

-¡Hola, Jay! -exclamó Agnar, en cuanto escuchó el dulce sonido de su voz.- ¿Qué tal estás?

-Bien.

-¿Sabes? He pensado que podríamos vernos hoy -propuso, mientras jugueteaba con el cable del teléfono.- Si te aparece, claro.

-Lo siento, hoy no puedes venir.

Entre ambos se formó un silencio. Incómodo, a decir verdad.

-Si quieres, podemos dar un paseo juntos, y...

-No. Lo siento.

El rizado no quiso insistirle más: simplemente tragó saliva, y asintió con la cabeza, a pesar de que el contrario no podía verle.

-Está bien, cielo. No te preocupes, ya nos veremos otro día.

-Sí, claro -suspiró.- Nos vemos, Agnar.

El mayor colgó la llamada, dejándole con el teléfono y con el amor en las manos.

•••

Giselle, Olivia, Ethan, Rigel y Jacob se encontraban en el gran salón, sentados en los sofás y sillones de siempre. Las chicas parecían estar más desanimadas que el resto, pues llevaban unos cuantos días cargando con el castigo que las institutrices les habían puesto por llegar tarde aquella noche.
De todas maneras, ellos charlaban tranquilamente, hasta que llegó Agnar.

-¡Aggie! ¿Dónde estabas? -preguntó Rigel, desde el sillón, en cuanto le vio aparecer.

-Hola a todos -dijo él, acercándose para sentarse también.- He intentado quedar con Jane, pero, estaba ocupada.

-Pero, ¿es tu novia, o...? -murmuró Jacob, ya que no tenía muy clara la relación entre Agnar y el chico. Realmente, nadie lo tenía claro.

-Mi casi algo, se podría decir -explicó, sin mucha ilusión.- Pero, tenía ganas de verla.

-Al menos tú puedes salir -bufó de pronto Giselle, cruzada de brazos.- Olivia y yo estamos castigadísimas.

-Pues, que sepáis que yo traigo la solución para arreglaros el día -dijo el pelinegro, bajando la voz.

Cuando los ojos de todos sus amigos estaban puestos sobre él, el chico sacó de su bolsillo las llaves de un coche, y las agitó ligeramente.

-¿De quién son? -exclamó Olivia, al instante.

-Baja la voz -musitó.- De la vieja zorra, ¿de quién iban a ser sino?

-Y, ¿qué piensas hacer con ellas? -gruñó Ethan.

-¿Tú qué crees? -sonreía.- Si voy con cuidado, no tienen por qué pedirme el carné.

-Me niego -el rubio se levantó de su asiento, de golpe.- Vamos, es que ni de coña.

-¡Venga ya, tío! -agitó la cabeza, y le dirigió la mirada al resto.- ¿Queréis venir conmigo?

Ethan se estaba marchando, y Olivia iba detrás de él. Parecía estar muy furioso, y a la pelirroja tampoco le apasionaba la idea de subirse a un coche robado, conducido por un adolescente sin carné.
Ahora, en los sillones tan solo quedaban Giselle, Agnar, Jacob y Rigel.

★ '79𝚂 𝚖𝚎𝚖𝚘𝚛𝚒𝚎𝚜 ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora