LVI. Rᴏᴍᴀ́ɴᴛɪᴄᴏs ᴇᴍᴘᴇᴅᴇʀɴɪᴅᴏs

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"Baby, you don't know what it's like
to love somebody the way I love you" - To Love Somebody (Bee Gees).

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16 de agosto de 1979

Aquella era una cálida mañana de verano: los colores del alba ya se habían fundido por completo con la ciudad de Londres. Y, escasas horas atrás, cuando la luna ya asomaba por la inmensa oscuridad del cielo, los corazones de un par de adolescentes se habían roto por completo, dejando caer los añicos sobre el suelo de la habitación que compartían.
Sin duda, aquellas calurosas semanas de agosto, se habían convertido en días duros para Rigel y Agnar: pues, al fin y al cabo, vivir en la mentira era agotador.
Sus cuatro amigos ya estaban al tanto de sus situaciones y, a pesar de que hacían el máximo esfuerzo por consolarles y brindarles apoyo, sus ingenuas mentes no lograban comprender la magnitud del dolor que estaban sufriendo. Sin embargo, se propusieron hacer todo lo posible para, poco a poco, poder devolver la alegría y la esperanza a sus vidas.
Acababan de desayunar todos juntos como de costumbre, y se dirigían al gran salón, donde querían pasar el resto de la mañana, como en los viejos tiempos. Esos cómodos sofás y sillones que prácticamente les pertenecían, les esperaban una vez más, completamente vacíos al igual que el resto de la enorme sala.

-Dios, realmente había echado de menos esto -suspiró Rigel, tras ocupar el sitio de siempre: en medio de un sofá de tres plazas. A su derecha, se acomodaba Agnar, y a su izquierda, Giselle se fundía entre lo cojines. Era una imagen nostálgica.- Estar aquí, los seis juntos, como hacíamos antes.

-Oh, por favor, que alguien saque los pañuelos -bromeaba Jacob, quien hacía aspavientos sarcásticos desde el sillón. Esto consiguió sacarle una sonrisa sincera a Rigel, aunque el pelirrojo se llevó inevitablemente un codazo por parte de Ethan.- ¡Oye! Solo quiero decir que no estamos en una telenovela, y estáis siendo muy melodramáticos.

-Sinceramente, lo que nos ha pasado estas semanas sí que es digno de una telenovela -dijo Agnar, también con una débil sonrisa en el rostro, la cual fue detectada al instante por Olivia, quien le sujetó la mano.- No pienso volver a enamorarme jamás.

-No, yo tampoco -añadió el pelinegro, casi al segundo. Todo seguía siendo muy complicado para él, y ni si quiera era capaz de asimilar lo que había ocurrido. Sin embargo, sí que era consciente de que no quería volver a pasar por algo parecido nunca.- Opción descartada.

-No tenéis por qué cerraros al amor de esa manera -replicó Giselle, tomando la palabra por primera vez en toda la conversación.- Como buena romántica empedernida, he decidido que voy a luchar por el amor y el romance a pesar de todo, de la situación y de las circunstancias. Esa es mi nueva filosofía de vida.

-Para tí es fácil decirlo. Tienes a... cómo sea que se llame -bufó Jacob, que recordaba a la perfección el momento en el que la morena les habló de Brielle: la peliazul que había robado su corazón.- Por cierto, ¿qué ha sido de esa chica?

-No he vuelto a verla desde la fiesta por culpa del castigo, pero, un día de estos me escaparé para verla -exclamó, muy convencida y llena de energía. A sus ojos, era un plan perfección, lleno de adrenalina y emociones.- Luchar por el romance a pesar de todo, ¿recordáis?

-No quiero ser yo la que interrumpa tus planes, pero si las institutrices se enteran, te meterás en un lío mayor -matizó Olivia, con el ceño ligeramente fruncido, aún sujetando con fuerza la mano de su amigo. Le preocupaba que su amiga pudiera hacer cualquier tontería, o algo de lo que se arrepintiera después, que pudiera acabar desencadenando mayores desgracias.

-¿Qué más da? Al fin y al cabo, a principios de noviembre saldré de esta cárcel. No me pararán los pies -insistía la morena, pronunciando cada palabra con vehemencia, en ese tono jovial tan característico en ella.

★ '79𝚂 𝚖𝚎𝚖𝚘𝚛𝚒𝚎𝚜 ★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora