Capítulo 7: Descontrol

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La noche había sido más corta de lo que se habían imaginado, pero esto no fue ningún impedimento para que puedan disfrutar cada segundo como si fuera el ultimo, hicieron el amor en repetidas ocasiones, casi sin darse un descanso, apenas hacían dos horas que se habían permitido descansar. Particularmente dulce, quien se encontraba durmiendo plácidamente en aquella cama, su pelo rojo suelto y envuelta en aquellas sabanas blancas, la pose en la que llevaba durmiendo hacía que Christopher no pudiera dejar de contemplarla, por el contrario, él no había podido conciliar el sueño, en su mente solo estaban aquellas dos palabras que en algún momento de la noche aquella pelirroja se atrevió a decirle.

- Te amo – dijo dulce en un gran gemido ahogado.

A su mente volvía una y otra vez aquel recuerdo, los sentimientos se le mezclaban y eso, no lo dejaba dormir. Había llegado a la conclusión de que la amaba tanto que tenía un miedo absurdo de que luego de aquellos quince días nada fuera como en este momento y es que también había sido de él la idea de incluir en aquel trato lo de no pensar en el futuro y vivir en el presente, pero sencillamente él no podía dejar de pensarlo.

Se encontraba sentado en living de aquella habitación mirándola, la observaba hacia dos horas con absoluto detenimiento, se preguntaba mil cosas en su mente, pero si algo había resuelto en aquellas horas, es que había llegado el momento de comenzar su divorcio, pues pretendía en esos quince días ser un hombre completamente libre para poder estar con ella en caso de que así lo decidiera. Por otro lado, la idea de no saber si ella se había entregado a su mejor amigo también le enfermaba la mente, no sabía como iba a hacer para enfrentar aquella situación, el miedo se volvía cada vez más grande, pero la paz que le transmitía verla dormir tan plácidamente hacia que todas esas ideas se esfumaran rápidamente. Esbozo una gran sonrisa al ver como ella se movía de un lado a otro sin abrir los ojos como si estuviera buscándolo, lo que lo llevó a dirigirse hasta aquella cama y recostarse nuevamente a su lado.

Dulce se dio vuelta nuevamente y su mano se encontró con el pecho de él, lo que le permitió suspirar suavemente, acomodó su cuerpo más junto al de él y apoyó su cabeza en su hombro para lentamente abrir sus ojos dedicándole una sonrisa.

- Buenos días preciosa – le susurró él mientras acariciaba su cabello rojo.

- Buen día ¿Qué hora es? – susurró con su voz cansada.

- Son las 12 am ¿tienes hambre? – la miro a los ojos.

- Si, claro... de ti – le sonrió levemente para acercar su boca a la de él, pero se detuvo un momento al notar en sus ojos las pocas horas de sueño – ¿No has dormido? – le preguntó un poco preocupada.

- ¿Aún tienes hambre de mí? – rio levemente y la beso muy suavemente, tomando su mejilla con una de sus manos, abrió un poco su boca para introducir su lengua lentamente volviendo aquel beso en un beso sexy.

- Ajá – dijo dulce entre el beso que la hacía sonreír, sin más se subió encima de su cuerpo y se separó un poco de sus labios, con ambas manos acarició su rostro y volvió a mirarlo a los ojos. - ¿Porqué no dormiste? Espero que tengas una muy buena respuesta y no sea por lo que me estoy imaginando –

- A ver, ¿Qué te imaginas? – preguntó curioso.

- Tu y yo hicimos un trato anoche, solo quiero confiar en que no lo has roto ni piensas romperlo. – murmuró un poco preocupada.

- Pensé toda la noche en lo que me dijiste mientras hacíamos el amor – le dijo mientras comenzaba a acariciar su espalda desnuda encima de su cuerpo.

- No recuerdo, ¿Qué te dije? ¿Qué quería que me hagas el amor? - dijo jugando un poco con él y sonriéndole divertida, mientras veía como él arqueaba una ceja y le devolvía la sonrisa.

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