Capítulo 13: ¡Sorpresa!

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Se levantó de la cama y sigilosamente ingresó al baño, pues la ducha estaba encendida y aquel hombre ya se encontraba dentro, lo observó unos minutos y sin resistir más, se adentró abrazándolo por la espalda, mientras sus manos recorrían su pecho desnudo, notó como él tiraba su cabeza hacia atrás sonriendo ampliamente y le dejaba un espacio para que el agua comience a mojar su cuerpo. El cabello de dulce se humedeció rápidamente al igual que su cuerpo, decidió dejar suaves besos en la espalda de Christopher mientras le quitaba el jabón de las manos para pasarlo ella misma por su pecho con extrema delicadeza, aquel acto se terminó pronto, pues el decidió que era momento de voltearse para verla a los ojos. Ella solo le dedico una sonrisa y le robó un beso corto y simple. Christopher tomó su rostro entre sus manos para mirarla a los ojos y dejó un suave beso en su frente, para luego abrazarla mientras el agua de la ducha los mojaba, se sentían tan en paz el uno con el otro que ni siquiera se percataron de los minutos en los que estuvieron así. Él le dio paso para que ella pueda bañarse por completo, la vio ponerse el shampoo, enjabonarse el cuerpo, aplicarse acondicionador y apagar la ducha. Ninguno de los dos estaba dispuesto a hacer nada más que disfrutar del momento relajante de saber compartir un espacio juntos, desnudos sin hacer el amor. A Christopher se le cruzó la idea más de una vez y se dispuso a ser fuerte, pues si ella no lo había propuesto tampoco ni demostrado, prefería no tomar iniciativa. Dulce, sin embargo, comenzaba a impacientarse, pues lo que creyó que podía ser un baño de lujuria se había convertido en absoluta calma y respeto, pues ni bien compró aquel departamento y vio con sus ojos aquel baño se imaginó gritando de placer junto a él, pero no había sucedido y eso le preocupaba, pues simplemente no iba a dejar que aquella fantasía no se hiciera realidad, fue entonces, cuando descubrió que su fantasía podía ser aún mucho mejor de lo que había imaginado. Decidida salió de la ducha notando como él imitaba sus movimientos, envolvió su cabello en una toalla mientras secaba su cuerpo con otra para luego enredarse en ella, al terminar con aquella rutina, se acercó al mueble del baño sacando su pote de crema y se sentó en el borde de la bañera, levantando una pierna y comenzando a aplicarse el producto lo más sexy posible e inmediatamente sintió la mirada de él sobre ella. Christopher, quien ya había secado su cuerpo, se disponía a ver lo que hacia con atención, mientras la toalla le rodeaba la cintura, soltó una sonrisa con picardía sin que ella lo note y le murmuró.

- ¿Necesitas que te ayude con eso? – dijo para luego arrodillarse frente a ella, comenzando a acariciar su pierna de arriba abajo, sin dejar de mirarla a los ojos, aquella mirada de deseo solo hizo que dulce mordiera su labio inferior delatando sus intenciones, prefirió no decirle nada y dejar el pote de crema en el borde de la bañadera mientras movía su pie acomodándolo en el pecho de él para darle mejor accesibilidad y una increíble vista de su cuerpo desnudo.

Christopher deslizaba sus manos por su pierna, subiendo lentamente hacia el limite de la toalla y volvía a bajar hasta la punta de sus pies sin dejar de mirarla a los ojos, repetía aquellos movimientos una y otra vez, hasta que sintió como la crema se absorbía por completo, soltó delicadamente su pierna depositándola en el suelo y levantando la otra, para luego tomar el pote de crema, untarse las manos y repetir sus movimientos. La que no podía creer lo que estaba pasando era Dulce que lo miraba con un gesto de confusión, pues nada estaba saliendo como pretendía, entonces decidió que era buena idea soltar su pelo mojado, pues ya le estaba doliendo la cabeza y Christopher tampoco se empeñaba por terminar rápido con aquello, al hacerlo vio como él sonreía ampliamente y decidió que era momento de hablar.

- ¿De que te ríes? – murmuró, lo que hizo que inmediatamente él suelte su pierna poniéndola en el piso y en un movimiento brusco la acomode en el borde de la bañera, dejando su rostro muy cerca de sus labios para susurrarle.

- Quiero que me lo pidas – dijo mientras con una mano y de un tirón le sacaba por completo la toalla. Completamente sorprendida por aquello dulce se sonrojo inmediatamente, era incapaz de hablarle solo lo miraba a los ojos, quiso besarlo y el se alejó para volver a mencionarle, pero esta vez le susurró en el oído – no pienso ponerte un dedo encima a menos que me lo pidas – La piel de dulce se erizó por completo y supo que no le quedaba alternativa, dudó varios segundos hasta que por fin susurró.

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