Capítulo 56: Casa nueva

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Christopher y Dulce se dirigieron hasta el departamento a buscar a Luna para llevarla a la fiesta, Dulce se había encargado a escondidas de llamar al delivery de sushi indicando que llevaran el pedido a la dirección de la casa nueva mientras aún no revelaba la sorpresa que había preparado para Christopher.

Mientras el auto avanzaba por las calles, Christopher sintió la urgencia de abordar el tema pendiente con Luna. Sabía que no podía postergarlo más, y la seriedad del asunto pesaba en su mente. Giró la cabeza hacia Dulce, quien asintió con comprensión, mostrando su apoyo silencioso antes de que él rompiera el silencio.

- Luna - comenzó Christopher, su voz tranquila pero firme - hay algo importante de lo que necesitamos hablar contigo - Luna, que estaba sentada en el asiento trasero, volteó hacia él con curiosidad, sus ojos reflejando una mezcla de sorpresa y preocupación.

Dulce observaba la escena con atención desde el asiento del pasajero, su corazón latiendo con nerviosismo, sabía que la conversación que tendrían a continuación era crucial para el bienestar de su familia.

- Ya me imagino por donde viene el asunto – Dijo mientras volteaba su mirada hacia la ventana viendo las calles pasar.

- En primer lugar quiero que sepas que tu mamá y yo no tenemos secretos – dijo con un tono suave pero firme – Dada la situación de esta tarde he decidido que no quiero exponer nuevamente a tu mamá, ambos somos conscientes que el embarazo ha sido bastante complicado y por lo menos hasta que nazca la bebé necesitamos que esté en absoluta calma – Continuó mientras la miraba por el espejo retrovisor – No quiero que pienses que son celos o un capricho, esto no tiene nada que ver con nuestra relación como pareja. Tampoco estoy aquí para hablar mal de tu padre, solo quiero que entiendas que no voy a exponer a tu mamá a su violencia nuevamente. Y con esto quiero decir que cualquier cosa que tengan que resolver con tu padre a causa de tus necesidades se realizará por teléfono por lo menos hasta que nazca la bebé. Luego encontraremos juntos de manera de que yo pueda acompañarla en caso de que necesiten reunirse. ¿Estamos de acuerdo? – dijo Christopher con su tono firme.

- Lo siento, no quise exponer a mi mamá, mi papá jamás se ha comportado de esa manera en mi presencia, no creí que podría atreverse a hacer lo que hizo. – dijo luna con sinceridad y preocupación. – Entiendo tu necesidad de protegerla y créeme que yo también quiero lo mismo. Ustedes son lo más importante para mi y no soportaría saber que por mi culpa tengan problemas en su relación.

Al escuchar estas palabras, dulce decidió intervenir de inmediato con una mirada hacia Christopher serena.

- Mi amor, tu no eres un problema para nosotros ni esto ha sido un motivo de discusión entre nosotros, para nada. Christopher solo quiere cuidarnos y que estemos bien ¿Lo entiendes?

- Si mamá, entiendo perfectamente y estoy de acuerdo.

- Bien, entonces podemos ahora mismo discutir acerca de esta salida. – Empezó dulce cambiando de tema – No eres una niña y sabes perfectamente bien como quiero que te comportes, espero que te cuides y seas consciente en que estoy confiando en ti.

- Si, tranquila. – susurró luna como si estuviera acostumbrada a escuchar su sermón acerca de cómo debía cuidarse.

- Diviértete entonces y me llamas cuando necesites que vengamos por ti – sonrió dulce mientras estacionaban el coche en la puerta de la fiesta.

- ¡Gracias, los amo! -dijo luna mientras se iba del auto rápidamente.

Al dejar a luna en el lugar, Christopher retomó el camino de regreso hasta el departamento de Dulce, mientras ella lo observaba conducir, sintió la emoción burbujeando en su interior se acercaba el momento de revelar su sorpresa. Con una sonrisa juguetona, decidió que era el momento perfecto para hacerlo.

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