Capítulo 43: Pánico

35 3 5
                                    

Después de su conmovedora conversación, Dulce y Christopher se cambiaron rápidamente y regresaron a la empresa juntos, como si nada hubiera pasado. Entraron de la mano, mostrando una conexión íntima que no pasó desapercibida para quienes los veían. Juntos se dirigieron hacia la oficina de Dulce, listos para enfrentar la tarde laboral que les esperaba.

Más tarde, Sofía, decidida a interrumpir con cautela, entró en la oficina de Dulce. Lo que vio la dejó sin aliento: Christopher estaba sentado en la elegante silla empresarial, con Dulce cómodamente instalada sobre sus piernas. Ambos estaban concentrados en unos documentos sobre el escritorio, mientras Dulce explicaba con paciencia y amor los detalles a Christopher, asegurándose de que entendiera completamente la situación. Su brazo rodeaba su cintura en un gesto de amor profundo y complicidad. Sofía, conmovida por la escena frente a ella, decidió interrumpir con suavidad.

- Buenas tardes, chicos - dijo con una sonrisa, adentrándose un poco más en la oficina de Dulce. Su voz rompió el hechizo momentáneo, pero la sensación de cariño y conexión que emanaba de la pareja aún llenaba la habitación.

Al levantar la vista hacia Sofía, tanto Dulce como Christopher mostraron una sonrisa amable y acogedora. Dulce, considerando la posibilidad de reincorporarse ante la presencia de Sofía, sintió la suave presión de Christopher en su cintura, un gesto reconfortante que le indicaba que todo estaba bien, que no había necesidad de sentirse incómoda. La calma que emanaba de Christopher tranquilizó a Dulce, quien decidió seguir su consejo implícito y permanecer donde estaba, disfrutando del momento compartido con él. Con una sonrisa suave y un brillo de tranquilidad en sus ojos, se centró nuevamente en la conversación con Sofía.

- ¿Sofí, paso algo? – dijo dulce con un tono suave, mientras veía a la muchacha sentarse en uno de los sillones frente a ellos.

- No, Dul. Solo vengo a darte algunas noticias. – dijo Sofía mientras agarraba su agenda - Me llamo Miranda para decirles que la audiencia por la división de bienes se adelantó por pedido de Pablo.

Al escuchar esta información, Christopher sintió cómo la ira comenzaba a burbujear dentro de él. No podía creer que Pablo estuviera tan decidido a quitarle todos sus bienes a Dulce. Endureció su puño en un gesto de frustración y rabia, luchando por contener la explosión de emociones que lo invadía. Sin embargo, cuando miró a Dulce, encontró en sus ojos una calma absoluta que lo sorprendió. Era como si ella pudiera leer sus pensamientos y le transmitiera seguridad con solo una mirada. En ese momento, Christopher se sintió reconfortado por la presencia serena y tranquilizadora de Dulce a su lado.

La suave afirmación de Dulce fue como un bálsamo para Christopher, quien se esforzaba por controlar su ira. Su confianza en ella y en su capacidad para manejar la situación le brindaba un sentido de tranquilidad que necesitaba desesperadamente en ese momento. Dulce volvió la vista a Sofía, buscando confirmación y buscando mantener la calma en la situación.

- ¿Todo está en regla, ¿verdad? - preguntó con un tono sereno pero firme, deseando asegurarse de que estuvieran preparados para enfrentar cualquier desafío que se presentara. Sofía asintió con seriedad, reconociendo la preocupación en la voz de Dulce.

- Sí, todo está en regla - respondió con calma, tratando de transmitir confianza a la pareja. - Estamos preparados para la audiencia y tenemos todos los documentos necesarios para respaldar nuestra posición - agregó, ofreciendo una sonrisa de apoyo.

A pesar del intento de Dulce por calmarlo con su suave susurro y una mirada fugaz llena de comprensión, Christopher no pudo contener la firmeza en su postura. La frustración y la impotencia se reflejaban en su expresión mientras dejaba escapar sus palabras con determinación.

Nuestro encuentro ImaginarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora