Dulce sentía el peso de la preocupación apretándole el pecho mientras enfrentaba a la directora del colegio. Las bajas calificaciones de Luna eran un golpe inesperado, y la revelación de las ausencias solo aumentaba su inquietud. Revisaba los informes con atención, notando la firma que Luna había falsificado meticulosamente. Un gesto de decepción se dibujó en su rostro, mezclado con una profunda preocupación por lo que podría estar pasando con su hija.
La directora no ofrecía muchas respuestas, solo mencionaba la citación de la madre de Diego Uckermann, lo que dejaba a Dulce con más preguntas que respuestas. Sin embargo, se esforzaba por mantener la calma, sabiendo que no conseguiría más información en ese momento. Agradeció a la directora y se despidió con un apretón de manos, sintiendo un nudo en la garganta por la situación de Luna.
Los pasillos del colegio parecían extenderse interminablemente mientras Dulce se apresuraba a salir de allí. No quería encontrarse con Laura, su mente estaba demasiado llena de preocupaciones para lidiar con eso también. Finalmente, al estar fuera del edificio, sintió un leve alivio, aunque sabía que aún tenía mucho por delante para resolver el problema de Luna.
Pero antes de que pudiera sumergirse por completo en sus pensamientos, la voz de Laura la sacó de su ensimismamiento, paralizándola en el acto. Era como si el universo estuviera conspirando para no dejarla escapar de sus preocupaciones.
- Mira que tenemos aquí... la nueva señora uckermann – Laura se acercó con una actitud desafiante, su tono irónico resonando en el aire como un eco molesto. Dulce frunció el ceño, sintiendo la irritación crecer dentro de ella mientras intentaba continuar su camino, pero Laura la detuvo con un gesto brusco. - ¿De que huyes Dulce? ¿Tienes miedo de que pueda revelarte información que no estás dispuesta a saber? – Laura preguntó, su voz cargada de provocación.
Dulce respiró hondo, tratando de mantener la compostura frente a las palabras de Laura. Por fuera, intentaba transmitir seguridad, pero por dentro, la angustia comenzaba a hacer hueco en su confianza.
- No tengo secretos con Christopher, nada de lo que digas me puede sorprender – respondió con firmeza, aunque en su interior, las dudas comenzaban a germinar. Laura la miró con desprecio, lanzando sus palabras con un tono venenoso.
- ¿Sabes? En un punto me das pena, tu eres una mujer inteligente, atractiva que podría tener cualquier hombre rendido a sus pies ¿Qué es lo que te hace pensar que si él tuvo el coraje de engañarme no hará lo mismo contigo? – murmuró, su voz llena de desprecio.
Dulce se quedó en silencio, sintiendo cómo el corazón le latía con fuerza en el pecho. La curiosidad la invadió, aunque luchaba por mantener la compostura.
- ¿De qué quieres advertirme? Pena es verte interesada por recuperar algo que ya no te pertenece Laura, deberías aprender a soltarlo. - respondió con determinación, aunque su voz temblaba ligeramente.
- ¿Quién te asegura que no me pertenece? ¿Qué seguridad tienes de que no hemos vuelto a vernos? – dijo Laura, arqueando una ceja con una sonrisa desafiante en los labios.
Dulce sintió cómo la confianza se tambaleaba ante las palabras de Laura, pero se aferró a sus convicciones con fuerza.
- No vas a lograr sembrarme dudas, yo se lo que él hace y confío también en él. - dijo, intentando convencerse a sí misma tanto como a Laura.
- No deberías, yo confiaba en él tanto como tu y mira como me fue. Christopher es un hombre ardiente y cuando se aburra de tu cuerpo volará hacia otros brazos ¿o tu crees que eres la primera amante que conocí? – dijo Laura entre risas irónicas, alejándose con paso firme hacia el colegio.
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Nuestro encuentro Imaginario
FanfictionDulce María se ha convertido en la sombra más triste de los lamentos de Christopher, quien conoce los límites del cielo solo y únicamente cuando se encuentra abrazado a ella, sintiendo su respirar, el aroma de su perfume que solo logra desesperarlo...