Una comedia romántica con una niña fantasma.

CAPÍTULO 59- La isla. Parte 2.

CAPÍTULO 59- La isla. Parte 2.

(Pov- Saoto.)

Bueno, el trabajo como mesero está resultando mejor de lo que imaginé. Pensé que sería más complicado, pero realmente la prueba en la Capital está resultando bastante fácil. Pero, si es tan fácil, ¿por qué un estudiante de la clase C se retiró? Eso fue raro. ¿Tuvo problemas familiares? Si es así, rezaré para que se solucionen.

—Conozco perfectamente el dolor que sienten las personas por culpa de esos problemas.

Problemas familiares... Todos los tenemos, y todos tenemos diferentes maneras de intentar solucionarlos.

Lamentablemente, nada me está funcionando.

Mi padre sigue dejando que mi madre se aproveche de él.

Mi madre no deja de beber todos los días.

Y mi hermana cada día se vuelve más rebelde, sus notas son cada vez más bajas, y hasta sospecho que me está robando dinero... ¿Mis problemas se solucionarán algún día?

—Espero que sí... Espero que sí.

Es mi descanso, tengo 30 minutos para comer, pero no tengo hambre... Bueno, iré a caminar un poco.

Tantos problemas en mi cabeza... Ah, no sé qué hacer.

Salí del restaurante y comencé a caminar, sin ningún rumbo, simplemente caminar.

No sé qué hacer con Saik. Por su culpa, nos quitaron puntos de clase. Bajaremos a la clase C si fallamos la prueba.

No sé qué hacer... Hablar con él definitivamente no funcionará.

Hablé con Ram al respecto, pero solo me dijo que hacerlo enojar solo nos traerá consecuencias negativas, que lo deje en paz. Pero, si no hago algo al respecto, nuestra clase estará en peligro... ¿Qué puedo hacer?

—No lo sé... No lo sé.

... Oh... Una preparatoria. Y parece que tienen un evento.

Bueno, no tengo dinero, pero al menos puedo ver. La entrada es gratuita en estos tipos de eventos escolares públicos.

Entré a la escuela, mientras observaba las mesas en donde los estudiantes vendían la comida que prepararon. Vaya, la temática es de perros... Es cierto, ya casi se acerca el día del Dios Dog.

—¡¿Qué haces, idiota?!

—¡¿Tienes algún problema con nosotros?!

... ¿Me hablan a mí? ¿Qué hice?

—¿Si? ¿Qué pasa?

Uno de ellos me tomó del cuello de la camisa. ¿Eh? ¿Qué les pasa a estos estudiantes? No hice nada malo.

—¡Casi chocas conmigo! ¡Fíjate por donde caminas!

Vaya... Creo que me distraje demasiado viendo los puestos de comida.

—Perdón, fue un accidente.

—Si quieres evitar los problemas, tendrás que pagar, chico lindo.

... Esa frase... "Si quieres evitar problemas, tendrás que pagar"...

Esa asquerosa frase me trae malos recuerdos... Horribles recuerdos... Prefiero no recordarla.

—No quiero meterme en problemas, y tampoco les daré dinero. Por favor, déjenme tranquilo.

—Oh, pobrecito, quiere que lo dejemos en paz.

—¡Démosle una lección!

No quiero ser golpeado, pero tampoco quiero meterme en problemas. Lo mejor sería irme.