El Destino del Sayayín

Capítulo cinco: ¿Quién eres?

—Gokú— diría Bulma—, ¿podrías...?

En ese instante, la sorpresa de todas las amazonas sería gigantesca, gritos de alerta así como de asombro resonarían en toda la sala.

A los pocos segundos sonarían las trompetas correspondientes a la alarma que las amazonas que custodiaban al sayayín, harían sonar.

En la sala, rodeando a Gokú y Bulma, quien permanecía sentada, un grupo de amazonas armadas desplegarían sus espadas y escudos en señal de defensa.

Goku solamente levantaría las manos dando la señal de que no hay peligro.

—¡Por Zeus!— Diría Hipólita fuertemente también tomando una actitud defensiva, pero al ver la actitud de Goku, haría bajar las armas a sus guerreras, quienes lo harían a regañadientes y quedándose en posición de espera a unos metros.

Luego de calmarse un poco el ambiente, la reina enviaría a una de sus guerreras con las amazonas que estaban afuera a informar que todo estaba bajo control, que el prisionero estaba con ellas. Sería algo difícil de explicar pero debería servir y calmar un poco el alboroto que había afuera.

—Lamento el susto que he causado—, diría Gokú, colocando su mano tras su cabeza y sonriendo tranquilamente.

—¿Cómo hiciste eso?— preguntaría Hipólita— y ¿cómo sabias cuando venir si estabas lejos y en tu celda?—  La reina al igual que todas las amazonas presentes tenían un mar de dudas.

—Lo que hice fue la teletransportación, es una técnica que me permite ir al lugar que desee de forma instantánea. Sobre como sabía lo que ocurría, puedo sentir el Kí de las personas, y enfocándome un poco más puedo también observar el entorno, aunque sólo puedo hacerlo una vez conozco a la persona que quiero buscar—, diría Gokú con relajo.

—Entonces sabes todo lo que hemos conversado en este salón—, diría Hipólita mas como una afirmación que como una pregunta.

—Eso es correcto— replicaría Goku.

—Entonces— diría Hipólita—, ahora que ambos están aquí, quisiera saber por que llegaron a esta isla, aunque ya nos respondió algo su amiga Bulma.

—Bueno—, diría Bulma—, el Sr. Presencia nos dejó en este lugar indicándonos que este sería un buen punto de partida.

—Ustedes están entre dos mundos por decirlo de alguna manera, conocen el mundo de sus dioses y el mundo de los humanos, por lo tanto su orientación será de gran ayuda y no se espantarán tanto por nuestro origen— diría Bulma.

—Mencionaste a La Presencia—, ¿Quién es él?—, preguntaría Hipólita con duda pero sospechando que era alguien aún mas fuerte que Zeus.

—La Presencia— diría Goku—, el es el dios de todo este multiverso, no hay nadie por sobre el, por lo tanto, cualquier dios que ustedes conozcan, es uno de menor jerarquía.

Goku sospechaba que el nombre de Zeus que habían mencionado cuando llegó al salón, era el nombre del dios local. Abrir los ojos al universo y entenderlo siempre era algo bueno.

—¿Quién es Zeus?— Preguntó Goku.

—Zeus es el dios del olimpo, el dios de la tierra y del rayo— diría Hipólita—. También fue el quién puso la barrera que oculta esta isla a la vista del resto del mundo.

—Ya veo— diría Goku—, es como Kami-sama— le diría Bulma.

—¿Kami-sama?— Preguntaría Hipólita—. El es el dios de nuestra tierra— le respondería Bulma.

Así continuaron con el interrogatorio por algunas horas más, hasta que la reina solicitó que todos salieran de la sala, quería hablar mas tranquilamente con los prisioneros.