El Destino del Sayayín

Capítulo 34: Kara Zor-El y las Amazonas

—Mi nombre es Kara, Kara Zor-El—. Serían las palabras de la rubia, ahora en la Corporación Cápsula, estaban junto a Superman y Batman a petición de Bulma quien había llegado minutos antes , este había llevado la nave kriptoniana a la Corporación, por ahora era el mejor lugar donde dejarla.

—Mi nombre es Kal-El, soy un Kriptoniano al igual que tu—, diría Superman hablándole en su lengua natal a la chica que tenía frente a sus ojos, por precaución Clark les había pedido a Bulma y Bruce que se queden en silencio y detrás de el, ya conocía lo que podría ocurrir con el poder de Kara.

—¿Kal-El?— Diría con confusión la recién llegada—, pero el Kal-El que conozco es apenas un bebe, no puedes ser el— diría a la vez que comenzaría a tomarse la cabeza tapándose los oídos.

—¿Qué ocurre? Puedo escuchar muchas cosas, es molesto, duele.

—Enfócate en mí— le diría Clark—, no te distraigas, sólo mírame y escúchame.

Luego de unos segundos, finalmente Kara lograría enfocarse en Clark, calmándose en el proceso.

—Si eres el Kal-El que conozco, deberías apenas tener unos pocos años— diría esta—, soy tu prima mayor, mi padre se llamaba Zor-El, hermano de Jor-El, tu padre.

Clark estaba impactado, la posibilidad de encontrar a un Kriptoniano aún con vida era un prácticamente un milagro, y que además ese sobreviviente sea un familiar de el, era casi imposible.

Clark presentaría entonces a Kara con Bruce y Bulma, esta última, intrigada por la nave kriptoniana le pediría permiso para inspeccionarla, lo que Kara vería con desconfianza, pero cuando Clark le explicó quién era Bulma y de donde venía, esta aceptó.

—Whiss, ¿podrías revisar la nave? Serían las palabras de la peli azul a la vez que aparecía un holograma con la imagen de la IA asustando a la kriptoniana, la cual sin darse cuenta atacaría con su visión de calor al holograma, dañando parte del edificio con el ataque.

—Señorita Kara. Lamento haberla asustado— diría la IA con un tono suave y educado en un perfecto kryptoniano—, mi nombre es Whiss, soy una inteligencia artificial la cual está al cuidado de la Corporación y sus relaciones, le pido de la manera mas atenta que se tranquilice, y en lo posible apunte en otra dirección, no quisiéramos que destruya este edificio o lastime a alguien.

Kara lograría tranquilizarse y seguiría su relato, explicando que cuando Krypton explotó, la ciudad de Argo fue salvada gracias a una burbuja que la protegió, esto provocó que saliera volando al espacio sobre un fragmento del planeta.

Durante algunos años, los habitantes de Argo sobrevivieron en su ciudad flotante. Sin embargo, el fragmento de Krypton sobre el cual descansaba la ciudad eventualmente se convirtió en kriptonita, lo que empezó a amenazar la vida de sus habitantes.

Cuando la situación se volvió crítica, Zor-El y su madre Alura construyeron una nave para enviarme a la Tierra, algo similar a la que Jor-El y Lara habían utilizado para enviar a Kal-El.

Al parecer mi nave se desvió de su ruta original, enviándome a otros lugares y manteniéndome en hiper sueño, por eso el tiempo pasó de manera diferente y ahora te vez mayor a mi. Inicialmente fui enviada para protegerte, pero por lo que veo esto será al revés.

Luego de algunos minutos donde Whiss, confirmaría lo dicho por Kara, la nave se había salido de curso pasando muy cerca de un agujero negro, modificando el tiempo para ella.

—Se quedará en Metrópolis conmigo—, serían las palabras de Clark ante la duda de Bruce.

—"Es necesario que se adapte bien a estar en la tierra"— Bruce tenía un punto con eso—, eventualmente puede lastimar a alguien o destruir algo como lo hizo acá.