Capítulo trece: La Despedida

1K 131 9
                                    


Varios días han pasado luego de la demostración, Gokú y Bulma, ahora en su calidad de invitados, darían algunos paseos por la isla, en esos paseos eran saludados por las amazonas, a veces Bulma se quedaba en la biblioteca leyendo, la sed de conocimiento de la peli azul era insaciable, y esta era una gran oportunidad de conocer el mundo de las amazonas, no había logrado averiguar mucho del mundo exterior, solo lo que había logrado deducir en sus conversaciones con Diana. —Por lo que veo este mundo esta mas atrasado que el nuestro —,se diría a sí misma.

Por otro lado, Diana saldría con Gokú a caminar por la isla, donde las demás amazonas los mirarían con algo de envidia, más aún cuando se enfrascaban en combates de entrenamiento.

Pese a ser la amazona mas fuerte, Diana era consciente de las diferencias entre ambos, y aunque Gokú le comentaba que era muy fuerte, quizá al nivel de Ares, por lo que aunque el sayayín no se transformaba, debía estar muy atento a los movimientos de la amazona, la experiencia en combate de Diana era formidable, al igual que las otras amazonas, pero la fuerza de la hija de Hipólita era diferente—.  Tiene mucho potencial de crecimiento— se decía Gokú—, apenas está rozando el manejo de su fuerza, una vez aprenda a usar su Kí de manera consciente, sin dudas su nivel se elevará enormemente.

Hipólita, por otro lado, notaría que las amazonas, después de unos días, comenzarían a sentir algo mas que admiración hacia Gokú. Internamente podría describir este cambio como una mezcla de fascinación, respeto y quizá un leve enamoramiento y atracción, especialmente debido a las cualidades excepcionales y el carisma de Gokú.

Podría sentir una nueva energía o emoción palpable en el grupo, marcada por una conexión emocional mas profunda con el héroe.

Hipólita, sumida en sus pensamientos, reflexionaba sobre las implicaciones de la permanencia de Gokú en la isla, entendía el conflicto que podría ocurrir al haber un hombre en la isla, si bien sabía que el recelo hacia ellos seguía, Gokú sin dudas se había transformado en una excepción.

Por otro lado pensaba en como tenerlo de aliado, y al notar los puntos y gustos por la batalla tanto de el como de su hija Diana, no resultaba muy descabellado imaginar una unión entre ellos dos, y aunque no supiera que pensaba Diana al respecto, era indudable que lo mejor era que se fueran pronto de la isla.

Bulma, quien venía de la biblioteca, notó la preocupación de la reina, e intuyendo sobre lo que motivaba su actuar, se acercó a ella.

—Hipólita—, diría Bulma—. ¿Has notado lo emocionadas que últimamente se ve a las amazonas?, ¿crees que la estadía de Gokú las esté afectando?

Hipólita miraría a Bulma con sorpresa, había olvidado que detrás de su apariencia juvenil, se ocultaba una mujer con siglos de experiencia.

—"Me leíste el pensamiento"— le diría la reina—, tanto tú como Gokú se han ganado nuestra confianza, pero temo que la presencia de tu amigo genere confusión entre las amazonas, he notado que se sienten a gusto con el, sobretodo cuando el las entrena. 

—No te negaré que me encantaría que se quedaran aquí, pero también debo velar por mis amazonas y creo que se podrían generar conflictos por ganar su atención.

—Además la cercanía que está teniendo con Diana, me hace pensar que ella sería la ideal para ayudarlos en su integración con el mundo humano.

—"Pues si, tiene razón"—, diría la peli azul. Gokú, pese a su edad y experiencia, es un poco torpe en lo emocional, y quizá no sea consciente de lo atractivo que puede resultar para las mujeres, especialmente cuando las ha ayudado y salvado como él lo ha hecho.

El Destino del SayayínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora