Capítulo 25: Entre Bailes y Titulares

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Ahora llegaba el momento del baile, y al igual que la vez anterior en el evento de beneficencia, Gokú se disponía a bailar, ahora con más experiencia gracias a la misma Diana que le había enseñado en su mansión, pero justo antes de salir a la pista de baile, una mano lo apartó de la amazona sorprendiendo a Diana quien se quedó helada pero a la vez sonriente al ver y escuchar a quien le quitaba a su pareja de baile.

—"Ven sayayín, hace siglos que no bailas conmigo"— fueron las palabras que Bulma decía mientras jalaba de un brazo a su amigo.

Diana no tuvo tiempo de lamentarse cuando una mano apareció ofreciéndole compañía de baile. Era el mismo Bruce el cual sonriendo le decía a la amazona—, "a mi también me dejaron sin pareja, ¿me acompañas?"

El salón estaba lleno de elegancia y brillo mientras la música llenaba el aire. Entre la multitud, Goku y Bulma se encontraban juntos en la pista de baile, moviéndose al ritmo de la melodía con una sincronización casi perfecta, su conexión era innegable, un lazo que trascendía el amor romántico para abrazar el cariño profundo de una amistad duradera.

Los movimientos de Goku y Bulma fluían con gracia y armonía, como si estuvieran bailando juntos desde hace años. Cada giro, cada paso, estaba marcado por una complicidad que irradiaba calidez y afecto. Sus miradas se encontraban de vez en cuando, intercambiando sonrisas cómplices que hablaban de una confianza inquebrantable.

Para aquellos que los observaban, era evidente que Goku y Bulma compartían algo más que una simple amistad. Su baile transmitía un vínculo profundo, una conexión que había sido forjada a lo largo de innumerables aventuras y desafíos. Era el cariño de hermanos, la lealtad de compañeros de batalla que no dudarían en dar la vida el uno por el otro.

Mientras giraban y se movían al compás de la música, Goku y Bulma irradiaban una energía contagiosa, llenando el salón con una atmósfera de alegría y camaradería. A pesar de las diferencias en sus personalidades y orígenes, en ese momento, estaban unidos en una danza de amistad y amor fraternal.

Y así, entre risas y complicidades, Goku y Bulma continuaron su baile, recordándose mutuamente el valor y la importancia de tener a alguien en quien confiar plenamente en este mundo lleno de desafíos y adversidades. Para ellos, ese baile no era solo un momento de celebración, sino una expresión sincera de la profunda conexión que compartían como amigos y compañeros de vida.

A medida que Goku y Bulma continuaban su baile, la atención del salón se desvió hacia otra pareja que se unía en la pista: Bruce Wayne y Diana Prince. Al igual que Goku y Bulma, Bruce y Diana irradiaban elegancia y confianza mientras se movían al compás de la música. Sin embargo, su baile tenía un aire de misterio y magnetismo que no pasaba desapercibido.

Los ojos de Bulma siguieron a Bruce y Diana mientras se movían con gracia por la pista, admirando la armonía en su danza. Era evidente que entre ellos también había una conexión especial, una química que trascendía las palabras y se manifestaba en cada movimiento coordinado.

A medida que la canción llegaba a su clímax, Goku y Bulma se separaron de su baile para unirse a Bruce y Diana en el centro de la pista. Con una sonrisa cómplice, Goku tomó la mano de Diana mientras Bulma se acercaba a Bruce, preparados para cambiar de parejas y continuar la danza.

El intercambio de parejas fue fluido y natural, como si estuvieran destinados a bailar juntos en ese preciso momento. Goku y Diana se sumergieron en su nuevo baile con facilidad, mientras que Bruce y Bulma encontraron su ritmo con una sorprendente armonía.

Para aquellos que observaban, era un espectáculo cautivador: dos parejas que representaban la diversidad y la fuerza, unidas en una danza que trascendía las barreras de la diferencia. Goku y Diana bailaban con una ligereza y gracia que reflejaba su cada vez mas profunda conexión, mientras que Bruce y Bulma irradiaban una intensidad y complicidad que hablaba de un entendimiento mutuo más profundo.

El Destino del SayayínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora