Capítulo 44 La Amenaza está en Camino

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Algunos meses después

Lucifer se encontraba en su dominio, el lujoso y decadente club nocturno de Los Ángeles que él regentaba. Mientras observaba desde las sombras, los destellos de la vida mortal desplegarse ante él, sus pensamientos se desviaron hacia tiempos inmemoriales, cuando su voluntad había desafiado la misma esencia del universo.

Recordaba con claridad el conflicto ancestral con Perpetua, una entidad primigenia cuyo poder desafiaba incluso su comprensión divina. Ambos habían sido rivales en un juego cósmico de dominio y control, donde las fuerzas del orden y el caos se entrelazaban en un baile interminable.

La rivalidad con Perpetua no solo era una cuestión de poder y supremacía, sino también una cuestión personal. Él había luchado por mantener el equilibrio entre los reinos y los multiversos, resistiendo los intentos de Perpetua por imponer su voluntad sobre todas las realidades conocidas.


Flashback


Hace eones, Perpetua, una de las entidades más antiguas y poderosas del Multiverso, intentaba imponer su dominio absoluto, creando y destruyendo universos a su voluntad. Su objetivo era moldear el Multiverso a su imagen de caos y poder absoluto. Sin embargo, sus propios hijos, el Monitor, Antimonitor y Forjador de Mundos, se rebelaron contra ella para salvar la creación.

En las sombras, observando el caos, estaba Lucifer Morningstar. Aunque no tenía un interés directo en la preservación del orden cósmico, Lucifer reconoció que el despotismo de Perpetua amenazaba la esencia del libre albedrío y el equilibrio que él valoraba. Decidió intervenir, pero lo hizo de manera sutil y calculada, sin revelar su mano.

Los hijos de Perpetua, conscientes de la magnitud del poder de su madre, estaban desesperados por encontrar una manera de detenerla. Lucifer se les apareció en un momento crítico, ofreciendo su ayuda.

—"Nuestra madre está destruyendo todo lo que creamos— diría el Forjador de Mundos—. Su poder es inmenso, más de lo que podemos manejar solos."

Lucifer lo observaba con seriedad—. "Vuestro sufrimiento y lucha no pasan desapercibidos. Aunque mi intervención directa sería notada, os puedo ofrecer los medios para encarcelarla."

Lucifer, con su vasto conocimiento y poder, proporcionó a los hijos de Perpetua el conocimiento necesario para crear el Muro de la Fuente, una prisión cósmica capaz de contener su inmenso poder. También les ofreció una fracción de su poder, un impulso necesario para realizar el sellado.

—"El Muro de la Fuente es vuestra mejor esperanza. Usad este conocimiento y el poder que os otorgo sabiamente."— serían las palabras de Lucifer a los tres hermanos.

Con la nueva sabiduría y el poder otorgados por Lucifer, los hijos de Perpetua confrontaron a su madre en una batalla titánica. La lucha sacudió los cimientos del Multiverso, pero con su conocimiento y poder ampliados, finalmente lograron someterla.

—"Madre, tu reinado de terror termina hoy."—serían las palabras del Antimonitor.

—"¡No! ¡No podéis detenerme!"— gritaría Perpetua.

Utilizando el poder del Muro de la Fuente, los hijos de Perpetua la aprisionaron, sellándola detrás de una barrera que ningún poder ordinario podría romper.

Después del aprisionamiento de Perpetua, Lucifer reflexionó sobre los eventos. Sabía que este acto no era una solución definitiva, pero había comprado tiempo para que el Multiverso floreciera y se equilibrara nuevamente.

Lucifer pensaba—."Hoy, he retrasado lo inevitable. Perpetua, tu retorno será tan inevitable como el amanecer, pero estaré preparado."

Ahora, en el presente, Lucifer veía en Gokú una oportunidad única. El sayayín, con su inmenso poder y su naturaleza impredecible, representaba una amenaza y, al mismo tiempo, un instrumento para desatar el caos sobre Perpetua. Liberar a la antigua entidad de su prisión en el Muro de la Fuente no era solo un acto de venganza, sino un movimiento estratégico para debilitar a dos gigantes cósmicos en un solo golpe.

El Destino del SayayínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora