Capítulo 45 Conocimiento, Negociación y Sueños

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En los confines del universo 53, la nave de Brainiac, surcaba las oscuras y turbulentas corrientes espaciales. Después de semanas de viaje, esquivando amenazas interestelares y enfrentando desafíos técnicos, habían llegado al borde de una región del espacio conocida como el Vacío Eterno, una zona donde las leyes de la física parecían doblarse y retorcerse, y donde los secretos del cosmos se ocultaban en sombras impenetrables.

Dentro de la nave, Brainiac ajustaba constantemente los controles mientras Luthor observaba con ojos calculadores—. "El Vacío Eterno es conocido por su capacidad de ocultar artefactos y conocimientos perdidos"—, comentó Brainiac, su tono frío y mecánico—. "Aquí es donde los antiguos guardaron el Libro del Destino para evitar que cayera en manos equivocadas."

Luthor asintió, su mente ya trabajando en el siguiente paso—. "Debemos ser meticulosos. No podemos permitirnos errores."

Lo que ambos no sabían era que habían sido guiados hasta allí por una influencia oculta. Lucifer, el astuto y siniestro ángel caído, había estado manipulando los hilos desde las sombras, proporcionando pistas y direcciones sutiles que los llevaron directamente a su objetivo.

Mientras avanzaban, el entorno comenzó a cambiar. La oscuridad absoluta se volvió iridiscente, con destellos de luz que parecían formar patrones fugaces y desconcertantes. Finalmente, llegaron a una estructura gigantesca y antigua flotando en el vacío: una biblioteca cósmica protegida por barreras energéticas de inmenso poder.

La nave de Brainiac se detuvo frente a la entrada principal, una puerta monumental adornada con símbolos antiguos que pulsaban con una energía casi tangible. Luthor y Brainiac descendieron, abriéndose paso con un dispositivo que combinaba la tecnología de Bulma con la de Brainiac, capaz de neutralizar las barreras energéticas.

—"Esto es solo el comienzo"—, murmuró Brainiac—. "La verdadera prueba está en el interior."

Al entrar, se encontraron en un vasto salón lleno de estanterías infinitas, cada una repleta de tomos que contenían conocimientos perdidos de innumerables civilizaciones. Sin embargo, su objetivo estaba más allá. Se dirigieron hacia el centro, donde un pedestal luminoso sostenía el objeto de su búsqueda: el Libro del Destino.

El libro era un artefacto imponente, encuadernado en una materia desconocida que brillaba con una luz propia. Estaba custodiado por una serie de guardianes etéreos, seres de pura energía que reaccionaron inmediatamente a la presencia de los intrusos.

—"Brainiac, neutraliza los guardianes mientras yo me acerco al libro"—, ordenó Luthor. Brainiac, con su precisión y eficacia habitual, desplegó una serie de dispositivos que emitieron pulsos de energía, desestabilizando temporalmente a los guardianes.

Sin embargo, lo que ninguno de los dos sabía era que Lucifer estaba interviniendo desde las sombras. Con un susurro casi imperceptible, manipuló las energías de los guardianes, haciendo que su resistencia fuera menos intensa de lo que debería haber sido.

Luthor avanzó, sintiendo una mezcla de emoción y trepidación. Al intentar tocar el libro, una oleada de conocimiento y poder lo atravesó. La cantidad de información era tan vasta y profunda que su mente casi no pudo soportarlo. Incluso Brainiac, con toda su capacidad, encontró imposible asimilar todo el contenido.

—"El conocimiento en este libro es demasiado vasto"—, dijo Brainiac, retirándose un paso. —"Debemos ser selectivos."

Luthor, con una mirada determinada, escaneó las múltiples opciones presentadas ante él. Las respuestas a incontables misterios cósmicos y poderes inimaginables estaban al alcance de su mano. Sin embargo, ambos sabían que su prioridad era encontrar la forma de liberar a Perpetua.

El Destino del SayayínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora