Capítulo 54 Destino y Laberinto

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Gokú y La Presencia flotan en el vacío estelar, rodeados por la vastedad del cosmos. La Presencia ha compartido mucho con Gokú, pero hay algo más que necesita revelar.

—"Gokú— diría La Presencia—, tu llegada no solo ha influido en el universo 53. Tu presencia ha comenzado a generar ondas que afectan muchos otros universos."

Gokú lo miraba sorprendido—"¿De verdad? No tenía idea de que mi presencia podría tener un impacto tan grande. ¿Cómo es posible?"

—"El multiverso está interconectado de maneras que incluso los seres más poderosos no pueden comprender completamente. Tu energía, tu esencia, ha comenzado a influir en los tejidos mismos del tiempo y el espacio."— diría La Presencia de manera tranquila.

—"¿Entonces hay cambios en el futuro de otros universos por mi culpa?"— diría el sayayín.

—"No es tu culpa—replicaría La Presencia—, Gokú.  Es una consecuencia de la magnitud de tu ser. Pero es algo que debemos entender mejor. Destino, uno de los Eternos, ha percibido estos cambios y ha solicitado verte."

—¿Destino?—diría Gokú—. Muerte me ha hablado de el. ¿Por qué quiere verme?.

—Cómo ya lo sabes, Gokú. Destino es uno de los Eternos, el tiene la capacidad de ver el pasado, presente y futuro de todos los seres de este multiverso, pero desde tu llegada ha tenido varios problemas en visualizar no solamente tu destino, el cual no ha logrado, sino que también ha modificado el de muchos seres no solo en este universo, también en otros universos inclusive.

—Entonces, ¿Qué significa todo esto, acaso mi destino ha cambiado, o es algo fijo e inevitable?— diría Gokú.

—Tu destino está influenciado por tus decisiones—diría La Presencia—, Gokú. Eres una excepción, un ser cuya voluntad y libre albedrío pueden alterar el curso de los eventos. Destino, uno de los Eternos, me ha hablado de tu llegada y de su incapacidad para ver tu pasado y futuro. Solo ha podido ver desde el momento en que llegaste a este multiverso.

—¿Eso es posible? ¿Un ser como él no puede ver mi pasado o mi futuro?— preguntaría el sayayín.

—Así es. Es una situación única— diría La Presencia—. Me ha consultado si estarías dispuesto a compartir tus recuerdos con él, como lo hiciste con Sandman.

—No tengo problema en mostrarle mi pasado y mi presente. Pero mi futuro... prefiero no saberlo aún. No quiero quitarle lo emocionante a la vida, por lo que espero que no me cuente nada cuando nos veamos.— diría con una sonrisa el sayayín.

La Presencia sonreiría al escuchar esto—. Entiendo. Vamos a ver a Destino entonces.

El viaje de La Presencia y Gokú al reino de Destino fue una experiencia surrealista y etérea. Todo comenzó en un lugar sin forma ni tiempo, donde La Presencia extendió su mano hacia Gokú. Al tomarla, Gokú sintió un tirón suave, como si la misma esencia del universo lo guiara a un nuevo plano de existencia.

Al principio, el entorno era un vasto vacío, pero pronto, comenzaron a emerger hilos luminosos de todas direcciones, cada uno representando las diversas líneas de la vida y la realidad. Estos hilos de destino se entrelazaban y se extendían en un tapiz infinito, vibrando con energía y propósito. Gokú podía sentir el peso y la importancia de cada hilo, cada uno un fragmento de una historia en el gran esquema del multiverso.

La Presencia y Gokú flotaron a través de este vasto tejido, moviéndose más allá de las limitaciones del tiempo y el espacio. Los colores y las luces cambiaban constantemente, reflejando las innumerables posibilidades y caminos del destino. Eventualmente, comenzaron a descender hacia un punto en el tejido, un lugar donde los hilos se concentraban y se volvían más densos, formando un umbral hacia el reino de Destino.

El Destino del SayayínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora