—¡Ríndete!— Le diría Gokú.
—Púdrete— le respondería el semidiós—, jamás me iré de este lugar maldito hu...
Hércules no alcanzaría a terminar la frase cuando Gokú le soltaría un puñetazo devastador en la mandíbula.
Varios dientes quedaron tirados en la arena, y ante la sorpresa de todos, todos quienes ya eran solo espectadores de la pelea. Los soldados habían sido lanzados a la orilla de la playa y ahora solo veían como su líder era humillado por el desconocido.
El semi dios estaba tirado en la arena, inmóvil ante el golpe del sayayín. Este comenzaba a caminar en dirección del rival ya derrotado, cuando apenas y logró cubrirse antes de recibir un golpe venido desde el cielo, o eso parecía.
Fue tal el impacto que Gokú fue mandado a enterrarse en la arena, y con esa misma energía logró proyectarse fuera del cráter hecho con su propio cuerpo, cayendo de pie a unos pocos metros de distancia.
Ahí se elevaba un imponente hombre, gigante a los ojos de un humano promedio con una armadura negra, un casco de guerra espartano que le cubría toda la cabeza dejando a la vista solamente unos ojos rojos brillantes.
Ahí estaba, el propio Ares, el cual acababa de llegar al campo de batalla.
—Ese golpe me dolió—, decía Gokú con sus brazos enrojecidos por tamaño impacto.
—¿Quién eres para venir a quitarnos la diversión humano?— Diría el dios con desprecio en sus palabras.
—Mi nombre es Gokú—, respondería el sayayín—, y tú, ¿Quién eres para intervenir en mi pelea?
—Ese es Ares—, decían al unísono la reina Hipólita junto a Antíope al ver llegar al dios al lugar.
—¿Quién es Ares?— Preguntaría Bulma que permanecía en el caballo viendo a su amigo.
—Mi reina—, decía Antíope con un evidente nerviosismo—, debemos atacar ahora. Tu amigo se enfrenta al dios de la guerra— respondía la reina Hipólita a Bulma—, está perdido.
Hipólita estaba por dar la señal de ataque cuando fue interrumpida por Bulma.
—¿No lo hagan!, no se metan o sólo estorbarán a Gokú— diría Bulma ante la mirada atónita de la reina y de quienes la escucharon.
—"Es Ares"— decía Hipólita—, no es lo mismo pelear contra un semi dios como Hércules que hacerlo contra un dios, enfrentarlo es una muerte segura volvía a repetir Hipólita.
—El dios Ares— decía Antíope—, es uno de los dioses más fuertes del Olimpo, sólo peleando todas juntas tendremos una posibilidad de éxito.
—Gokú ya ha peleado contra otros dioses en el pasado y ha salido victorioso. No se involucren en esta pelea, no hay nada que temer—respondería la peli azul con tranquilidad.
Mientras las amazonas discutían y decidían esperar, Gokú se dio cuenta de la fuerza de Ares, por lo que deshizo parte de sus clones dejando solamente a uno encargado de proteger a las amazonas en caso de un nuevo intento de los soldados.
—Veo que disuelves tus copias—, decía al dios al ver al sayayín incorporarse y absorber a parte de los clones.
—Eres un poco mas fuerte que el otro tipo y debo ponerte un poco mas de atención, sólo un poco—, le decía Gokú mientras apuntaba a Hércules el cual era ayudado por los soldados a ponerse de pie y salir del lugar.
—Ese comentario tuyo me parece insolente—, diría el dios—. ¿No te interesaría formar parte de mis filas?, creo que tienes potencial y sinceramente no creo que las amazonas te tengan como uno de sus amigos. Apostaría que te tienen de prisionero y piensas que ayudándolas podrás disfrutarlas— decía Ares mientras se pasaba la lengua por los labios.
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El Destino del Sayayín
Fanfiction500 años han pasado, ya todos se han ido, una propuesta de una nueva vida sorprenderá a Gokú, quien acompañado por alguien especial, comenzará una nueva aventura en el multiverso de DC. Una nueva vida, nuevos amigos y nuevas experiencias las cuales...