Capítulo 39 El Último intento y un favor en la noche

487 50 6
                                    


Al día siguiente, Gokú regresaría a Themyscira, su promesa de ayudar a Kara a controlar sus poderes era algo que el sayayín quería cumplir.

Kara, al ver a Gokú, no pudo evitar recordar todo lo que sentía, además de lo ocurrido durante la noche entre el sayayín y Diana, pero hizo lo posible por comportarse de la manera mas seria posible.

Gokú y Kara estaban entrenando en una llanura abierta en Themyscira, disfrutando del aire fresco y la tranquilidad del lugar. Habían pasado horas entrenando intensamente, y ahora se encontraban tomando un descanso. La tarde comenzaba a caer, y el sol pintaba el cielo con tonos dorados.

—"Gokú, gracias por todo lo que has hecho por mí. Me has ayudado más de lo que puedo expresar."

Gokú le sonrió ampliamente, pero con un matiz de seriedad.

—"¡No hay de qué, Kara! Eres muy fuerte. Solo necesitas un poco de guía. Estoy seguro de que serás una gran guerrera."

Kara sintió un impulso que no podía controlar y dio un paso más cerca de él, sus ojos reflejando algo más que gratitud.

—"Gokú... yo... hay algo que quiero decirte."

Gokú notó la seriedad en su voz y la intensidad en su mirada, y su sonrisa se desvaneció un poco, sustituyéndola con una expresión de curiosidad y preocupación.

— "¿Qué pasa, Kara?"

Ella respiró hondo, sintiendo su corazón latir con fuerza.

—"Desde que te conocí, he sentido algo muy fuerte por ti. No solo admiración o gratitud. Creo que me he enamorado de ti, Gokú."

Gokú parpadeó, sorprendido. No había anticipado esto, y Diana no había querido comentarle nada. Kara dio otro paso hacia él, acercándose aún más.

—"Sé que es difícil de entender, pero no puedo evitar lo que siento. Quisiera saber si... si alguna vez podrías sentir lo mismo por mí."— Kara estaba jugando lo que quizá sería su única carta disponible, aprovechando que Diana no estaba presente, esperaba lograr captar la atención del sayayín.

Kara se inclinó ligeramente, como si buscara un contacto más íntimo. Gokú retrocedió un poco, tratando de ser delicado, sintiendo la necesidad de ser honesto sin lastimarla.

—"Kara, eres una persona increíble y una gran amiga. Pero... mi mente y mi espíritu están en otro lugar. Estoy en un camino diferente ahora, buscando respuestas y entendiendo cosas que van más allá de lo que puedo explicar."

Kara bajó la mirada, sintiendo cómo sus esperanzas se desmoronaban. Gokú la miraba con genuina preocupación y ternura, queriendo aliviar su dolor sin engañarla.

—"No quiero lastimarte. Eres muy importante para mí. Pero en este momento, no puedo corresponder a tus sentimientos de la manera que quisieras."

Kara sintió una punzada de dolor, pero también algo de consuelo en sus palabras. Levantó la mirada, encontrando en los ojos de Gokú solo honestidad y amabilidad.

—"Entiendo, Gokú. Es solo que... esto es muy difícil para mí."

Gokú asintió, comprendiendo la profundidad de su dolor.

—"Lo sé. Y lamento que estés pasando por esto. Siempre estaré aquí para ti como amigo y como compañero de entrenamiento."

Kara asintió lentamente, aceptando la situación aunque el dolor aún persistiera. Gokú se acercó para darle un abrazo reconfortante, pero ella se detuvo y, con un intento desesperado, intentó besarlo. Gokú la detuvo suavemente, colocándole una mano en el hombro.

El Destino del SayayínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora