Capitulo 19: Un vinculo que se ha roto

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[El siguiente capítulo puede contener escenas explicitas, y contenido altamente sensible [suicidios, abuso, alucinación, violacion explicitas, pornographic ect] se recomienda sólo mayores de 21, y leer bajo su propio riesgo

Todo lo escrito aqui es ficción no lo intente en su casa]

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Aunque siguiese con mi vida como si nada hubiese pasado, simplemente no podía.

Tenia pesadillas de aquel horrendo día, en él que me atacaron aquella sensación horrenda de suciedad me perseguía por lo que las duchas, era restregarme por toda la piel al punto de lastinarme al punto de lacerarla. Debido al ataque su padre me mudo a una tienda más cercana donde Ismael también trabajaba. Fue entonces que descubrí a Isaac.

Isaac, era su alter ego un Alfa soltero que le gustaba salir con Omegas bonitos, y le encantaba el chisme.

Cuando me vio allí, su cara fue de sorpresa total y miedo. Vino corriendo hacia mi —¡Por favor! No le digas que soy Omega te lo ruego. Esto me hace feliz por favor. Haré lo que pidas, pero déjame ser feliz...

—Puedes ser feliz conmigo sin necesidad de ellos.

—No no se lo digas.

—Te veo coqueteando con ellos, y te juro, te juro que los echo. No diré nada solo porque puede perjudicarte y termines en la IMOOM, pero no me hagas enojar. —A el eso no le preocupaba cada que un Omega bonito se le acercaba se sonrojaba, se ponía como colegial enamorado. ¿Por qué no podía ser así conmigo? ¿Por qué?

—"Sabes eres un hermoso Omega, ojalá pudiéramos relacionarnos más, y quien sabe pueda puedamos armar un familia juntos" —dicho esto mi Omega lo beso, y yo enfureci, espere a que ese muchacho saliera y lo increpe —Alejate de Isaac, sabes que su nombre verdadero es Ismael, está casado y es un Omega, mi Omega. Todo lo que te dijo es un vil mentira, por lo que también sus promesas de amor. Yo que tu renunciara, si lo haces te daré buenas referencias, sino haré que tu vida sea un infierno. —El muchacho renuncio por lo que la competencia había sido eliminada, al llegar a casa mi hermoso Ismael estaba alli sentado, esperándome para cenar.

El silencio era absoluto, de su boca no salía nada, solo ingresaba la comida, pero sabía que estaba enojado.

Al cabo de unos minutos se quebró al fin. —¿Por qué lo hiciste? Te pedí que no lo hicieras, y se lo dijiste. Fui a verlo y me insulto, me trato mal por tu culpa. No quiere verme, ¡¿Por qué se lo dijiste?! —Arrojandome el plato de comida que aún estaba caliente sobre mi —¡Me quemaste! —el ardor era indescriptible, empecé a quitarme la ropa y él solo quedó estupefacto —Fue sin querer, no quise lastimarte, fue sin querer. Perdón, Santiago, te juro que fue sin querer.

—Finges ser un Alfa, pero ni bien te vez en problemas recurres a la lágrimas eres patético.

Ese día jamás lo olvidare, el irme acostar y escuchar aquella detonación y encontrar a mi Omega con su mano lastimada y la mejilla agujereada, su mala puntería, e inexperiencia con armas le salvo la vida.

Estaba inconsciente tome una camisa, y coloque en su herida para llevarlo al hospital.

Estaba furioso en ese momento mi mente me negaba aceptar la realidad, para mi el se disparo por el dolor de que aquel Omega lo rechazara, pero no fue eso. Hoy me daba cuenta que fue mi cruel comentario, el que lo llevo a tal decisión.

Durante su internación no deje de visitarlo aún cuando mi suegro intentó convencerme de que me fuese de la vida de este. —¡Mas te conviene que lo que digas sea cierto o te juro que te mató!.—decía su padre que se instalo allí para no dejar a su cría ni un segundo solo conmigo.

Sus ojeras eran vistas apenas entraba a la habitación, al igual que su odio, y su desprecio

desprecio hacia mi persona.

—¡Yo, jamás lastimaria a su hijo! ¡Yo lo amo! Ismael es mi vida, mi Omega, jamás le haría daño.

Fueron días largos, no podía dormir por el miedo, y la angustia de la llamada del hospital por el miedo a perderlo, el miedo a no verlo nunca mas.

Entonces me quedé dormido sobre mi escritorio, teniendo aquel pensamiento constante "Si fuera un Omega, quizás el me quería, pero no estaría bien. ¿Por qué el no me podía amar siendo yo un Alfa? ¿Y si él que debía cambiar era yo?"

Pero entonces aquella mancha oscura apareció tratándome por completo, comiéndome por completo, para luego la radio despertarme —"Se informa que todo Omega que se le encuentre en estado de rebeldia, será internado y reeducado en la IMOOM. No avale la criminalidad, no sea cómplice o lo descubriremos y pagará las consecuencias.

Denuncias anónimas a la linea gratuita 0800-IMOOM- 777 o al 0800-IMOAM-777 al servicio de la sociedad"

Anote el número en mi agenda, y lo guarde.

En ese momento pensé que debía estar listo en un futuro, por mi bien por su bien.

Lo mejor para ambos, si la IMOOM era la solución no dudaría en usarla, para salvar a nuestro matrimonio.

Pero entonces el portero sonó, la persona decía a ver encontrado mis documentos tirados, documentos que había perdido esa noche que me atacaron. Dejé que entrara —¡Que pase por el interno no encuentro las llaves! —Le di autorización para que suba por el ascensor interno, le daría una recompensa, pero no encontraba las llaves ya que esos documentos eran importantes al abrirse el ascensor yo estaba de espaldas, aun buscando mis llaves, entonces aquel tipo enorme y horrendo estaba detrás de mi —¡Hola no me recuerdas! —Al escuchar aquella voz, mi cuerpo se paralizo por completo mi corazón latía a mil por hora, mi estómago se me revolvía del asco, yo tenía mi mano en el cajón justo donde estaban las llaves, la tomé bien fuerte, para luego girarme y verlo.

—¡Vi tu esquela en el periódico buscando tus documentos, ofreciendo recompensa! Dime que me darás por estos.

—Tengo un cuchillo y no dudaré en usarlo. ¡Vete o te apuñaló —Ocultando mi mano detrás mio. —¡Vete!

—Irme si apenas llegue, ¡Ven para aca!.

—No no no — El intentaba sujetarme, y yo lo evitaba. —Alejate, vete de mi casa o te mató.

—No no le iré, vi tu publicación en el diario buscando tus documentos, y supe que sobreviviste por lo que vine a terminar lo que comenze, pero viendo que estas sólito. ¡Vamos a divertirnos un rato! ¡No crees correcto! Esta vez solo tu y yo, sin mi compinche.

Aquel tipo me reducio a pesar de todo lo que hize para evitarlo me tiro al sofá, y empezó a desvetirme para luego mi mente apagarse, ahora que lo pensaba jamás note esa mancha de humedad en el techo, para luego voltearme y ver el sofá —Sí sabía que sobrevivirías esa misma noche te anudaba, pero aún estoy a tiempo.

—¿Qué? NOOOO, eso no —Me sujeto del pelo, para moderme allí para comenzar con aquel cruel acto, anudar a un Alfa era la peor humillación que podía recibir, pero esto empeoraba con un Impuro. Ya que significaba embarazo seguro. De repente tome una botella de licor a mi lado para dárselo en la cabeza y este empezar a derretirse por completo, a descomponerse, volviéndose una mancha y tragándome por completo. Despertándome de aquella cruel pesadilla,

en ese momento fui al ascensor interno arranque el botón del octavo piso, y me encerré toda la noche en la habitación cubierto por completo, abrazado a la llaves por si debía salir corriendo.

Con la mente en mi contra, todo el mundo era un peligro para mí.

Continuara...

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