Advertencias el siguiente capítulo contiene temas sensibles por lo que no es apto para menores de 21 años.
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Allí estaba recostado en una cama de aquel hospital asustado ante un peligro inexistente, negándome a cualquier tipo de ayuda externa mientras abrazaba mi vientre, protegiendolo de todos. —¡No me van a quitar mi bebé! ¡No me van a quitar mi bebé! Yo lo voy a proteger siempre, daria mi vida por él, daría mí vida!
—Nadie te quiere hacer daño, nadie. Debes tranquilizarte Santiago, por ti y por tu bebé.
—¡Nadie va sacarme mi bebé! Nadie.¡Grrrrrr! —mi Omega trataba de calmarme de que entendiera, que no había peligro, pero yo estaba enceguecido por la locura. —¡Ismael se quieren robar al bebé! ¡Se lo quieren robar! ¡Ayudame! Diles que se vayan, por favor. Diles que no les daré a mi bebé.
—Santiago, solo es un crisis tranquilizate.
—Estas del lado de ellos, acaso tú...
A ti no te importa el bebé, te quieres deshacer de mi y de tu hijo... Eres un maldit.. quieres deshacerte de nosotros, seguro lo volviste a ver, volviste a ver a ese Omega. Lo volviste a ver..
—Claro que no, Santiago, que tonterías dices. Yo te amo, solo te veo a ti.
—Mentira.. te vi con él. Te vi, solo te casaste conmigo porque te oblige.
Este hijo, dime que esté hijo es tuyo. Dime qué no son de esos tipos. Dímelo. ¡Por favor! Dime qué no es de esos tipos.
—Ese bebé es mío, nuestro. Nuestro bebé, tu bebé Santiago.
—¿Quien es Santiago?
—Tú.
—No no no, yo no soy no conozco ningún Santiago, yo. No me lastimen, ya no me lastimen. Él bebé no tiene la culpa, yo yo ¿Bebé? ¿dónde está?
Mi Omega me miro fijo a los ojos para solo abrazarme mientras yo seguía murmurando cosas sin sentidos, inentendibles, balbuceos —¡Todo va estar bien amor! ¡Todo va estar bien!
Estuve 1 semana en el hospital, cuando al fin empecé a comer fue que decidieron que el tratamiento fuera externo. Según el medico no podía medicarme, ni estar solo.
Al llegar Lisandro, me esperaba llorando. —¿Estás bien Santiago? Tú me conoces.
—Como no voy a reconocerte, si yo te pari Lisandro.
Lisandro miro a Ismael, y mi esposo solo encogió los hombros de que me siguiera la corriente. —Son detalles.
Allí estaba ante el hijo ficticio que mi esposo invento para que pudiera comer, y regresar a casa; —"¡Santiago debes comer, nuestro hijo te necesita!
—Mi bebé me lo robaron.
—Yo digo de nuestro hijo... Emmm mayor
—¿Hijo mayor?Yo no tengo hijo mayor..
—Emm Lisandro nuestro nene más grande...
—Lisandro no es mi hijo, Lisandro ¿Lisandro? ¿Quién es Lisandro? ¿Mi hijo?
—Sí, tu lo pariste no lo recuerdas.
—Sí, mi nene debe estar asustado, solo en casa debo reponerme... "
—Dime mi cielo, te estuvieron alimentando bien —Abrazando a Lisandro que me miraba estupefacto para luego ir a ponerme a cocinar —Si mami, estoy comiendo bien. —Lisandro era tan buen niño que se prestaba para que yo no tuviera crisis. Por lo que me puse a cortar cebollas hasta que algo me saco de mis pensamientos. —¿Por qué eres pelirrojo como los vecinos? Y no eres pelinegro o rubio como Ismael ¿Quién eres?. —Allí estaba con el cuchillo con la cebolla clavada en él, apuntandole mientras trataba de razonar. —¿Quién eres?
—Soy Lisandro. Yo...
—Nuestro hijo, ya te lo dije Santiago.
—Cierto. Seguro tienes hambre, mamá te va a cocinar. —volviendo a cocinar otra vez para preparar un rico fideo a la boloñesa. Mientras Ismael, aprovechaba para poner a todos al tanto de mi ahora estado delicado mentalmenteContinuara...