Advertencia +21; puede contener escenas sensibles, lenguaje soes etc. leer bajo su propio riesgo.
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Sin duda la IMOOM era un cruel destino, esta era conocida por su tirania, abusos y maltratos.
Muy pocos de lo que entraban salían de alli.
Yo no deseaba eso para mi pequeño León, yo lo único que deseaba era que estuviera a salvo aunque tuviese que ser lejos de mi. Lloraba mientras el dormía sobre mi pecho, mis lágrimas recorrían mi rostro para llegar así él mojando sus cabellos. ¡Mamá siempre te va amar! ¡Siempre te voy a proteger!
Acosté a León en la cama para tratar de calmar a los hormonales que discutían como si fuese un matrimonio de añares.
—Dijiste que me querías y mira me pegaste.
—Es que tu quieres lastimar a mi sobrino.
—Yo solo hago respetar la ley.
—Una ley tirana, no debería existir. Las personas deberían poder amarse sin problemas sin restricciones.
—Blasfemias, esas cosas son inmorales, inaceptables. Un Alfa debe proveer y un Omega dar hijos nada más, el resto son solos desviaciones que deben ser corregidas para eso esta la IMOOM y la IMOAM para corregirlos. —Renato escupia veneno a diestra y siniestra cada gesto, movimiento era identico a Ismael, pero si él tenía padres, entonces no podía ser hijo de Ismael.
—Renato, ¿cómo se llaman tus padres?
—¿Qué te importa?
—¿Qué no te enseñaron a que no le levantes la voz a un Alfa? -golpeando la mesa de luz a lado mío, asustándolo más de lo que ya estaba. Acción ideal para que Lisandro pudiera abrazarlo para que se le fuera el susto.
Te pregunto porque creo que se quienes son tus padres.
—Mentira, aparte ni me interesa saber. Mi único interés es ser leal a la IMOOM por siempre, vivir, servir, matar y morir por la IMOOM.
—Tú y yo, tendremos 7 hijos, o al menos 7.
—Nunca tendré hijos, ni Alfa.
Mi vida es la IMOOM.
—O sea vas contras lo propios ideales de los cuales defiendes. Irónico.
—Claro que no. Antes que Omega soy un oficial, y como oficial primero esta mi ideal que yo.
—Te entrenaron bien, eres un perro manso para la IMOOM.
—Prefiero que me creas que soy un perro, y me enorgullezco de serlo; leal a mi amo a mi patria.
Tu solo eres un vil mounstro, un impuro, estás maldito por dentro y por fuera. Deberás ser exterminado, tu no deberías existir.
—Eres muy jovencito para decir tonterías. Te falta vivir quizás lo 7 hijos con Lisandro te hagan cambiar de opinión —Se puso rojo del odio ante mi comentario, le había dado en su joven ego, rechinaba los dientes del mismo odia hacia mi, mientras Lisandro lo seguía abrazando –¡Me encanta tu aroma! Es tan exquisito. Quisiera olerte por siempre —Besándole la mejilla. —Sonrojando a Renato para luego quedar entre schock.
La noche llegó y yo me acoste con León, mientras ellos dormían en el sofá cama, aunque ahora amordazado para que no vaya a gritar mientras dormíamos.
Aunque Renato lo negase, se notaba que a él también le gustaba Lisandro quizas eran almas gemelas, vaya uno a saber. Sólo se que ambos se gustaban, pero Renato era un hueso duro de roer.
¿Cómo lo supe?
Ambos hablaban dormido
–Tendremos al menos 7 hijos, todos igualitos a ti.
—¿7? Yo quiero 12. 6 igual a mi 6 igual a ti, así con el cabello colorado. Un equipo completo.Y seguían armando su familia mientras dormían.
—Algún día todo se solucionará León, y si dios quiere te daré un hermano o quizas dos, pero contigo a salvo me conformo. —Abrazando y aprovechando los últimos momentos con mi bebé.
Continuara...