capítulo 31: una vida comienza en un mundo cruel

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Advertencias ⚠️ este capítulo no es apto para menores de 21 años puede contener escenas sensibles y explicitas de abuso, violencia, muerte ect.
leer bajo su propio riesgo, todo lo presentado aquí es ficción

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Lisandro, no le soltaba la mano a  aquel tipo, que quería golpear a Agustín. —Nadie le pega a mi mami, nadie. –Aprentando más y más fuerte.
—¡Sueltame mocoso! ¡Sueltame! —Eñ tipo se ponía nervioso mientras Agustín estaba helado sin saber que hacer ante aquella reacción, sujete a Agustín y lo coloque detrás de mi. —Lisandro, sueltalo no va pasar nada. El no le va pegar a tu mamá, simplemente necesitan hablar en privado los 3, porque no lo sueltas mientras ellos 3 charlan, tu vas con los niños a comer un helado. –Saque de mi billetera, un billete de 20 y se lo di a Lisandro para que fuera con los niños quienes estaban asustados. —Esta bien, ¿Vamos a comer helado? — Ofreciendole a los niños su mano para ir a la tienda de helados allí al frente. Aquel Alfa frotaba su mano, y concentro su odio hacia a mi —Controla a tu Omega o te bajo los dientes. Lo quiero lejos de mi esposo e hijos, ¡Hazlo tratar!.
–El no es mi Omega, solo lo acompaño. Nada más. Aparte primero fue el esposo de el.
–No me importa, ahora es mi esposo solo mío. No dejaré que te lo lleves, no perderé a mis hijos por su culpa –señalando a Agustín, con una mirada llena de odio. —Déjanos en paz, déjalo en paz. ¿Entendido? —Tomo a su esposo fuerte del brazo y lo arrastró para ir por sus hijos —¡Basta! Yo no te amo, esos niños ni siquiera son mis hijos. Yo tengo mi familia.
—No, tu familia soy yo y mis hijos, sino hubiese sido por mi estarías allí pudriendote en la IMOOM, ese idiota que amas nunca te hubiese sacado..
Mi familia te saco para que estés conmigo para que seas la madre de mis hijos y, no voy a permitir que tu ex, lo arruine, así que vámonos.
—No quiero.
—¡Vámonos!
—No voy, no quiero.
—No me vas a abandonar otra vez, no otra vez. Ya me dejaste una no me dejaras otra. –Aquel Alfa balbuceaba palabras sin sentidos, como en una crisis de nervios tratando de llevarse al esposo de Agustín. —Yo te di todo, todo y no te importo, me abandonaste estando de tus hijos, ahora no me vas a abandonar otra vez, no después de todo lo que te di.
—¡Sueltame estás loco! Yo no soy esa persona nunca lo fui, y jamás lo seré.
Yo no fui quien te abandono, yo no fui quien te encerró allí.
Esa persona no soy yo.
—Mentira, eres tú. Ya no me castigues así. Yo cambiare, todo lo que me pedis, todo. Ya no te daré ordenes, no gritaré, yo yo me quedaré calladito. Ese Omega solo te miente, tu no eres su esposo solo te pareces a él.
–Estas loco te lavaron la cabeza, el Alfa que te embarazo te abandono allí porque no te amaba. Yo tampoco lo hago y no soy él, yo sí viví como un Alfa, porque no sabía que era un Omega, pero no soy esa persona ¡no lo soy! Tu familia te ha lavado la cabeza, tu cerebro está roto no puedes distinguir la realidad, estás en una crisis debes tranquilizarte yo no recuerdo mucho de mi pasado pero se que tú no eres la persona que esta en mis recuerdos
—Ja ja ja, en serio piensas que voy a dejar que me abandones otra vez. No no, me aseguraré que no lo veas nunca más. Nos mudaremos bien lejos, y ese maldito haré que la IMOOM se encargue de él y tú mi amor haré que vuelvas amarme, como antes. —tomando sus manos y besándola de forma acelerada.
—No soy esa persona entiendelo, no lo soy. Entiendelo de una vez.
—¿Quieres dinero? Te daré la casa, mi herencia, te doy la empresa de mis padres, te compro joyas, te compro un auto. Lo que desees cariño, lo que quieras. Te lo doy todo, te doy todo lo que busques, pero no me abandones no otra vez. Yo no quise ser así, yo no sabía, yo no sabia que era un Impuro, no sabía. Perdoname —Cayendo de rodillas abrazandole las piernas –No me abandones, por favor te lo ruego.
En eso yo comenze a llorar, aquel tipo había perdido la cabeza o quizás lo habían roto en el IMOAM por el simple hecho de ser un Impuro, por algo que desconocía, por algo que no podía controlar.
Uno de mis mayores miedos ser abandonado por mi Omega, este caso habia sido un Alfa.—Agustin, lo mejor es que vayan al departamento y discutan alli los 3 en privado, yo iré a buscar a los niños y los llevaré a comer. En dos horas estoy allí con ellos ¿Les parece?
–Yo no tengo problemas, pero abra que ver si él quiere. –Aquel tipo seguia con la mirada fija en su esposo suplicando que no lo abandone, que no lo deje sus ojos estaban hinchados y rojos de tanto llorar, sin distinguir la realidad. –Aquel Omega lo levanto para tranquilizarlo, por lo que a regañadientes termino aceptando charlar. Yo camine a la tienda de helados y allí estaban los 3 disfrutando de un helado. Lisandro les hacía reír con sus ocurrencias, los mire un rato sonriendo mientras los veía de lejos. Me fui acercando para luego sentir aquella presencia pasando por detrás de mi, dejandome congelado a medio camino. Mi cuerpo lo reconocio enseguida aunque él no me vio, era uno de los tipos que me había violado esa noche.
Este se acercó a dónde los niños y empezó a molestar a Lisandro –¿Qué tenemos aquí? 3 hermosos Omegas, uno más bonito que el otro.
Dime ¿Cuántos años tienen estás bellezas?
—¿Qué te importa? No lo toques son niños chiquitos, déjalos en paz.
—Y que si no quiero —Aquel asqueroso iba a besar a uno de los mellizos, pero entonces aquella banqueta de hierro, le dio justo en la cabeza, abriendosela y dejándolo  herido, y yo ahí sin saber cómo fue que la banqueta termino en mi mano.  —¿Quién me golpeo? ¿Quién fue? Fuiste tu —Yo a ti te conozco, tu cara se me hez familiar — Yo solo respondi con otro banquetazo.
—¿Qué pasa aquí? En eso mismo  suerte me abandono y el compinche de aquel tipo apareció el mismo de aquella noche—Corre Lisandro, ve con los niños a la casa ya.
—Sí, Santiago…
—Santiago, ah ya se quien eres, con razón me sonaba tu cara. —Yo estaba allí temblando con aquel banqueta en mi mano como arma defensiva  aunque te recuerdo más grande y más carnoso, no te recuerdo como un Omega te recuerdo más como un… —No deje que hablara y le di otro banquetazo a él y su compinche, pero no cedieron y me quitaron la banqueta, me habían acorralado, pero en eso 3 betas aparecieron cada uno con palos enormes. A darle de a golpes, estos lo habían visto molestar a los niños y no se lo iban a dejar pasar.
No me quedé allí y salí corriendo para ir al departamento y estar seguro.
Mientras me alejaba veía como más gente se unía a linchar a aquellos sujetos. Al llegar la puerta estába cerrado y los niños jugaban en el patio interno mientras ellos seguían discutiendo. Dentro de una habitación, prendí la radio y oí como hablaban del linchamiento en una heladería hacia dos degenerados con antecedentes penales. Los cuales ahora eran trasladados y uno había perecido allí mismo.  Cambie de sintonía para luego escuchar mi nombre, mi perfil siendo buscado por La IMOAM como prófugo de esta

Continúara…

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