Capítulo 10: Un mundo cruel

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~Advertencias este capítulo no es apto para menores de 21, puede contener temas que pueden herir la sensibilidad del lector, se recomienda leer bajo su propio riesgo,  Tomen awita, los quiero mucho. ~

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Ese domingo aprovechamos para prepararnos para la tormenta que se avecinaba, según la radio sería una tormenta de dimensiones grandes, por lo que empaquetamos lo necesario, y dejamos solo lo que no teníamos miedo a perder. Mi Alfa inspeccionando logró dar con la entrada de la fábrica, así que caminamos un rato para llegar, al entrar esta era enorme ya que no era solo una plástica, era un parque industrial, había cientos de pequeñas fabricas de cosas maquinaria, y líneas industriales en excelente estado, porque ese parque entonces estaba abandonada hasta que aquella franja la vimos "Propiedad de la IMOAM"
Sin duda era peligrosa, pero la tormenta se acercaba y debiamos buscar un lugar seguro.
—¡Vayamos ahí tengo una idea! —Mi Alfa sonreia mientras señalaba aquella pared del depósito de mercancías  de la metalúrgica pegada a la plastica —¡Tendremos una salida más rápida y segura! —Al llegar ala pared acercó su oreja, y sonrio para luego tomar una masa que estába a un costado de nosotros y hacer un hueco en la pared dando justo, con el hueco de nuestro cañido, todo la tarde no la pasamos agrandando aquel hueco con las herramientas que encontrábamos allí.
Salimos por el cañido, y mi Alfa se paso la tarde haciendo una puerta segura con los restos de metal y aquella maquina de soldar luego soldo el caño a la pared no debiamos preocuparnos por el agua por ahora. Luego de horas el resultado fue hermoso, debido a que nuestro cañido estaba en una zona aislada del depósito donde solo había conteiners —Podríamos simplemente mudarnos a un conteiner.

—Sí, pero debemos tener una forma rápida de escape. —En eso tenía razón, allí se me ocurrió la brillante idea —Ese hueco no puede quedar así, corremos ese conteiner vacío para taparlo ahí, y luego solé debemos cortarlo con el soldador que te robaste. Buscamos el conteiner y lo abrimos, para llevarnos un susto tremendo, allí dentro, había un Alfa de unos 25 años, junto un pequeño que tomaba  pecho, estaban asustados y yo ahí junto a mi pareja que tenía el soldador en mano

—¡No nos lastimen! ¡Por favor! —Mi Alfa quedo estupefacto, se le caian las lágrimas, y tocaba su vientre. El era muy sensible, demasiado. —¡Ay que ayudarlos! —Ahora eramos 3 movimos dos conteiner uno tapó el hueco y el otro a lado fueron horas y horas de mover conteiners y crear una especie de laberinto para a que a simple vista no se notase. Le dimos de comer a aquel Alfa y su cría —¡Gracias! —y nos dispusimos a esperar la tormenta dentro de nuestro hogar ahora más amplificado, y con luz, gracias a que mi Alfa que hurgando y modificando con una extensión ahora teníamos un foco que nos iluminaba, llovió si un montón demasiado pero a cabo de 3 horas el agua se fue, nuestro cañido no le entró ni una gotita, sin duda la suerte nos sonreia. Más ahora que el Alfa nos compartía su pequeño anafe que funcionaba a gas, una pequeña garrafita de que se veía hasta tierna. —¿Cómo se los puedo agradecer? —Ni siquiera lo pensé —Cuidando a mi esposo, me siento más tranquilo con el acompañado cuando voy a trabajar aparte el recién esta empezando su embarazo. —Yo lo cuídare. Dalo por hecho. —Nos fuimos a dormir, y me levante temprano para ir a trabajar. Ahora era mas fácil, ya que al salir por el conteiner no debiamos rodar toda el parque ya salíamos derecho y me ahorraba 1 hora, al llegar lo primero que me tope fue con la cara de pocos amigos del gerente que me tenía entre ceja y ceja, debido al incidente del sábado, agarre la mopa y me puse a limpiar, rogando que no pase nada similar.

continuara...

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