—Santiago, puedes soltarlo.
—No —segui abrazado a mi bebote, no iba soltarlo nunca, ya no me volverian a separar de él. —Eres hermoso, León. ¡Te amo! No sabes cuanto me dolió dejarte ese día, no sabes cuanto —besando sus cachetes.
—Lo se, yo también te amo. —Podia sentir sus lagrimas bañar su rostro mientras la mias bañaban el mio. –¡Ya nadie te va alejar de mí lado! Nadie, nadie. Aunque tenga que encerrarte en un torre y vigilar día y noche. —León me miró asustado ante mí comentario —Yo voy a ser papá no me puedes encerrar ¿Qué pasará con mí Alfa?
—¿Estás embarazado?
—Yo embaracé a un Alfa, estoy seguro que es mio, es raro pero es mio.
—Te entiendo no sabes cuánto te entiendo, iremos a buscar a tu Alfa y vendrán a la casa de mí padre. —Ismsel tomo la palabra, a mi no me agradaba mucho la idea. Ismael lo miro un rato a León para luego llorar y abrazarlo. —Yo también te extrañe mucho.
Por lo que ahí estábamos los dos apretujando y besando a nuestro bebote mientras llorabamos los 3 sin parar.
Para luego acompañarlo a buscar a su Alfa.
—Marco debe estar preocupado ya he tardado mucho. —Llegamos a los conteiners y allí estaban dos Alfas y un bebé.
El Alfa con el bebé consolando al más joven que gritaba, llorando que seguro alguien secuestro a su Omega —¡Mi Omega! Debo buscarlo alguien se lo llevó yo aquí, debe estar asustado, debo ir por él.
Ni bien se levantó, nos topamos de frente.
El solo sujeto fuerte del brazo a mi bebé y yo hize lo mismo para luego ambos vernos fijo a los ojos y gruñirnos en un intento por proteger a León
–¡Mio mio! Grrrrrr ‐ambos exclamamos y gruñimos al mismo tiempo.
—¡Mi Omega! –tirándolo para su lado.
—¡Mi bebé! —Tirandolo para el mio.—¿Qué? —La impresión lo hizo soltarlo.
—Marco, ellos son mis padres. —El tal Marco, se transformó parecía el diablo, no me agradaba nada el tono ni la forma de dirigirse a León, trataba de meterme pero Ismael no me dejaba.
Me tenía agarrado. —¿Cómo pudiste? Yo aquí llorando por ti, y tú buscando a tus miserables padre.
—Calmate Marco, déjame te explico.
—No quiero explicaciones, ¡Te odio! Dime ya le dijiste que eres un Omega, seguro por eso te abandonaron o quizas no. Quizas si saben ahora te odiaron y se irán nuevamente. Ja ja ja nadie quiere a los Omegas, León.
Por algo te abandonaron. —¡Calmate Marco! Yo no los busque, simplemente se dio.
—Mentira, mientes. —Aquel muchacho iba a golpear a León, pero Ismael lo detuvo, para luego abofetearlo.
León abrazo a ese patán que ahora lloraba frotando su mejilla en el piso.
Sin dudas no me agradaba para nada ese jovencito para nada.
¡León vámonos este jovencito no te conviene para nada!
—No. Es mi Alfa y esta esperando un hijo mío.—Es un patán, y lo de tuyo eso se vera con ese carácter lo dud... –Ni supe en que momento se me avalanzo para tirarme de la greñas, era muy rápido se movía con demasiada agilidad a parte sus agarre eran superfuerte para un jovencito de su edad.
—Voy a matarlos a ambos, León es mio mio.
—Marco, calmate sabes que yo te amo. Jamás te dejaría por nada, eres mi todo.
—Yo también te amo, me asustaste pensé que te secuestraron. —Pero que carajos, me soltó y se volvió la cosa más dulce para ir abrazar a León.
Sin duda la situación era incomodisima.
—Tiene sueño, por eso esta así y reacciona de forna violenta.
—Y ¿porque no va a dormir y listo?
—Es que le prometí que hoy... —León tocaba sus dedos en señal de vergüenza mientras podía escuchar muy por lo bajo qué ese Alfa ¿ronroñaba? —Ya sabes el quiere que le cumpla, como debe ser.
—¿Cómo que le cumplas? —Ismael se le acercó y León se le dijo al oído.
—Buenos dormamos y mañana hablamos -se metieron por un hueco qué daba al caño de hormigón, donde tenían sus cosas y su camita, el Alfa se acostó y lo llamaba golpeando su muslo, su piel blanca estaba sonrojada como si estuviera en modo hot.
Ismsel me alejo —Ve, dormiremos aquí en los contener junto a ese otro Alfa con su bebé en unas colchonetas qué estaban allí, hasta esperar que pudiéramos hablar cuando amaneciera.
—¿Qué te dijo?
—No díras nada.
—No te prometo nada.
—No te diré nada entonces. —quería dormir, pero estos no se callaban seguro discutían en voz baja. Los ruidos iban desde un ¡mmmm! !aaah! y de repente como si alguien se ahogase.
Hasta que escuche un ¡Vamos León me lo prometiste damelo!
—No me presiones qué me pongo nervioso —Me enoje y me levante para ubicar a ese Alfa nadie iba a forzar a mi hi. Fue solo un segundo y me retire para poder ver como aquel Alfa mordía sus labios mientras León seguía arriba de él, mordiendole el cuello para escuchar aquel sonido de placer ¡Awwwww! Hazlo toda no pares. —Eso me pasaba por metiche.
—Ismael sólo me miró riéndose –me dijo que estos último días no duerme si no le dan ya tu sabes.
–Me lo hubieses dicho hace 5 minutos.
—Bueno ya están a mano, no. —Recordando lo de hacia horas.
—Mi hijo me vio teniendo relaciones, dios mio que vergüenz... -otra vez aquel gemido, fueron media hora hasta que se durmieron.
Por lo que yo y Ismael también nos echamos a dormir, allí con aquel Alfa que tenía un bebé.
–Oye tu carita me suena. ¿Te conozco? —cabellos rojos color vino, su carita me era conocida.
—¿Santi? Eres tú..
—Eres Mariano, uno de los mellizos de Agustín.
—No, yo soy Lucas.
—Pero ustedes no eran Omegas.
—Es una larga historia, quiero volver con mis papás pero no puedo el padre de mi hijo y la IMOAM anda detrás de mi por lo que debo andar en la calle.
—No te preocupes si, yo te voy a ayudar a llegar a tus papás.
Lo abracé para que estuviera más tranquilo.....
—Tenemos una misión para ti, cumplelo y recibirias el más alto cargo que un Omega pueda tener, debes cazar a este impuro. Su nombre actual es Marco Villalba, es uno de los huérfanos apadrinados por el orfanato de don Luciano antiguamente, Marcos Altamira, ese impuro debe ser reeducado.
Tu haz mostrado en estos años estar a la altura de la IMOOM y ahora con esto serás de alto rango en la IMOAM. Atrapa ese impuro y serás recompensado.—Sí, señor sera un placer.
—Recuerda tienes todo los recursos de la IMOAM ha tu disposición, puedes retirarte Renato.
Continuara...