Capítulo 59: rearmando nuestros pedazos de un vínculo que se creía roto

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~Advertencia el siguiente capítulo contiene escenas subidas de tono, violencia, ect se recomienda ser mayor de 21 años y leer con cautela~

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Al fin al fin había llegado al orfanato, mis piernas temblaban, mis manos sudaban, cada paso se volvía más difícil mí cuerpo se volvía mas pesado que el anterior, hasta que al fin llegue a la puerta. ¡Espero que algún día puedas perdonarmelo, León! —golpeando la enorme puerta de metal —por lo que unos minutos más tarde está se abrió para salir el director del lugar. El Omega que dirijia aquel orfanato un hombre en sus 50 años, dueño del orfanato, no necesitaba mirarlo aquel aroma a vainilla lo dechababa.
Aquel tipo llevaba su pelo atado en una cola alta, vestía elegante, un tapado de gabardina negro que realizaba su imponente figura y sus platinados cabellos, un Omega millonario que dedicaba su vida a cuidar a niños sin hogar, su nombre era Luciano, un religioso que dedico su vida a proteger a los niños huérfanos. No tenía hijos, ni esposo, su vida era aquel orfanato, sus hijos eran aquellos huérfanos a quienes apadrinaba, adoptaba y cuidaba como lo más sagrado de su vida.
Luciano Villalba. Fundador de aquel lugar.
—Yo yo...

—Te estaba esperando Santiago, este siempre será tu hogar.  —El siempre lo sabía todo, era un extraño don, que poseía, acaricio mí rostro de forma maternal posible. Ahora lo entendia Agustín, me recordaba a él la más cercano a una madre que tuve.—Entra Santiago, charlemos. —el tomo a León en sus brazos quien antes sus feromonas tan maternales este no dudo un segundo para dormirse en sus brazos.

Fuimos a dirección donde saco una carpeta.
—Haces lo correcto, é estará protegido aquí. Yo veré por él como vi por ti.
Firme los papeles y entregué las cosas de León, para luego quebrarme y llorar del dolor, había renunciado por completo a mí hijo, a mí bebé.
El llanto despertó a León, y comenzó a llorar, y tirar sus brazos hacia mí, a darse de cuenta de que lo había abandonado. —¡mami mami! Mami te te te, mami amo mami! —Me seque las lágrimas para acariciar su pequeño rostro por última vez, besar sus mejillas —¡Yo también te amo! Siempre lo voy a hacer, siempre te voy a querer, cuidar y proteger no importa dónde está, mami siempre te va a cuidar. Siempre. Chau mí amor hasta pronto —dandole la espalda para marcharme mientras el lloraba viéndome desde la puerta del orfanato, dandole la espalda para que no me viera llorar.
Fue entonces que aquel grito de dolor me hizo voltear a verlo aquel ¡Mami no te vayas! —mientras su manito trataba de atraparme.
Por lo que solo voltee y le sonrei ¡Jamás te podría dejar! Por lo que iba a volver por él, pero entonces aquella detonación llego sentir como mis carnes ardían y aquello me tumbó, cayendo al piso para ver cómo mí bebé miraba a lo lejos schokeado y el encargado entrar rápido al lugar al ver la escena.
Ya era tarde para huir para mí, la IMOAM me había atrapado.

—Lo atrapamos, lo tenemos.
Llevensenlo.
Fue todo lo que mí mente recordaba, luego de eso, todo se volvió tan confuso tan irreal.
La cabeza me estallaba del dolor, trataba de recordar más pero no podía, pero todo lo de la IMOAM
Mí mente colapsaba ante aquellos intentos por recordarlo, por lo que todo se deformo para luego verme allí, con chaleco de fuerza recibiendo choques eléctricos mis ojos abiertos con ganchos mientras pasaban un tutorial de como debía ser un Alfa perfecto, de como mantener en su lugar a mí Omega.
Mientras me ponían un audio repitiendo una y otra vez como interne a mí Omega en un institucion por desviado.
—No no no es verdad.
—Dale 380 voltios
Dejándome aturdido ante tal shocks eléctrico.
Vaya saber cuántas torturas sufrí allí y bloquee, solo se que un día desperté en mí departamento y empecé a repetir aquel discurso sin parar, a tomar sin razón, a llorar sin saber porque a tener pesadillas con aquel niño que lloraba sin parar.
Hasta que un día Isaac aquel Alfa chismoso, que no me agradaba  me vio a los ojos y me dijo : ¡Yo soy tu esposo! Yo soy Ismael.
—Tonterias, tu eres un Alfa.

—Tuvimos un bebé, tu y yo. Tú pariste un bebé.  —Lo abofetee y lo escupí, por semejante tonterías que decía, yo era un Alfa como voy a tener un bebé, pero empezó a acosarme tanto qué por momentos llegue a dudar.
Fue entonces que aquel día llego, aquel Omega empezó a trabajar allí.
Isaac no dejaba de mirarlo y los celos me hervían la sangre, rechinaba los dientes de la rabia misma, buscaría la forma que lo corrieran.
Jamás había tenido tanto celos, solo com mí esposo cada que lo veía con un Omega, pero Isaac no era mí esposo ¿O en realidad si?
Tome al Omega que apenas cumplía los 18.
¿Cuánto quieres por pasar la noche conmigo?  —Con esto le mostraria a ese maldito que todos tienen un precio y tendría una escusa para echarlo.
Pero había algo en este algo extraño, su rostro se me hacía conocido.

—Vamos dime tu preci...

El dolor de aquella patada fue sin dudas terrible, pero no tanto como la madriza que iba a darle, por lo que sujetandolo de su cabello lo tiré al piso para defender mí honor y enseñarle su lugar a ese mocoso.
—si me suelta yo lo suelto, sueltame

—Nunca — el desgraciado me estaba asfixiando en una llave tóxica. Mientras yo arrancaba su pelo, para al final desvanecerme.
Este lloraba pidiendo que no lo echen y justo cuando iba a hacerlo, Isaac empezó a revelar mí vida humillandome delante de aquel Omega.

Cuando ese Omega de mala vida se fue decidí que le daría un escarmiento por lo que lo seguí, seguí sus pasos para encontrar algo conque hundirlo para luego verlo llegar a aquel lugar ver cómo besaba a un jovencito albino, que lo esperaba en una especie de casa improvisada con un caño de hormigón, un Alfa de su misma edad.
Quizás lo juzgue mal, por lo que volví por mis pasos, por alguna razón aquel lugar se me hacía nostálgico, conocido.
Por lo que a mitad de camino me tope con Isaac.
—¿Que haces me estás siguiendo?
—Tu que haces Santiago.
—¡Que te importa! No eres mí esposo
—Si lo soy, soy Ismael.
—No no no, Ismael está en la IMOOM es un Omega, tu eres un Alfa.
—El lunes te lo demostrare. Te demostrare que soy Ismael.

....
Aquel lunes llego y Isaac no dejaba de mirarme, por lo que por miedo decidí pedir que ese Omegucho trabajará extras.
Al menos eso evitaría cualquier cosa que intentará ese demente que decía ser mí esposo.

—¡León debes limpiar los depósitos!

Este solo asintió y yo fui a terminar las planillas.
¿León Villalba? Será que acaso salió de aquel lugar también o solo es coincidencia.
En eso Isaac, llego por detrás —Hoy te mostraré que no miento, chiquitín. —Levantandome de la barbilla para besarme, podía sentir su lengua rozar con la mía mientras yo procesaba todo en mí cabeza  ¡IMPOSIBLE! Acaso todo este tiempo decía la verdad y era mí esposo, pero no podía ser posible o no, pero entonces el me levanto para tirarme al escritorio.  —Oye esto va muy rápido, ve más lent... Awwww que haces.
—Te reclamo como mío —El desgraciado me mordia el cuello mientras sus dedos se metían por debajo de mí pantalón.
No sé cómo fue ni como paso, pero ahí estaba con los ojos tapados con su corbata, colgado boca abajo, tratando de no caerme mientras el me hacía suyo.
—En eso escuché algo caerse
—¿Que fue eso?
—Nada. Tú solo disfruta.

Sin duda había sido exquisito.
—Y ya recuerdas...
—Ni idea, pero que importa estás loquito, pero fingire que te creo.
—El de limpieza nos vio en pleno acto.

—¿Qué? Noooooo. —Trate de correr para atraparlo, al alcanzarlo —¡Te doy lo que quieras, lo que desees! Pero no cuentes lo que viste.
Por favor, lo que sea. Aquel Omega solo pudo decirme —mamá ¿Por qué me abandonaste? Haciéndome recordar todo lo que olvidé, todo lo bloqueo por culpa de esos bastardos de la IMOAM recordando a mí esposo, recordando a mí hijo, todo  mientras abrazaba y no soltaba a León, mí bebé, lo más sagrado de mí vida. Lo que me negaron atesorar en mis recuerdos.
Tomando su cara que ya no era un niño sino un jovencito para llenarlo de besos y no soltarlo no soltarlo más, pero entonces recordé —¡Ismael yo tuve otro bebé! ¡Ellos se quedaron con mí otro hijo! —para luego seguir besando y apretujando a mí bebé más grande.

Continuara...


....

~(Actualizado hasta aquí, luego ni bien lo voy terminando voy subiendo)
Espero que les vaya gustando la historia~

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