Huellas de un amor || Enzo Fernández

Merezco algo mejor.

Al otro día, me desperté con muchas llamadas perdidas de Leandro. Me estiré en la cama y sonreí, pensando que probablemente quería invitarme a comer o algo así.

Después de ducharme y vestirme, le devolví la llamada a Leandro. -Hola, ¿qué pasa?- le pregunté.
-buen día Maia! Vamos a salir a comer hoy ¿Venis? Camí encontro un lugar nuevo que quiere probar-, me dijo con entusiasmo.

Me pareció una buena idea, así que acepté. Quedamos en encontrarnos en el restaurante a la una del mediodía.

Después de colgar, me di cuenta de que había olvidado completamente lo que había pasado con Enzo el día anterior. Pero cuando empecé a prepararme para salir, los recuerdos volvieron a mi mente.

Salí del hotel y me dirigí a esperar un taxi, cuando de repente escuché una voz familiar detrás de mí.

-Maia, espera un momento-
Me di la vuelta y vi a Fernando, parado frente a mí con una sonrisa en su rostro.
-Fernando, ¿qué haces aca?- le pregunté, tratando de mantener la calma.

-Quería hablar contigo, Maia. He estado pensando mucho en ti últimamente-, me dijo, acercándose a mí.

Me crucé de brazos y lo miré con firmeza. -Fernando, en realidad también tengo que hablar con vos- dije y me interrumpió.

Fernando se encogió de hombros y dijo. -yo te juro que te amo, Maia. Y quiero recuperar lo que teníamos antes-.
Me reí con amargura. -No me amas, Fernando. Me usaste y me mentiste. Y no voy a permitir que vuelvas a hacerme daño- le dije.

Fernando se acercó más a mí, con una mirada suplicante en sus ojos. -Por favor, Maia. Dame otra oportunidad. Te prometo que voy a cambiar- .
Me sacudí la cabeza. -No, Fernando. No voy a caer en tus mentiras de nuevo-

Fernando tomó una profunda respiración antes de hablar. -Lo sé, lo sé. Pero estuve pensando mucho en lo que hice y quiero decirte que lo siento. Estoy arrepentido de haberme portado así con vos-
Me reí con amargura. -¿Arrepentido? ¿Después de todo el daño que me hiciste? No, Fernando. Perdón pero no te creo-

Fernando se acercó más a mí, su voz llena de desesperación. -Por favor, Maia. Dame una oportunidad para demostrarte que puedo cambiar. Te amo-.

Me sacudí la cabeza y dije.-No, Fernando ya decidí terminar la relación porque me di cuenta de que no eras la persona que pensaba que eras. Y no voy a dar marcha atrás-.dije eso y me subí rápidamente en un taxi ya que no quería seguir hablando con Fernando

Desde el auto pude ver cómo Fernando se detuvo, y su mirada parecía llena de dolor y odio..

Cuando llegue al restaurante y encontré a Leandro ya estaba sentado en una mesa.
La cena parecía ser un evento familiar y social importante, con muchos amigos y familiares presentes. Me senté en la mesa y saludé a todos, tratando de sonreír y parecer relajada.

Pero no podía evitar mirar alrededor de la mesa, buscando a una persona en particular. Enzo. Me preguntaba si vendría, si se atrevería a venir después de lo que había pasado el día anterior.

Camila y me sonreía y me hablaba, pero yo estaba distraída, pensando en Enzo. Tini y Rodrigo estaban enfrascados en una conversación con Alejandro y Eva.

Pero yo solo podía pensar en Enzo. ¿Vendría? ¿Me ignoraría? ¿Trataría de hablar conmigo?

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, Enzo llegó. Se disculpó por llegar tarde y se sentó en la mesa, evitando mi mirada.

Me sentí un poco decepcionada y confundida. ¿Por qué había venido si no quería hablar conmigo? ¿Qué estaba pasando en su cabeza?

Pero traté de no mostrar mis sentimientos y me concentré en la conversación y la comida. Sin embargo, no podía evitar lanzarle miradas furtivas a Enzo, preguntándome qué estaba pensando.

La cena estaba en pleno apogeo, con todos los invitados charlando y riendo. Yo estaba sentada al lado de Camila, tratando de disfrutar de la velada.

De repente, Enzo parecía buscarme con la mirada, me sinti un tanto incómoda bajo su mirada.

Pero cuando lo mire se detuvo un momento, mirándome fijamente. Me sentí como si me hubiera atravesado con su mirada, y mi corazón comenzó a latir más rápido.

Traté de ignorarlo y seguir charlando con Camila, pero no podía evitar lanzar miradas furtivas en su dirección. Me preguntaba qué estaría pensando, por qué me miraba de esa manera.

Enzo se acercó y se sentó al lado de mí, sin decir una palabra. El silencio entre nosotros era palpable, y los demás invitados comenzaron a notar la tensión.

Camila trató de romper el silencio, hablando de temas triviales, pero la atmósfera seguía siendo incómoda. Yo no podía evitar sentirme como si estuviera atrapada en una especie de juego con Enzo, sin saber qué reglas seguir.

Enzo parecía estar disfrutando de mi incomodidad, mirándome con una sonrisa enigmática. Me sentí como si estuviera tratando de decirme algo, pero no podía descifrar el mensaje.

La cena continuó, con la tensión entre nosotros creciendo cada vez más. Yo no sabía qué iba a pasar después, pero sabía que no podía seguir así por mucho tiempo..

Salí de la habitación, necesitando un poco de aire fresco y espacio para mí misma. La tensión entre Enzo y yo era demasiado intensa, y no podía seguir sentada allí sin hacer algo.

Cuando me di cuenta el estaba ahí Fernando se acercó a mí, su mirada intensa. -Maia, necesito hablar contigo-, dijo, su voz llena de urgencia.
Me crucé de brazos, preparándome para lo que venía. -Qué quieres, Fernando?-, le pregunté, tratando de mantener la calma.

Fernando se detuvo un momento, como si estuviera buscando las palabras adecuadas. -No entiendo por qué terminaste conmigo-, dijo finalmente. -Te amo, Maia. Y sé que tú también me amas-.
Me sacudí la cabeza, cansada de esta discusión. -Fernando, ya te dije que no quiero estar contigo. No hay nada más que hablar-. Dije e intente volver a dentro del restaurante.

Fernando se enfadó, su rostro enrojeciendo. -No puedes simplemente irte, Maia. Tenemos una relación, tenemos un historial juntos. No puedes simplemente tirar todo por la borda-.

Me miré en sus ojos, tratando de hacerle entender. -Fernando, ya no quiero estar contigo. No quiero seguir sufriendo por tus mentiras y tus infidelidades. Me merezco algo mejor-.
Fernando se burló, su voz llena de desdén. -¿Algo mejor? ¿Como quién? ¿Como Enzo? ¿Crees que él es mejor que yo?-

Me sentí incómoda, no queriendo hablar de Enzo con él. -Fernando, esto no tiene nada que ver con Enzo. Esto tiene que ver conmigo y con lo que quiero para mi vida. Y no quiero estar contigo-.

Fernando se detuvo, su mirada llena de rabia y frustración. -No aceptaré esto, Maia-, dijo finalmente. -No te dejaré ir tan fácilmente-