El verdadero campeón.

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Me acerqué a la sala, donde Enzo y Julián estaban jugando a la Play. Me senté en el sillon, detrás de ellos, y observé cómo se concentraban en el juego. Enzo estaba sentado en el borde del sillón, con el mando en la mano, y Julián estaba un poco más relajado, pero igual de concentrado.

La competencia era intensa, con ambos jugadores gritando y riendo mientras jugaban. Me reí un poco al verlos tan emocionados. Enzo se volvió hacia mí y me sonrió, y yo le devolví la sonrisa.

-¿Quién está ganando?", pregunté, interesada. -claramente yo-, respondió Julián, sin apartar los ojos de la pantalla.
Enzo se rió y dijo - no mientas Julián yo estoy a punto de ganar-

La tensión era palpable, y me encontré emocionada por el resultado. Me reí un poco más y me recosté en el sillon, disfrutando del espectáculo.

De repente, Enzo gritó de emoción y se levantó del sofá -¡vamosss gane!-
Julián se rió y le dio la mano a Enzo. -Buen juego, campeón- dijo.
Me reí un poco más y me levanté del sillon. -muy buen, Fernandez- dije, sonriendo.

Enzo se volvió hacia mí, con una sonrisa de oreja a oreja -Gracias, Maia-, -¿Quieres jugar conmigo?- dijo.
Me sentí un poco sorprendida por la oferta, pero también emocionada. -bueno,vamos a jugar-, dije, sonriendo.

Me acomode en el sillon, junto a Enzo, y tomé el mando de la Play. Estábamos eligiendo el juego y decimos jugar el mismo que jugo con Julián, un juego de carreras, y Enzo había estado ganando hasta ahora. Pero yo estaba determinada a cambiar eso.

-Vamos a ver quién es el verdadero campeón- le dije a Enzo, sonriendo.
Enzo se rió y dijo -No te preocupes, Maia te voy a ganar-

La carrera comenzó, y Enzo salió disparado. Pero yo no me di por vencida. Me concentré en el juego y comencé a ganar terreno. Enzo se volvió hacia mí, sorprendido, y dijo -¿Cómo estás haciendo eso?- me reí y dije -Tengo mis secretos-

Finalmente, crucé la línea de meta primera, y el juego anunció mi victoria. Me levanté del sofá, gritando de emoción, y Enzo se rió y me dio la mano.
-Felicidades, campeona- dijo, sonriendo.
Me reí y dije -gracias Fernández-

Julián, que estaba sentado en el otro sofá, se levantó y dijo -¡Bravo, Maia!, hiciste justicia por mi-
Me sentí orgullosa y feliz, y me di cuenta de que había conectado con Enzo de una manera especial. Habíamos compartido otro momento de competencia y diversión, y ahora nos sentíamos más cercanos.

Después de mi victoria en el juego, Enzo y yo seguimos jugando un rato más, mientras Julián nos observaba y se reía de nuestras bromas. Luego, decidimos tomar un descanso y nos sentamos en el sofá a charlar.

Hablamos de todo un poco, desde nuestros intereses hasta nuestras metas y sueños. Me sentí muy cómoda con Enzo y Julián, y me di cuenta de que habíamos creado un vínculo especial.

Mientras charlábamos, Enzo se levantó y dijo -soy el único que tiene hambre!?-
-ahora que lo decís , yo también tengo hambre- dijo Juli, -pedimos una pizza?- pregunto Enzo.

-hay cosas para preparar una, quieren que la haga?- dije mientras me estiraba en el sillón, -siii, dale, Enzo te ayuda- dijo Juli.
-dale, Maia se va a sorprender con mis dotes para cocinar- dijo Enzo mientras reía.

Enzo y yo nos dirigimos a la cocina, decididos a preparar una deliciosa pizza de jamón y queso. Enzo se puso un delantal y comenzó a extender la masa, mientras yo picaba el jamón y rallaba el queso.

-Qué tipo de queso te gusta más?-, preguntó Enzo, mirándome con una sonrisa.
-Me encanta el mozzarella- respondí, sonriendo.
Enzo asintió y comenzó a agregar el jamón y el queso a la masa. Yo me acerqué a él y comencé a ayudar, asegurándome de que la pizza estuviera cubierta de una buena forma.

Mientras cocinábamos, charlábamos y reíamos. Enzo me enseñaba trucos para hacer la pizza perfecta, y yo le contaba historias de mis intentos fallidos en la cocina.

La cocina se llenó con el aroma del jamón y el queso, y nuestros estómagos comenzaron a rugir de hambre. Enzo puso la pizza en el horno y nos sentamos en la mesa de la cocina, esperando a que estuviera lista.
-Maia resultó ser una gran ayudante- dijo Enzo riendo..

La pizza estuvo lista después de unos minutos, y la sacamos del horno. Enzo la cortó en rebanadas y nos sentamos a disfrutar de nuestra creación.

La pizza estaba deliciosa, con el jamón crujiente y el queso derretido. Nos comimos cada bocado con gusto, disfrutando de la comida que habíamos preparado juntos..
Después de un rato de disfrutar la comida decidimos que Julián tenía que lavar los platos, y mientras tanto Enzo y yo jugábamos a la play..

Un rato más tarde Me levanté y dije -perdon, chicos, pero tengo que irme, mi amiga Isabela llega pronto y quiero estar en para recibirla- dije mientras me levantaba.
-Ustedes se pueden quedar acá si quieren,
yo busco a Isa y vuelvo- dije sonriendo..

Enzo y Julián se levantaron y me desearon suerte. Enzo me dio un abrazo y dijo -no tardes mucho que te voy a extrañar-

Me sentí un poco mal por dejarlos, pero sabía que tenía que irme. Me despedí de ellos y me fui al aeropuerto, emocionada de recibir a mi amiga Isabela...

Al llegar al aeropuerto me emocioné al ver a Isabela salir de la puerta de llegadas en el aeropuerto. No había pasado mucho desde la última vez que nos vimos, y ya extrañaba nuestra conexión y risas juntas. Corrí hacia ella y la abracé fuerte, sintiendo un gran alivio al tenerla de vuelta en mi vida.

-¡Amiga! Cuánto te extrañe!-, le dije, mientras la abrazaba fuerte,
Isabela se rió y me devolvió el abrazo. -Maia, Estoy tan feliz de verte-, respondió, con una sonrisa radiante en su rostro.
Nos separamos y me miró con sus ojos brillantes. -estás hermosa Maia, ¿Cómo has estado?- pregunto Isa.

Me encogí de hombros. -bien, bien. Pero te extrañe mucho. ¿Cómo estuvo tu viaje?- pregunte mientras íbamos al auto.
Isabela se encogió de hombros. -Fue aburrido, pero valió la pena. Estoy emocionada de estar acá con vos-

Le sonreí y tomé su maleta. -Vamos, te voy a llevar a casa. Enzo y Julián están en casa y Julián quiere conocerte- le dije riendo
Isabela se iluminó. -¡Genial! Estoy emocionada de conocerlos-

Mientras caminábamos hacia el auto, charlamos sin parar, poniéndonos al día sobre nuestras vidas y compartiendo historias. Me sentí agradecida de tener a mi amiga de vuelta en mi vida, y sabía que esta visita sería inolvidable.

Huellas de un amor || Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora