Enzo salió de su habitación, ya cambiado y listo para salir. Se acercó a mí y me tomó por la cintura, atrayéndome hacia él.
-Ya vuelvo- , me dijo, mirándome a los ojos. -Voy a tratar de ir lo más rápido posible, para que no me extrañes tanto-.
Me sonreí y le besé la mejilla. -No te preocupes- , le dije. - yo cuido a olí mientras vas-.
Enzo sonrió y me abrazó. -Gracias, Maia-, me dijo. -sos increíble, me alegra volver a tenerte en mi vida-
Me sentí emocionada por sus palabras y le devolví el abrazo. -dale anda-, le dije. -Olí y yo vamos a estar muy bien- .
Enzo me besó la frente y se dirigió hacia la puerta. -vuelvo enseguida-, me dijo. -Y cuando vuelva, vamos a seguir donde lo dejamos-
Me sonreí y asentí con la cabeza, sabiendo que estaba hablando del beso que me había robadoantes. Me sentí emocionada por lo que estaba por venir y me quedé ahí, mirándolo mientras se iba.
Cuando Enzo salió, Olí se despertó llorando. Me levanté rápidamente para atenderla y la tomé en brazos, tratando de tranquilizarla. Después de un rato, decidí probar algo más para distraerla. Nos sentamos en el sillón y comencé a mirar videos en mi celular, esperando que Olí se calmara.
Olí se entretenía mirando los videos, especialmente los de gatitos jugando. Me reí al verla tan contenta. De repente, escuché la puerta abrirse y supe que Enzo había llegado. Miré hacia arriba y lo vi parado en la entrada, con el bebé en brazos y una gran sonrisa en su rostro.
Pero lo que realmente me llamó la atención fue la forma en que me miraba. Había mucho cariño y admiración en sus ojos, y pude sentir que estaba agradecido de que yo hubiera cuidado a Olí mientras él estaba fuera. Me sentí especial y apreciada en ese momento.
Enzo se acercó a nosotras. -Gracias por cuidar a Olí-, me dijo, mientras me besaba la mejilla . -significa mucho para mí-. Me sonreí y le dije, -no es nada Enzo-.
Hasta que ví a Benja me sorprendí al ver lo pequeño que era. No esperaba que fuera un bebé tan diminuto. Pero lo que me sorprendió aún más fue lo mucho que se parecía a Enzo. Tenía los mismos ojos oscuros y la misma sonrisa que iluminaba su rostro. Me quedé sin aliento al ver la similitud entre padre e hijo.
No pude evitar mirar al bebé con asombro. Era como si estuviera mirando a Enzo en miniatura. La misma forma de la nariz, la misma curva de las cejas. Era como si Benja fuera una copia exacta de su padre.
Me sentí emocionada al ver lo mucho que se parecían. Me imagino que Enzo debe haber sido igual de adorable cuando era un bebé. Me miré a Enzo y sonreí, sintiendo una conexión aún más profunda con él al ver lo mucho que amaba a su hijo..
Con cuidado, me levanté del sillón con Olí dormida en mis brazos y me acerqué a la cuna que Enzo me había señalado. La acosté suavemente y la cubrí con una manta ligera. Me quedé un momento mirándola, asegurándome de que estuviera cómoda y segura.
Luego, me acerqué a Enzo y al bebé que él tenía en sus brazos. Me sonrió y me dijo -Ahora es el turno de Benja-. Me pasó al bebé y me mostró el cochesito que estaba al lado. -Podes moverlo un poco hasta que se duerma-, me dijo.
Me sentí emocionada de poder cuidar al bebé. Lo acomodé en el cochesito y comencé a moverlo suavemente. Benja me miró con sus ojos grandes y oscuros y me sonrió. Me sentí enamorada de él al instante.
Mientras yo movía el cochesito, Enzo comenzó a acomodar las cosas para cocinar.Después de un rato, Benja se durmió en el cochesito, así que lo dejé allí y me acerqué a Enzo, que estaba cocinando en la cocina. Me ofrecí a ayudarlo y él me sonrió, diciendo -Me encantaría tener una ayudante-
Empecé a picar verduras mientras Enzo se ocupaba de la carne. Estábamos muy cerca el uno del otro, y podía sentir el calor de su cuerpo. De repente, Enzo se acercó más a mí y me susurró al oído -Me gusta tenerte cerca de mí-. Me sentí un escalofrío en la espalda y mi corazón comenzó a latir más rápido.
Enzo se acercó más a mí, su cuerpo rozando el mío mientras seguíamos cocinando. Podía sentir el calor de su piel y su respiración en mi oreja. Me estaba provocando, jugando conmigo, y yo no podía evitar sentirme atraída por él.
Mientras picaba las verduras, Enzo se puso detrás de mí y me rodeó con sus brazos, su pecho pegado a mi espalda. Me susurró al oído -¿Necesitas ayuda?-. Su aliento en mi oreja me hizo estremecer.
Luego, se movió hacia un lado y comenzó a cortar la carne junto a mí. Nuestros brazos se rozaban, y cada vez que lo hacían, sentía un escalofrío. Enzo sonreía, sabiendo que me estaba provocando.
De repente, se detuvo y me miró a los ojos. Su mirada era intensa, llena de deseo. Me tomó la mano y la puso en su pecho, sobre su corazón. Me dij -Siento que late fuerte cuando estás cerca mio- . Me sentí mareada, mi corazón latiendo al mismo ritmo que el suyo.
Seguíamos cocinando, pero era como si el mundo se hubiera detenido. Solo existíamos Enzo y yo, nuestros cuerpos rozándose, nuestras miradas entrelazadas..
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Huellas de un amor || Enzo Fernández
Fanfic"¿El amor puede conquistar todo? Enzo, un corazón vulnerable, decide arriesgarse por el amor de su vida. Pero, el camino hacia la felicidad está lleno de obstáculos y secretos que pueden destruir su sueño. ¿Será suficiente su amor para conquistar el...